Los artistas paleolíticos crearon colores permanentes con pigmentos minerales, incluyendo el negruzco dióxido de manganeso y el ocre rojo y amarillo. (foto de National Geographic). Con ellos el pintor magdaleniense (14.000-10.000) pudo crear una pintura rupestre policroma de un Bisonte. Cueva de Altamira (España). Desde esa época tan remota ya el ser humano buscaba como identificarse a sí mismo y a su grupo tribal. Interpretar, representar y crear íconos que les significaran parecen motivar una búsqueda por crear los pigmentos que los hicieran perdurar en el tiempo.
El ser humano y su necesidad de colorear su entorno.
Es una cualidad del humano poder capturar los estímulos externos que ofrece su entorno para descubrir, organizar y recrear todo lo que le rodea. Esta conciencia de la realidad por medio de la percepción es lo que se convierte en potencial para modificar creativamente su entorno primordial, en el que vive y que es su referencia directa. Los colores que percibimos de forma visual son del 60 al 90% de la información que llega a nuestra mente.
Muchos milenios después los arquitectos, paisajistas y artistas, casi con lso mismos colores pero con otros materiales se acercan a los resultados de los artistas paleolíticos. En El Real Jardín botánico de Cranbourne, Melbourne, Victoria en Australia los diseñadores representaron con planchas metálicas oxidadas la geografía del cañón Kings Canyon que es el mayor atractivo dentro de Parque Nacional de Watarrka. El parque protege la escarpada y pintoresca George Gill Range. Esta gama contiene una garganta enorme, con paredes de piedra arenisca roja que se elevan a más de 100 metros en una meseta de cúpulas rocosa y otras formaciones de piedra arenisca.
La experiencia atestigua que el color influye en el humor y en los sentimientos, e independientemente de su discordancia o armonía, ejercen influencia sobre nuestras emociones. El sujeto es receptor de este paisaje a la vez su mayor configurador, por eso la cuestión del color empieza evidentemente por el estudio de la preferencia del gusto individual. Hay muchas interpretaciones sobre el color que responden a un “programa simbólico con orígenes arquetípicos” que adquirimos por las estructuras profundas colectivas que construye la sociedad a través de las generaciones. Son como lecciones aprendidas que nos indican por ejemplo si una fruta está madura y es comestible de una que está por podrirse.
Frente al Buckingham Palace está el Victoria Memorial garden con 12,000 geranios rojos, y colores que hacen juego con el uniforme de la guardia real británica. Es un claro ejemplo de cómo se lucen y exhiben tonos en jardines que se pueden asociar a referencias simbólicas que remiten a la nacionalidad.
No hay trabajo más estimulante que el de tomar decisiones sobre el color ya que consciente o inconscientemente manifiesta la proyección de sus propios valores o “(pre) juicios de valor”. Usar colores es crear adaptaciones al sistema ambiental para hacer el espacio habitable y adecuarlo al estilo de vida de las personas y los pueblos que lo habitan.
La cultura y su adaptación del entorno a través del color.
La percepción e interpretación del paisaje también es cultural e involucra todo desde aspectos de la memoria histórica y que hemos heredado. También los aspectos que configuran el presente y el ahora y que está cambiando constantemente. Puede ser que las modas y nuevos productos se sobrepongan y desplacen usos tradicionales. O puede que el peso de la tradición consolide usos de ciertos colores como bienes patrimoniales tangibles o intangibles. Por lo tanto no existe color que sea hermoso o feo en sí mismo, puede ser una u otra cosa en un lugar y en un tiempo determinado.
Cada generación desea distinguirse de la anterior y dejar su impronta en la historia pero con la diferencia de que la velocidad de los cambios en las últimas décadas es vertiginosa. Los gustos y necesidades cambian de generación en generación y según la edad, el sexo, la raza, la educación y el entorno cultural entre muchas otras variables. Aun entre un individuo u otro es difícil establecer normas ampliamente aceptadas para la combinación de colores en cualquier obra donde este criterio sea determinante de un resultado efectivo.
El color en la arquitectura paisajista y el paisaje.
Foto de Guillermo Chaves en Jardín Botánico Las Cruces en San Vito de Coto Brus, Costa Rica
En paisajismo el colorido es una combinación precisa, equilibrada, proporcionada y temporal con colores naturales y/o artificiales que conforman la estética del proyecto paisajista. Puede que en el colorido se busque crear significación o que se derive de la obra sin que haya sido el propósito primordial.
Las teorías del color muestran que hay una búsqueda continua, sobre todo en los dos últimos siglos, por determinar cómo lograr la armonía del color en cualquier obra que aspire a cierta calidad estética en las obras de arte y el paisajismo en particular.
Combinar los colores con habilidad permite al creativo explotar plenamente el lenguaje del color. Aunque se tiende a pensar que existen reglas sobre las combinaciones de colores, no hay combinaciones intrínsecamente “correctas” o “incorrectas”. Cada cultura y cada época ha sido marcada por ciertos convencionalismos sobre el cómo armonizar colores y muchas veces se pueden asociar sus resultados a grupos de población particulares.Como en cualquier arte, es la práctica lo que hace al maestro, solo así se logrará desarrollar en potencial de los medios de expresión a su alcance.
Técnicas para la toma de decisiones.
La elección del color en una obra paisajística debe de planificarse tan cuidadosamente como cualquier otro factor de diseño. Una elección coherente de los colores permite modelar un espacio creado a nuestra voluntad, manifestando el gusto, el buen criterio e inclusive los gustos y las variaciones de nuestra personalidad.
Con suficiente información y técnicas uno puede crear efectos ópticos, como acentuar la profundidad y la perspectiva o, hacer parecer más pequeño o más grande un lugar u objeto.
El color es un criterio más y no el único para elegir el material a utilizar en una obra y generalmente, está asociado a otras de las sensaciones que se perciben en un jardín. Antes de plantearse los alcances o aspiraciones a las que se desea llegar proponiendo la combinación de colores más agradable a la vista se requiere:
1-Determinar la función del color en el diseño.
2-Dimensionar el tamaño a área de cada color.
3-Seleccionar los materiales por su efecto en el conjunto.
4-Ver cuáles son las condiciones de luz predominantes.
5-Determinar los ángulos de observación.
Una breve descripción de los anteriores puntos nos ayudará a comprender su relevancia:
1- Las funciones del color.
Las funciones pueden ser tantas como nuestras ideas de lo que se busca en cada diseño. En el caso del paisajismo se ha visto que puede variar desde el aspecto puramente decorativo, que sin menospreciar esta categoría, puede ser todo un reto estético, hasta el más profundo carácter conceptual a través de una elaborada asociación simbólica.
En términos más llanos el color se usa para integrar, ocultar, mimetizar, asociar o que se mezcle con su entorno en un proceso llamado enlace visual. Por el contrario, se puede establecer un estímulo visual resaltando por cualquier tipo de contraste y resaltando un elemento o conjunto de ellos para llamar la atención. Se puede, de esta manera, ajustar la posición visual en un plano de observación en inclusive cambiar la forma aparente.
2-Tamaño a área de color:
El área a tratar con un color es determinante en la percepción de su tamaño. El efecto visual puede causar una diferencia de la escala y proporción del mismo. Los colores claros ayudan a iluminar el área y hacerla que parezca más grande o más cercana. Los colores oscuros reducen el resplandor de sitios claros y pueden dar la impresión de disminuir su volumen y se utilizan para crear profundidad, un fondo o un plano distante.
Similar efecto es cuando los colores son brillantes que se vuelven más brillantes cuanto mayor sea su área. Las versiones pálidas tienden a desvanecerse o a tornarse insignificantes. Es allí cuando la creatividad y el buen criterio deben surgir para potenciar o atenuar la cualidad intrínseca del material a utilizar. No hay que olvidar que entre más grande es el área visual de un color hará que parezca más saturado.
Hay que hacer una revisión del efecto que se quiere lograr en cada proyecto de manera que los cambios en la intensidad del color y su efecto a la distancia. Es muy diferente si se tiene un proyecto de pequeña escala en los que conviene usar esquemas simples, o menos variedad con más valor tonal, que las obras grandes donde se puede tener un mayor colorido o esquemas más complejos de armonización.
3- Los materiales y su efecto de conjunto:
Cada diseñador en cada época o etapa de su proceso creativo usa determinados materiales que adopta en combinaciones que muchas veces constituyen su sello personal. Muchos paisajistas han utilizado de manera inteligente y efectiva los materiales del mismo entorno de la obra para mostrar resonancias integradoras con el medio local. Otros profesionales han encontrado en los recursos naturales inmediatos su medio de expresión más profundo. Algunos utilizan y explotan las posibilidades creativas de la tecnología moderna y se destacan por los resultados dinámicos y contrastes llenos de color.
La tecnología y el fácil intercambio de productos han dado como resultado un enriquecimiento de los medios de producción con los que cuenta el profesional. Si se cuenta con el material derivado de la naturaleza, pueden lograrse efectos dinámicos con flores y follaje, aunque muchas veces su duración es limitada.
En caso de que se quiera utilizar las flores es necesario tener en consideración no solo el color sino también tener en cuenta los periodos de floración. Es obvio que si no se da una coincidencia en los periodos de floración no tendremos la armonía deseada y aunque la tengamos rara vez sobrepasa el mes.
4- Condiciones de luz predominantes:
Las condiciones de iluminación puede hacer variar la percepción de los colores; dado que hay una estrecha relación entre luz y visión es evidente que la forma en que esté iluminado el paisaje puede modificar su percepción. Éstos no son estáticos, sino que cambian constantemente, se modifican dependiendo de los cambios en la cantidad, tipo de iluminación y ángulo de incidencia de la luz. El color no es el mismo a lo largo del día, ni con los cambios atmosféricos y meteorológicos. La nubosidad reduce la intensidad de los tintes, y hace que predominen las tonalidades oscuras y las superficies pierdan brillo; estas alteraciones en los colores hacen que las líneas se difuminen y reduzcan el contraste interno de las texturas. El cambio de las estaciones a través del año es otro factor que modifica las propiedades visuales de los colores presentes en el paisaje y más dramático es el cambio si tomamos en cuenta la posición geográfica en que nos encontremos.
La luz artificial es otro factor de diseño relativamente nuevo en la profesión del paisajista y en constante evolución. La posición de la luz, si es artificial es otro factor que modifica la percepción y que como otro factor de composición del paisaje es un elemento dinámico sujeto a gustos y caprichos.
5-La distancia y los ángulos de observación:
Determinantes son los ángulos de observación si se pueden predefinir la manera en que nos enfoquemos en un lugar o efecto especial. Los efectos son muchos, como lograr una fuga visual, crear profundidad donde no la hay, manipular una perspectiva o atraer la atención a un punto a área especial destacándola del resto. El color de fondo cumple un papel esencial, como el lienzo base, sobre el que se aplicarán las pinceladas más fuertes.
En paisajismo, cuando hablamos de fondo nos referimos a posibilidades tan variables como las de poder configurar un espacio hay. Sin embargo la mayoría de las veces nos referimos a un campo con algún límite visual, en el medio urbano, cualquier elemento que estructure, acote o demarque el campo de trabajo y todo lo que constituye su entorno, hasta el cielo mismo.
Los ángulos de observación, nos ubican en la posición del diseñador y nos ofrecen un punto de vista donde el conjunto está mejor logrado. O también, si es un recorrido, donde la secuencia de escenas e imágenes que van apareciendo muestran mayor efectividad en cuanto el efecto final de todos los recursos expresivos, ya sea color, textura, forma y espacio.
Las condiciones de visibilidad pueden modificar las características visuales básicas. Las principales implicaciones se deben a que al aumentar la distancia los elementos visuales se alteran de varias maneras:
a. Los colores se ven más pálidos y menos brillantes porque tienden a los azulados.
b. Colores claros tienden a destacar más que los oscuros.
c. La fuerza e Intensidad de las líneas se debilita.
d. La textura es menos contrastante porque el grano se lee más fino.
Se aconseja de forma general, buscar un equilibrio cromático y mantener una proporción determinada y bien establecida entre los colores. Además de elegir una gama de colores armoniosa se deben de reconocer los siguientes hechos importantes; que los colores definen formas y espacios. Se debe, por lo tanto, tener un control firme de los niveles de valor y saturación para destacar visualmente una parte de su contexto inmediato.
Elegir un esquema cromático basado en reglas muy concretas de tonos, armonías y/o contrastes. También el color de fondo puede influir sustancialmente en la apreciación de la gama elegida, así como que también hay una interacción entre los colores mismos.
Hay que entrenarse para discernir cómo se comporta un esquema de color en una obra paisajística y apreciar mucho el arte. Por lo general nos basamos en criterios muy personales y los clientes aprecian una buena asesoría. Los colores en obras de paisajismo con predominio de plantas puede variar muy de prisa y el aspecto general puede cambiar en cuestión de días. Esto es un potencial y no es para nada negativo. Hay que revisar in situ, y a través del tiempo si el efecto perceptual que se proyectó se logró a cabalidad y muchas veces se tiene la ventaja de que se pueden corregir o acentuar los efectos y recursos que nos propusimos al principio. Para tener una idea de los criterios que propongo los invito a leer los siguientes artículos publicados con anterioridad en este mismo Blog.
El círculo cromático. HERRAMIENTA N°1 PARA EL PAISAJISTA
Contrastes de colores complementarios. HERRAMIENTA N°2 PARA EL PAISAJISTA
Armonías por Contraste. HERRAMIENTA N°3 PARA EL PAISAJISTA.
Otros temas asociados a teorías del color:
LOS COLORES DE LAS FLORES; Un resultado de la Evolución.
Arquitectura paisajista y teoría del color. Resumen de tesis.
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