viernes, 11 de noviembre de 2016

Las cercas vivas en Costa Rica

Foto de Ricardo Chaves de una cerca viva de  árbol Bursera simaruba (L.) Sarg. que es una especie que crece entre 3 y 25 m de alto. Su principal característica es la corteza de color rojizo que se desprende en láminas y el olor a mango cele que tienen las hojas, las ramitas tiernas y los frutos. Las hojas son compuestas, con 5 a 9 hojuelas. Las flores son de color blanco y los frutos ovoides, de color rojo y más obscuros al madurar.

Las cercas vivas son un rasgo característico del paisaje costarricense y vemos esos alineamientos de árboles desde el nivel del mar hasta las estribaciones de elevadas montañas. Las hay desde ambientes relativamente secos hasta algunas de las áreas con precipitaciones altas. Son un común denominador del paisaje agrícola y pecuario que domina una importante porción del suelo rico y productivo del país. 

Los paisajes agrarios se aprecian en el medio periurbano y rural y su morfología está definida por la combinación de los factores físicos que integran el medio natural y los factores humanos expresados por la actividad agraria.  

En general las cercas vivas se establecen por medio de la plantación de estacas grandes de especies arbóreas o arbustivas que pueden enraizar con relativa facilidad. Dichas estacas pueden ser de 2.5 m de largo y entre 8 y 20 cm de diámetro sobre las cuales se colocan con grapas varios hilos de alambre de púas, aun con esas cicatrices en la corteza pueden rebrotar. Se necesita que haya mano de obra ocasional o permanente para su mantenimiento que consiste en podas de copas anuales.

Este sistema de cerramiento tiene la ventaja que proporciona un hábitat favorable para muchos animales silvestres y pueden ser beneficiosos ya que pueden llegar a controlar las plagas de los cultivos. Ellas mismas se convierten en biomasa consumible por algunos insectos como las de las mariposas que las devoran en su estado larval y que de lo contrario pueden atacar los cultivos.

En las cercas vivas de Costa Rica se utilizan numerosas especies de acuerdo con las condiciones climáticas, las zonas de vida y las prácticas culturales de los pueblos o caseríos ubicados en estos contextos.

Es conveniente entender lo que corresponde a las Zonas de Vida en que se ha dividido el país para comprobar la asociación del tipo de cultivo y las especies que el campesino o hacendado costarricense han elegido por su adaptabilidad para que cumplan con el propósito de generar cerramiento y protección entre otros beneficios asociados. El sistema de Zonas de Vida de Holdridge es actualmente uno de los más utilizados para clasificar las formaciones naturales y los mapeos de estas áreas nos ayudan gráficamente a comprender la complejidad y variabilidad con que cuenta el territorio nacional.  Es un sistema de clasificación ecológica muy utilizado porque propone límites bien definidos, se actualiza y está en permanente revisión siendo sensible a los pequeños cambios que ocurren en la vegetación que, como hemos comprobado, pueden darse aun a corta distancia por las variaciones de uno o varios de los factores ambientales que afectan el desarrollo o la presencia en los ecosistemas. Las ventajas que se le reconocen a este sistema son muchos, puede ser utilizado para diversos propósitos y es una referencia obligada en todo análisis académico y científico. Al permitir identificar muestras de las comunidades naturales existentes se puede determinar la  importancia relativa para su conservación, la planificación del uso del suelo, prevenir el impacto ecológico y la degradación ambiental y permitir la investigación.

Costa Rica es un país pequeño, alcanza los 54 000 kilómetros cuadrados de los cuales más del 10%  se encuentra cultivado. Se estimaba que para el 2010 en el país había aproximadamente 140,000 productores agropecuarios. Comparado con otros países de Centroamérica en Costa Rica es muy reducida la agricultura de subsistencia. Según el censo del 2014 la superficie sembrada de cultivos permanentes es de 557 888,6 hectáreas, donde destaca el café con el 23,8% de dicha extensión, seguido por la palma aceitera 18,8%, la caña de azúcar (18,4%, el banano 14,6% y la piña 10,6%). En el país existen 17 781 fincas con cultivos forestales. Los principales cultivos forestales suman un área sembrada de 88 891,5 hectáreas; de las cuales la teca y la melina alcanzan conjuntamente el 73,6%. 
Para Hall (1984), el gran número de zonas de vida permite la producción de gran variedad de cultivos:

Zona tropical seca: apta para la ganadería de carne. El país tiene 1 278 817 cabezas de ganado vacuno, de las cuales 428 844 están en la provincia de Alajuela (33,5%), 281 500 en Guanacaste (22,0%) y en San José 110 388 (8,6%). 


Guanacaste y San Carlos son las zonas con más fincas ganaderas. Aquí un explotación cerca del Parque Nacional Santa Rosa. | foto de RAFAEL PACHECO tomada de http://www.nacion.com/economia/agro/Pastos-tierras-agricolas-Costa-Rica_0_1531246886.html

El 42,1% del hato de vacunos es para la producción de carne, que se ubica principalmente en la provincia de Guanacaste, esta tiene 145 346 animales de este tipo. El ganado de doble propósito y el que es para la producción de leche representan el 32,0% y el 25,6% respectivamente,que se encuentran principalmente en la provincia de Alajuela. 

También para arroz, algodón, caña de azúcar, maíz. Las cercas vivas más comunes son de Indio desnudo o jiñocuabe. Su nombre científico es Bursera simaruba (L.) Sarg. El limón ornamental (Swinglea Glutinosa),Originaria de Asia y otras que iré recopilando con ayuda de la gente. 


Foto de Guillermo Chaves de una doble cerca viva de higuerones en una finca ganadera. Está delimitando una servidumbre de paso que a la vez sirve para sombra para el ganado. 

Otras de estas zonas que tienen sus particularidades en cuanto a las cercas vivas que utilizan son: 

Zonas de montanos húmedos y muy húmedos. Aptos para ganadería de leche y hortalizas.
Zonas de premontano húmedo, para cultivos subtropicales como café, tabaco, piña, tomate, chile cebolla mango, aguacate y cítricos. El café sigue siendo el cultivo de mayor importancia en cuanto a la superficie utilizada (109,000 hectáreas en el 2010). Pero de acuerdo con el Censo del 2015, 84.133 hectáreas están sembradas con ese producto. Se nota además una reducción de las hectáreas dedicadas a este cultivo desplazado por otros cultivos, los procesos de urbanización o abandonados por baja productividad.
Zona tropical húmeda y muy húmeda para arroz inundado, banano, cacao, coco, palma africana, pejibaye.El segundo producto más cultivado en Costa Rica es el arroz (68,000 hectáreas). Le sigue la producción de bananos (48,000 hectáreas). La caña de azúcar ocupa (56,000 hectáreas). Otros productos muy cultivados son los frijoles (32,000 hectáreas), la palmera de aceite (40 000 hectáreas) y las naranjas (25,000 hectáreas). Todos los anteriores son los llamados productos tradicionales que se entiende son el banano, el cacao, el café y la caña de azúcar y los que han transformado el paisaje del país en una gran proporción.

Hay una tendencia al crecimiento de los productos clasificados como no tradicionales, que están aumentando en eficiencia e impulsan el rendimiento nacional en la agricultura en esos años. La productividad en los bienes agrícolas se refleja en su aporte de divisas para el país. Todo esto puede hacer que el paisaje se transforme y puede ser que para bien, pero si se desconocen sus valores es posible que pase como un factor irrelevante para la población en general, sin embargo hay que recordar que el país vende la ecología y el paisaje como uno de sus bienes intangibles y debemos conservar y mejorar su calidad.

Un propósito de estos artículos es generar pensamiento y discusión sobre estos componentes del Paisaje a los que muchos costarricenses no le dan importancia y no los identifican como sujetos de destacar como componente que da identidad a nuestra particular geografía. 


-El paisaje es uno de los recursos culturales y ambientales de Costa Rica y de hecho se vende como un destino "verde" para el turismo internacional. Las aparentemente simples cercas vivas tienen importancia ecológica al proveer refugio y alimento a muchas especies, dan cierta continuidad al constituir alineamientos arbóreos que aprovechan muchas especies para transitar y visualmente conforman pantallas visuales de alta calidad estética.  

-Se asocia la calidad ambiental a la calidad de vida del medio rural, de hecho estas cercas son un recurso que proporciona servicios ambientales importantes. El paisaje es parte del ambiente y por lo tanto es objeto de tutela por parte del ciudadano que aunque tal vez no está muy consciente de este aspecto. Se nota la diferencia entre los postes de concreto, que no aportan ninguna característica ambiental, de las cercas vivas que son baratas y generan una dinámica ambiental favorable.

-Sensibilizar a la población respecto de la importancia del paisaje, sus funciones, su evolución y transformación para que de importancia a sus cercas vivas como biomas que son sumideros de carbono y que sumadas, las de todo el país, logran una cobertura arbórea nada despreciable.

-Los paisajes son notablemente frágiles y se deterioran muchas veces irreversiblemente. Cada vez que se elimina una cerca viva para plantar postes de cemento se pierde calidad en la paisaje, se vuelve inerte y monótono .

-El paisaje debe estar en el debate actual del desarrollo nacional, porque la verdad siempre ha estado ausente. Se deben reconocer los agroecosistemas y paisajes agrarios como una parte importante de nuestro cultura. Todas sus manifestaciones son destacables y merecen su reconocimiento y promoción.

-El análisis, la sistematización y el diagnóstico de esos paisaje culturales son vitales para crear estrategias de ordenamiento y planificación del entorno rural. Se debe potenciar el valor de estos sistemas estudiando y sistematizando aspectos como el aporte de las cercas vivas de manera que se reconozca su relevancia.

-Todo territorio antropizado tiene sus desajustes y urgencias así como sus virtudes y potencialidades. Lo que debemos entender es que hay una tremenda fragilidad en el paisaje y poco poco, con intervenciones desacertadas se pierde de manera continuada. 

-Los objetivos de calidad paisajística se están convirtiendo en una referencia para políticas territoriales y sectoriales. La calidad paisajística depende del como se interviene y modifica. Las cercas vivas son y serán esenciales a la hora de establecer esos objetivos de calidad socialmente compartidos y que promueven la sensibilización social hacia el valor de los paisajes.

Fuente http://www.fao.org/3/a-y4632s/y4632s0g.htm

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Parques urbanos cantonales del Valle Central de Costa Rica

Parque de Curridabat

Los parques urbanos tienen una función importante dentro de la calidad de vida de la población. En la Gran Área Metropolitana se da la mayor concentración de población del país, algunos de sus parques más emblemáticos y tradicionales se encuentran en las cabeceras de cantón y también diseminados en los barrios que se desarrollaron a su alrededor. También están presentes las concentraciones de barrios pobres y marginales más grandes que son los que más necesitan de áreas de esparcimiento. Se puede percibir dado en crecimiento sostenido de la población general del país que hay una escasez en la cantidad y calidad de los parques públicos urbanos, que son los únicos lugares para el solaz y el entretenimiento para un amplio margen de la población.

En las zonas urbanas con mayores índices de necesidades básicas insatisfechas, las zonas verdes y parques tienen una gran importancia porque crean alternativas de recreación. Además logran indirectamente mejorar el funcionamiento de una parte del ecosistema urbano, aumentando además la calidad del medio ambiente y la salud física y mental de sus vecinos. Esto permite a los usuarios el contacto con la naturaleza y la realización de actividades de esparcimiento y recreación.

Hay grandes deficiencias en las condiciones físicas de estos parques que se heredan en su administración cada cuatro años por personeros electos de la comunidad pero que no son técnicamente capacitados en aspectos como diseño urbano o paisajismo. Algunos empleados de mantenimiento están en la planilla de forma permanente y responden a un esquema prefijado con una rutina que muchas veces se vuelve automática y mentalmente restrictiva. Es usual por tanto que respondan a una idea muy esquemática de lo que es y pocas veces se permiten considerarlo como un patrimonio que es factible mejorar. Todos nuestros parque tienen "lugares comunes" o elementos que se repiten y funcionan como remanentes de lo que fue una "idea genial" de alguien que quería dejar una impronta pero que termina en una extravagancia en desuso. Algunos de estos que quiero enumerar son: 


-Lo que fue una fuente el algún momento pero que ya no funciona. 
-Las innumerables placas de homenaje, dedicatoria o reinauguración.
-Moviliario e iluminación de diverso origen, gusto y procedencia en un mismo parque.
-Los falsos históricos en moviliario y componentes arquitectónicos de manera que, por ejemplo, encontremos con bancas versallescas en sitios tropicales que nunca han conocido esa época. 
-La vigilancia es escasa y en las noches es nula por lo que funciona con una marcada temporalidad. Prohibitivo en la oscuridad. La inseguridad amenaza directamente la calidad de vida y reduce la posibilidad de actuar libremente.
-Algunos kioskos no se concibieron con el parque mismo por lo que resultan descontextualizados y algunos sencillamente grotescos. 
-No se hace una renovación de la cobertura vegetal, se sabe muy poco del cuidado arbóreo y se desaprovecha la temporalidad climática para introducir colores y texturas con especies de cobertura, acento y color.
-Cada vez más se impermeabiliza la superficie y vemos aparecer canchas, plazas adoquinadas, casetas de vigilancia sin diseño y otros que reducen en impacto del componente verde. 
 -Se desconoce la ecología del lugar y se abusa de las especies exóticas.

En resumen estos parques y otras zonas verdes en general son sitios que tienen muy poco aporte de un diseño de buen nivel, y tampoco influyen en la calidad paisajista del entorno. Tienden a ser desordenados, sin carácter ni diversidad, lo que facilita el abandono que se agrava con la falta de preparación para un mantenimiento adecuado y finalmente permitiendo el detrimento del entorno del lugar.

Se considera que la calidad estética del entorno inmediato en en el cual vivimos debe ser una aspiración de todos los habitantes. La calidad estética es un factor que tiene una influencia decisiva para su salud anímica del ser humano. El contacto regular con lugares o hitos artísticos no solo tienen un valor estético y recreativo en si mismo, sino que incluye un valor terapéutico sorprendente. Científicamente se sabe que ese contacto alarga la vida, incide positivamente en la salud y mejora el estado físico y mental.

Las cualidades estéticas que tenga un espacio urbano pueden provocar una experimentación sensorial placentera. Las áreas verdes y los parques urbanos son desde todo punto de vista la referencia y del sentido de pertenencia de la imagen urbana. Necesitamos del sentido de seguridad y cobijo para que se promueva y se cree un sentido de identidad.

Muchos de los problemas de estas áreas de esparcimiento arrancan desde la planificación y el diseño. Las zonas verdes se proponen en espacios residuales, con los sitios residenciales dándoles la espalda y sin ningún esfuerzo por integrar quebradas u otros elementos naturales al diseño. Esto los convierte en sitios inseguros, sin carácter, basureros ilegales, y antros para muchos otros problemas indeseables.

Los cantones del Gran Área Metropolitana han experimentado un crecimiento muy importante y cambios en el uso del suelo han sido rápidos y muchas veces sin una regulación clara. La rápida expansión de zonas comerciales, industriales y residenciales ha hecho que muchas de estas áreas luzcan desordenadas y sin elementos que resalten las calidades paisajísticas de cada cantón. Los parques y otras áreas verdes son todos parecidos y no definen identidad de la población a la que sirven. 

Muchos son los elementos que dan a las áreas verdes su expresión y su fisonomía. Se puede recurrir a principios de diseño para establecer equilibrio y escala en las proporciones y buenos criterios de uso y funcionamiento del espacio.

El carácter paisajístico, es decir la composición de un paisaje determinado como tal, lo conforman la variedad e intensidad de los rasgos paisajísticos. El replanteamiento paisajístico de estos parques se puede generar proponiendo diferentes prototipos que serán la base para desarrollar una serie de métodos de planificación y diseño enfocadas en consiguir crear rasgos de carácter distintivo. 

1.    Al fomentar la claridad de lectura se logra una expresión consistente.
2.    Estas cualidades expresivas  pueden ser controladas en el proceso de diseño.
3.    Con el diseño se fomenta la calidad urbana con efecto positivo para la comunidad.
Parque de Curridabat, San José de Costa Rica. Problemas: superficies impermeabilizadas, una columna tipo obelisco de ladrillo que no dialoga con el resto del parque, una caseta de guarda que aspira a imitar una construcción típica de adobe y que tampoco corresponde con el diseño del parque. Taludes erosionados, pocas especies de vegetación de sombra y muy poco colorido o textura en plantas de acento y cobertura. 


Parque de Curridabat, San José de Costa Rica. Problemas: desde un inicio se nota que la especie elegida para el propósito de crear ese patrón geométrico no era la conveniente, el Ficus benjamina. Rápidamente se abandonó la poda de forma cúbica que especificó el arquitecto de manera que quedó a su libre crecimiento y terminó en una masa vegetal fuera de control que además levantó las lozas del pavimento. Una poda radical puede generar otro problema y es que no todas las especies la aguantan por lo que se notan algunos árboles ya cortados y otros cuya recuperación se percibe lenta con respecto a otros. Cabe destacar el mal gusto de pintar la base de los troncos, aún los cortados. 



Según lo que había escrito en un artículo anterior y he investigado en varias fuentes de internet el blanqueado del tronco de los árboles se realiza aún en muchas partes del mundo como una práctica heredada de la fruticultura de las zonas frías, donde puede ayudar a los árboles recién plantados, injertados o podados para protegerlos de los cambios bruscos de temperatura a finales del otoño e invierno. 

El encalado conduce a que el árbol experimente una enfermedad que se llama “clorosis inducida por cal”, cuyos síntomas son el amarillamiento del follaje y la disminución de la capacidad para realizar la fotosíntesis.

Los árboles necesitan respirar y por el tronco lo hacen a través de unas aberturas especiales llamadas lenticelas. El blanqueado obstruye estos poros disminuyendo el intercambio gaseoso y por consiguiente el metabolismo normal. Esto pueden causar la muerte de partes del cambium. El encalado es más lo que perjudica que lo que beneficia a los árboles.

Las plagas y las enfermedades tienen muchas vías de dispersión diferentes a trepar por el tronco. El viento y el agua son sus principales vehículos de propagación. Es un engaño pensar que con el encalado se evita que un árbol se enferme.

Como dice una de mis fuentes: Qué más estético que un árbol sano, fuerte y vigoroso, con un tronco que enseñe su corteza intacta, color y aspecto característico. En las grandes ciudades del mundo, con árboles bellos y espectaculares, no se practica el encalado. El encalado es un indicador de baja cultura en el cuidado de los árboles.



http://www.rivasdaniel.com/Articulos/Por_que_no_encalar.htm

domingo, 6 de noviembre de 2016

Paisaje y nuestra presencia en Isla Bolaños, Chiriquí, Panamá



Es bello comprobar que en muchas partes del mundo la naturaleza está casi inalterada, nos conmueve y sorprende mirar y sentir con asombro que su esencia está en equilibrio. Es ineludible que debemos respetar y agradecer esa integridad que nos acoge y no dejar vestigios de nuestro paso. Cuando percibimos que ese lugar en especial es único en el planeta, que es inusual en su claridad y fuerza de vida, es una obligación tratar de ser tan puros como éste, escuchar sabiduría y sobre todo hacer que la visita sea una reverencia a su existencia. 

Llegamos al mismo lugar que de vez en cuando es ocupado por el turismo, pero ojalá que siempre sea el de un turismo atípico, que esté en disposición de alinearse con la alegría, la belleza y la pureza expresada en silencio y majestad de su paisaje.

Podemos arribar a un lugar y establecer una relación simbiótica, en que respetemos profundamente todos sus elementos tratando de que la comunicación sea en dos sentidos, no en solo uno. Vivir estos paisajes es como un sueño, es el éxtasis donde nos encontramos fluyendo completamente dentro de nuestra misma naturaleza.




El anhelo nostálgico de una armonía y equilibrio se hace posible al jugar como un niño en sus aguas turquesas y arenas blancas. El paraíso está aquí como una promesa que alcanza el corazón. 

Podemos aprovechar cada uno de estos lugares para profundizar en nuestro ser, atreviéndose a ser extraordinarios dentro de lo extraordinario que nos rodea, dando un paso hacia el yo interno, volviéndonos a sentir en un hogar acogedor y confiando una vez más en la tierra que nos sostiene.

Allí es posible entonces reencontrarnos con el lenguaje del alma, que está acercándonos a una espiritualidad naciente de la Tierra misma. Somos la luz de esta nueva conciencia que se enciende con la chispa de cada alma se que se despierta en ella.




Tanta belleza nos hace crecer en conciencia. La presencia humana puede tocar respetuosamente esa geografía con una intención amorosa que aún está viva dentro de nuestro corazón. Por eso a veces se presentan unos visitantes prudentes y respetuosos que no dejarán huella salvo un recuerdo  perdurable de amor y compasión.

Nos llevamos un conocimiento silencioso, bendecidos de reconocer a nuestro planeta como un hogar conectado a su ser. Esto es el arraigo, el anclaje de  nuestra luz de las estrellas, la luz del alma, en la profundidad de la materia, encarnándonos más en la Tierra, disfrutando estando presentes en el aquí y el ahora.

Fue un paisaje que nos hizo rendirnos  sintiendo que la vida realmente es digna de ser vivida y disfrutada siempre y no ocasionalmente. La Tierra tiene mucho para ofrecernos y lo podemos hacer con la máxima consideración. La vida es pura y simple, nosotros nos la complicamos, pero recordemos; somos Naturaleza, nos movemos con sus ritmos, honremos la danza de todas sus manifestaciones. Gaia está evolucionando con nosotros y somos UNO si hacemos de cada paso en la naturaleza una experiencia que nos hace crecer espiritualmente.