lunes, 20 de abril de 2020

Corredores Biológicos Interurbanos (CBI) en Costa Rica, una estrategia nueva para el Corredor Biológico Mesoamericano

Por Arquitecto y Máster en Paisajismo y 
Diseño de Sitio de la Universidad de Costa Rica


Como parte del seminario Corredores biológicos y paisajísticos que se llevó a cabo en día 15 y 16 de mayo del 2020. Realicé una parte de la primera charla que enfatiza en la estrategia regional centroamericana de conectividad ecológica a través del Corredor Biológico Mesoamericano (CBI) con la idea de ubicar la nueva estrategia de los Corredores Biológicos Interurbanos en un contexto regional.



Los CBI son una nueva manera de abordar los problemas de conectividad ecológica para muchas especies de flora y fauna que necesitan del desplazamiento para su sobrevivencia y viabilidad en el tiempo, son también sitios en el medio urbano que pueden permitir el esparcimiento de los ciudadanos, sobre todo en actividades como caminatas, y recreo pasivo. También se tratar de  poner al frente de la toma de decisiones el componente de paisaje y ambiente ante las carencias de varios niveles, como un plan de ordenamiento territorial con suficiente solidez, o de planes reguladores aprobados con el componente ambiental dentro de sus prioridades. La emergencia del Covid-19, que se suma a los efectos del cambio climático nos está haciendo reconsiderar a muchos sobre nuestra relación con lo que nos queda de medio natural, y hay muchas posibilidades de mejorar. Las estrategias como la restauración ecológica, el diseño regenerativo y otras deben servir para revertir la presión creciente del resto del territorio.

El Corredor Biológico Mesoamericano

Se considera que una de las principales causas de la extinción de especies es la reducción del tamaño del hábitat y la fragmentación,  consecuencia directa de la destrucción del ecosistema.  Como una primera estrategia de la región centroamericana para disminuir estos efectos de los procesos de fragmentación se crearon las áreas protegidas y posteriormente los corredores biológicos. Centroamérica ha declarado áreas protegidas desde 1870 cuando en Guatemala se declararon protegidos algunos bosques como Astilleros Municipales. (UICN, 2013). Desde 1992 y después de 20 años de un proceso de gestión de se crea el Sistema Centroamericano de Áreas Protegidas (SICAP) que se constituyó formalmente a partir de la firma y ratificación del Convenio Centroamericano de Biodiversidad y Áreas Silvestres Prioritarias por parte de todos los países de la región. (CCAD, 2003).  Abarca 669 áreas protegidas que suman un total de 124,250 kilómetros cuadrados, equivalentes al 25-26% del territorio centroamericano (Zuñiga, 2002).

Una estrategia posterior al SICAP es la creación de los corredores biológicos, para conectar esos fragmentos de bosque nativo protegidos y con ello evitar la desaparición de especies emblemáticas como el jaguar, pumas y aves rapaces que están en la cúspide de la cadena alimenticia y que estaban muy amenazadas. También habían otras especies en peligro como la Lapa Verde (Ara ambiguus) que tiene una distribución reducida, las de gran tamaño, como la Danta (Tapirus bairdii), o migratorias que requieren diversos hábitat naturales también sufrían una reducción notable de sus poblaciones al ocuparse sus territorios. Los corredores además permitirían la migración de especies de plantas y la repoblación de especies maderables que se explotaron irracionalmente hasta hacerlas casi desaparecer.




Los antecedentes del Corredor Biológico Mesoamericano

El inicio de su historia se encuentra en 1990, resultado de la iniciativa de un consorcio de organizaciones conservacionistas internacionales, el Consorcio Paseo Pantera que incluían a  Wildlife Conservation Society y Caribbean Conservation Corporation (con fondos de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (AID))  y que tenían la idea de crear proyectos regionales de corredores. (CONABIO, s/f). En 1993 esta organización auspicia una conferencia en Costa Rica la Conferencia Regional llamada “Corredores conservacionistas en la región Centroamericana” (Vega, 1993) Mesoamérica con el 0.5 % de la superficie terrestre del mundo, alberga aproximadamente el 7% de la diversidad biológica del planeta. (Godoy, 2003)

Luego en una reunión en Costa Rica 1994 proponen un “Mapeo de la potencialidad de un corredor biológico continuo en América Central” que estableció la factibilidad de crear un corredor desde Guatemala hasta Panamá. Durante los cinco años siguientes se fue ampliando el alcance del concepto del Paseo Pantera hasta convertirse en la base del Corredor Biológico Mesoamericano. En 1996 la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) elaboró el proyecto titulado Sistema Regional Mesoamericano de Áreas Protegidas, Zonas de Amortiguamiento y Corredores Biológicos (Corredor Biológico Mesoamericano) (Acta de Cámara de diputados de la Nación Argentina. 1999). Para 1999 también se conoce en varios paices el Proyecto "Corredor Ecológico de las Américas" (CEAm) promovido por la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS).

El Corredor Biológico Mesoamericano fue establecido en 1997 por los gobiernos de los países que conforman la región mesoamericana: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, cuyo objetivo es conservar la diversidad biológica de la región, al tiempo que fomenta el desarrollo sostenible. Inició funciones este año, con un presupuesto de unos $13.000.000 aportados por el PNUD/FMAM y el gobierno de Alemania. México se integra formalmente en el 2002, una vez se decidió la participación de los cinco estados del sur de México, también se procedió a rediseñar el Corredor Biológico Mesoamericano integrando los estados de Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Oaxaca. Desde el 2007, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad mexicana CONABIO ha impulsado al Corredor Biológico Mesoamericano (CBM).




1996. Mapa de Costa Rica mostrando la Propuesta de Ordenamiento Territorial para la Conservación de la Biodiversidad de Costa Rica

La Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) define a un corredor biológico como “un espacio geográfico delimitado que proporciona conectividad entre paisajes, ecosistemas y hábitat, naturales o modificados, y asegura el mantenimiento de la diversidad biológica y los procesos ecológicos y evolutivos”. La (CCAD) es el órgano del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA),  que es responsable de la agenda ambiental de Centroamérica. Su objetivo es “contribuir al desarrollo sostenible de la región centroamericana, fortaleciendo el régimen de cooperación e integración para la gestión ambiental”. (CONABIO, s/f)

La siguiente cita es más precisa en lo que se busca considerando que la tenencia de la tierra está, en un porcentaje muy alto en manos privadas. Lo que se busca es crear alternativas para el buen uso, manejo y conservación de suelos. El uso no conforme de la tierra produce enormes pérdidas por erosión y degradación en los terrenos con su mala utilización, esto se busca revertir.

“En la práctica, lo que el CBM busca es la conexión de las áreas naturales protegidas por medio de corredores biológicos formados a través de promover la conservación de fragmentos de ecosistemas naturales no protegidos gubernamentalmente, así como el fomento de actividades productivas ambientalmente amigables como (pero no limitadas a) la forestería, agroforestería, agricultura ecoamigable y ecoturismo.” (Barandiarán, Gutiérrez,  Ramos & Salzberg. s/f)

En Costa Rica hay programas de Conservación Estatales y Privados y de hecho cuenta con el más exitoso plan de conservación para la selva tropical de la región que se debe a la suma de esfuerzos de instituciones del estado, ONGs, sector privado y muchos otros actores. Por dar un ejemplo; el Estado cuenta con un programa de pago por servicios ambientales (PSA) que consiste en un reconocimiento financiero por parte del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO) para quienes conserven plantaciones forestales por los servicios ambientales que éstos proveen y que inciden directamente en la protección y mejoramiento del medio ambiente. Pero hay muchas otras formas en que se promueve la conservación que deben ser dadas a conocer para que las fincas sean productivas de manera sostenible.  El CATIE, (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza) ha desarrollado para la región una valiosa labor en el campo educativo y de investigación, cuenta con el programa “Producción y Conservación en Bosques, el cual busca por medio de la generación de conocimiento científico, la educación de posgrado y la proyección externa, atender necesidades de los países de la región en el tema forestal para así mejorar el bienestar humano.” CATIE. s/f.

Hoy se pueden dar buenas noticias como la siguiente “En el país la deforestación alcanzó su máximo valor en la década de 1980, sin embargo, con el significativo aumento del 54% de la superficie forestal se logró revertir, siendo un ejemplo en la región, según el Nuevo informe de la FAO, El estado de los bosques del mundo 2016 (SOFO, por sus siglas en inglés).”  Como dijo el ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica, Carlos Manuel Rodríguez, "Costa Rica ha duplicado sus bosques en los últimos 30 años y el resto de Centroamérica ha perdido alrededor del 30 por ciento". Esto es necesario darlo a conocer y reforzar la visión conservacionista que ha logrado penetrar a parte del sector productivo y la sociedad. 

El Corredor Jaguar 

Es muy importante reconocer las iniciativas de la sociedad civil que son pioneras en la conservación y protección de los bosques. La presión que ejerce es importante para permear y posicionar el tema entre quienes toman decisiones en el ámbito político.  Es la vía en que muchos proyectos como el CBM pueden concretarse. Están también, organizativamente fuerte el sector empresarial, público y privado con los programas de responsabilidad social empresarial (RSE), y que por medio de corporaciones están dando un impulso enorme al campo ambiental. Una vez que se tiene un proyecto consistente y una organización comprometida con una causa se puede tratar de acceder a la cooperación y asesoría a nivel internacional y ser escuchado por las instituciones del Estado, o también tomar la iniciativa con este aporte privado. Se tiene que contar con ese brazo conocedor local o de cooperación internacional con un liderazgo sostenido para dar viabilidad a estos emprendimientos. Un ejemplo es la organización internacional Panthera. (SINAC), siempre ha considerado los beneficios de las  iniciativas de cooperación internacional ya que se busca que se fortalezca la biodiversidad a través de la  conservación y el fortalecimiento de los servicios ecosistémicos.

Autor desconocido

El Corredor Jaguar es, según la página de la Organización Conexión Jaguar, el corredor biológico más extenso del mundo para una especie, donde ser busca proteger o recuperar la conectividad entre sus principales poblaciones en América Latina y la supervivencia de este felino a lo largo del continente.  En el 2006 resurge el jaguar como símbolo de conservación por la organización internacional Panthera que se dedica exclusivamente a la conservación de las 40 especies de felinos silvestres que existen en el planeta, y los ecosistemas en que viven. Con la experiencia de biólogos y expertos en felinos de todo el mundo es que proponen proyectos como este  dedicado exclusivamente a la conservación de las 38 especies de felinos silvestres americanos y sus ecosistemas, desde el norte de México hasta Argentina. (Panthera Costa Rica.  2017-2020)


Mapa de Corredor Jaguar

El jaguar (Panthera onca), está catalogado como ‘Casi Amenazado’ en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Es una especie “carismática y emblemática” para muchas iniciativas de conservación latinoamericanas.  Proyectos como el programa de conservación del Corredor Biológico Mesoamericano, originalmente el “Paseo Pantera”, busca interconectar áreas protegidas de Centroamérica con el fin de establecer un puente de conservación entre Norte y Sur América. Los corredores biológicos interurbanos tienen una importancia enorme para las seis especies de felinos del país ya que la aparición, sobre todo de especies grandes causa algún temor.

Este corredor se ve desafiado por la agricultura extensiva, la minería ilegal, la deforestación y la cacería. Esteban Payán, Director Regional de Panthera para el norte de América del Sur dice que el Corredor del Jaguar puede dejar de existir en cinco años en Colombia por esos problemas citados. Según cifras de la organización Panthera, los jaguares han sido erradicados en un 40 por ciento de su rango histórico, y se han extinguido en Uruguay y El Salvador. (Red Prensa Verde.  2019)

El jaguar es una “especie sombrilla” debido a que utiliza una gran extensión de terreno con diferentes tipos de hábitat y por lo tanto cuando se le protege, se protege también a una gran cantidad de especies con las que coexiste (Miller y Rabinowitz 2002). Existe un compromiso del país que incluye sus seis especies de felinos, para lograr la conectividad entre las poblaciones de jaguar,  expertos recomiendan  la extensión de los límites de las Áreas Silvestres Protegidas, con estrategias como la recuperación de los ecosistemas y la implementación de Corredores Biológicos en las zonas de amortiguamiento. (SINAC, 2018)

Los peligros para el Corredor Biológico Interamericano.


Corredores interoceánicos https://archivo.eluniversal.com.mx/el-mundo/2014/corredores-interoceanicos-el-suenio-de-centroamerica-1061950.html

1- los canales interoceánicos secos y acuáticos.

La propuesta de varios Corredores interoceánicos cruzando Centroamérica es una de las más grandes preocupaciones para consolidar la conectividad ecológica de la viabilidad del intercambio genético de especies. Los cortes que imponen los megaproyectos e infraestructuras como el Canal de Panamá, en Honduras y en el Istmo de Tehuantepec, Canal Seco de Costa Rica y en canal en Nicaragua son tajos que implican un cambio radical del uso del suelo y la vía para que se urbanicen sus alrededores. Es un obstáculo para la conservación del paisaje y la dispersión para el intercambio genético de las especies de flora y fauna.

Alberto Yanosky, biólogo de vida silvestre del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Paraguay. El istmo de Panamá ya no funciona como puente para los animales. El centro de Panamá presenta la mayor degradación de hábitats, sobre todo en las áreas que rodean la cuenca del Canal de Panamá.  La conclusión inequívoca es que la actividad humana ha limitado las funciones de la región más estrecha del Corredor Biológico Mesoamericano, impidiendo el tránsito de los animales y el flujo de genes, lo cual a su vez puede ser perjudicial para su supervivencia a largo plazo. El centro de Panamá presenta la mayor degradación de hábitats en las áreas que rodean la cuenca del Canal. “Los resultados sugieren fuertemente que el puente a través de Panamá está roto“, dice el ecologista Ninon Meyer, el autor principal de un estudio sobre la migración de felinos y que contaba con una serie de cámaras fueron ubicadas de manera estratégica para tomar evidencia precisa del movimiento de los animales. (Monteverde, 2019)

El Canal de Nicaragua, según uno de los trazos propuestos de mayor longitud tiene 278 kilómetros, es una ruta acuática que va desde los 250 a los 500 metros de ancho y de 27 a 30 metros de profundidad con una docena de exclusas.  Esta es una cercenamiento del territorio que hace irrecuperable la posibilidad de interconectividad biológica entre áreas protegidas. 

El Canal seco interoceánico de Costa Rica para transportar mercadería de mar a mar en solo tres horas. Constaría de tres líneas férreas (una de emergencia) y una autopista de 10 carriles que unirían los puertos que se construirían en Parismina (Limón) y Santa Elena (Guanacaste, Pacífico norte). De un carácter un poco distinto a los anteriores puede tener un efecto devastador para los corredores biológicos ya que implica usos incompatibles.  

2- La deforestación incontrolada en países de Centroamérica

La deforestación del bosque es un común denominador en toda la región centroamericana y ningún país escapa a esta ruinosa práctica. En 1983  la cobertura forestal en Nicaragua era de aproximadamente 6.86 millones de hectáreas, sin embargo para el año 2000 la cobertura forestal se estima en 5.61 millones de hectáreas, lo que representa una pérdida de 1.24 millones de hectáreas en un período de 17 años. Del 2011 al 2018, Nicaragua perdió un 1.400,000 mil hectáreas de bosque según análisis de Centro Humbold, se talaron más de 133.000 (del 2011 a 2016) hectáreas anuales. Han desaparecido más de 600.000 hectáreas en las últimas cinco gestiones. Esta es una reducción que “ va ligada al tema de acceso al agua, porque a medida que esa cantidad se perdió, también hubo una reducción del 35% de las precipitaciones y la disponibilidad de agua en las comunidades del Corredor Seco [zona comprendida por cinco departamentos]", según afirma Jurgen Guevara. (Rodríguez, A.  2017)



También hay una voluntad de la población de frenar y revertir el deterioro ambiental tan acelerado. Sus instituciones están tratando de proteger las reservas naturales y fuentes forestales e hídricas, pero también hay una fuerte presión sobre las grandes áreas de bosque protegidas.  La Fundación del Río estima que la Reserva Indio Maíz pierde más de 30,000 hectáreas de cobertura forestal cada año. Se pierden un total de 70,000 hectáreas en Nicaragua por año. Esta es una noticia muy negativa para el CBM.

Las perspectivas de crecimiento de las áreas protegidas y los corredores biológicos 

Costa Rica tiene el 25.58% territorio protegido bajo diversas formas de conservación. Se sigue demostrando que proteger lugares de gran belleza escénica y valor ecológico por medio del Sistema de Áreas de Conservación de Costa Rica (SINAC) es una excelente inversión, ya que constituye el destino favorito de los turistas durante su estadía en nuestro país. El país decidió hace cerca de dos décadas utilizar la naturaleza como eje central del producto turístico nacional. En el 2006, Costa Rica crea el Sistema Nacional de Áreas de Conservación y Programa Nacional de Corredores Biológicos (PNCB). “El Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional (CINPE-UNA) con el apoyo del SINAC, estimó que el aporte a nivel nacional de los parques nacionales y reservas biológicas fue de aproximadamente 1.028.142.360.522 colones”. (El Mundo CR, 2019)



Los corredores biológicos según la página del SINAC son 44 en Costa Rica, suman aproximadamente 1.753.822 ha, un 34% del territorio nacional. En el 2013, los investigadores del CATIE se plantearon evaluar cómo los corredores biológicos podrían facilitar la dispersión de la flora entre áreas protegidas bajo escenarios de cambio climático en Mesoamérica simulados en el laboratorio. El estudio subrayó la importancia de diseñar una red de áreas protegidas y corredores en la región y preservar las ya existentes.

El CATIE, Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), en el 2013 determinó que «se necesita ampliar en 11% la extensión de las áreas silvestres protegidas y al menos un 5%el área de corredores biológicos. (Viatori, 2019)




Hay un discurso a nivel nacional que parece no ser coherente y aunque se pueden mostrar números impresionantes a nivel general en el ámbito de conservación de protección ambiental, ya que se llegó a un nivel que nos permite decir que se logró un buen esquema de áreas protegidas, pero a nivel de la ciudad esa imagen VERDE, se transforma en una deslucida y descuidada GRIS vida urbana que deja mucho que desear. En el Gran Área Metropolitana hay un crecimiento indetenible de la masa cosntruida, y aunque muy negados y en la espalda de lo urbano están las cuencas de los ríos, y una serie de parques, que aunque insuficientes para la población, tienen un enorme potencial de conectividad ecológica y paisajística. Las instituciones que han liderado la estrategia de los Corredores Biológicos Interurbanos son el SINAC, la CNFL.

Reforzar el sistema de corredores biológicos es una prioridad nacional necesaria, y para ir llegando al tema de los CBI hay que contextualizarlos en la siguiente línea jerárquica; el Programa Nacional de Corredores Biológicos (PNCB) se rige por la siguiente estructura:


  1. Un Programa Regional para la Consolidación del Corredor Biológico Mesoamericano.
  2. La Red Nacional de Corredores Biológicos de Costa Rica.
  3. Los Programas Regionales de Corredores Biológicos en las Áreas de Conservación.
  4. Los Consejos Locales de Corredores Biológicos. (Arauz-    Beita I., Arias-Navarro A. 2016)
         
Corredores Biológicos Interurbanos

En el plano de propuesta de corredores biológicos y áreas protegidas se ve un gran vacío de conectividad, casi todo el territorio ocupado por el desarrollo urbano y periurbano. Esta ausencia de conectividad ecológica es lo que trata de enmendar con los corredores biológicos interurbanos. De los que hablarán en las próximas charlas, tanto Magaly Castro Coordinadora del Programa Regional de Corredores Biológicos del Área de Conservación Central del SINAC-MINAE,  como Sergio Feoli. Compañia Nacional de Fuerza y Luz, Desde el 2008, la CNFL ha participado en la creación de una red de corredores biológicos interurbanos, donde se provea de un espacio para la generación de servicios ecosistémicos, favoreciendo la cantidad y calidad del agua que llegan a los embalses de las Plantas Hidroeléctricas.

Un importante avance en el campo de la conectividad ecológica de la última en Costa Rica se da por medio del Decreto Número 40043-MINAE, el cual fue publicado el 27 de enero del 2017, donde se tipifican otros tres tipos Corredor Biológico en zonas rurales, Corredor Biológico Marino-Costero, Corredor Biológico Interurbano, que se define como;

Corredor Biológico Interurbano
Corredor Biológico en zonas rurales
Corredor Biológico Marino-Costero

Los Corredores Biológicos Interurbanos (CBI) son extensiones territoriales urbanas que proporcionan conectividad entre áreas silvestres protegidas, paisajes microcuencas y espacios verdes. Estos espacios pueden ser naturales, como las riberas de los ríos, lagos y pequeños remanentes de bosque en zonas urbanas; o pueden ser hechas por el humano, como lo son los parques urbanos, jardines, avenidas, calles y bulevares arborizados, línea férrea, islotes, entre otros.

En el año 2018, se han oficializado dos CBI: CBI Garcimuñoz (está al oeste del Valle Central, dando inicio al sur del Volcán Poás hasta llegar a la Zona Protectora el Rodeo) y CBI María Aguilar (está ubicado al sureste del Valle Central, inicia su recorrido en el Distrito de San Ramón de Tres Ríos y finaliza en el Distrito de San Felipe de Alajuelita). (CoBioRed, s/f) Los Corredores Biológicos Interurbanos (CBI) en Costa Rica.

Los seis Corredores Biológicos Interurbanos deben ser administrados por los Consejos Locales de Corredores Biológicos que se espera estén conformados con integrantes tienen las capacidades necesarias y adecuadas para manejar y mantener estructuras de gestión y gobernanza.

1.         Corredor Biológico Interurbano María Aguilar
2.         Corredor Biológico Interurbano Río Torres
3.         Corredor Biológico Interurbano Garcimuñoz
4.         Corredor Biológico Interurbano Rio Tiribí
5.         Corredor Biológico Interurbano Pará–  Toyopán y
6.         Corredor Biológico Interurbano El Achiote.



Según se concibe el plan, Los Corredores Biológicos Interurbanos (CBI) tendrían la función de crear un cinturón verde (“Trama Verde”) con una red coherente de Infraestructura Verde dentro y alrededor de la GAM, para que haya una mayor disponibilidad de áreas de recreación cercanas. Los CBI funcionan como “carreteras” o “caminos” de la fauna dentro de una gran masa de concreto contenida en la ciudad. La  revegetación  incrementa  la  protección  del suelo,  frena  la  escorrentía  y  facilita  la  infiltración.

Los ríos se consideran hábitats preferenciales para la recreación de la sociedad, protección de la naturaleza y la biodiversidad y Proporcionarían la conexión áreas importantes de biodiversidad para permitir así el intercambio genético de flora y fauna. Al incorporar información interpretada en los senderos de los servicios ecosistémicos como; mejor calidad de aire y agua, de un microclima mejorado, contrarrestar el balance de carbono (emisiones de CO2), preservar los biotopos y hábitats de especies endémicas y aves migratorias en la GAM. Todo debe ser sostenible por lo que se necesitan programas de seguimiento, medición y monitoreo de los avances logrados.  Se necesita hacer que se conozcan estos beneficios de los CBI por medio de una amplia divulgación y programas educativos que incorporen tecnologías de información.

Retos para los CBI

Tenemos a la Arquitectura de paisaje y el Diseño regenerativo como dos disciplinas que pueden confluir en un solo propósito, la mejora de la calidad ambiental y la conectividad social en los entornos urbanos. Se habla del Paisajismo regenerativo cuando se proponen sistemas capaces de restaurar, renovar o revitalizar recursos naturales afectados o dañados por la acción humana. También con la capacidad de retener y aumentar la integridad esencial de sus capacidades regenerativas. Hay que recodar que la principal función de los corredores es la conectividad para que las especies se desplacen. Se tienen que hacer muchos estudios para lograr una identificación y caracterización de cruces de fauna silvestre y su posterior monitoreo. Los ecoductos, puentes de conectividad ecológica son de alta inversión y puede ameritar que se construyan junto a pasos aéreos o subterráneos. Un ejemplo son los pasos de fauna tanto inferior como aéreo que el MOPT está trabajando en nuevas carreteras. Una alcantarilla de cuadro adaptada con pasarela o plataforma, para el paso de fauna se ha comprobado que funciona bien.

La arquitectura de paisaje también cuenta con estrategias como la Infraestructura Verde-azul urbana, que es un conjunto de herramientas con las que resolver tanto los problemas sociales como los ambientales, basados en el funcionamiento de los sistemas naturales y en la búsqueda del incremento del capital natural (definición de Rafael Norbona)

El compromiso de las iniciativas de la sociedad civil

Hace ya varios años se inicia un movimiento que muestra una mayor consciencia sobre la devastación y el trato vergonzoso que como sociedad le hemos dado a los ríos urbanos. Se organizan y toman acción,  colaboran en aspectos como la limpieza de sólidos del cauce y otros programas de alcance estimable. Hay una estrategia organizativa que funciona para organizaciones de la sociedad civil y es posicionar un tema por medio de un eslogan, que funciona como repetir un mantra y con ello lograr sinergias hacia una iniciativa. 



Hay que recordar y dar el mérito al arquitecto Rolf Ruge fundador de la Feria Verde y Junta Directiva de los Amigos del Torres. Lograron reunir y organizar junto con instituciones, organizaciones, colectivos y particulares, recuperar el Río Torres como elemento urbano de importancia ambiental, social y cultural para varios cantones. Tienen una meta que busca limpiar el río Torres para 2026.



Otras organizaciones muy consistentes son RIO URBANO, tiene otro mantra “Por ríos sanos y comunidades sostenibles”, nace en el 2012 como parte de un proyecto transdisciplinario elaborado en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica, y se consolida como un equipo con una visión integral de la problemáticas de los ríos urbanos del país.



Rutas naturbanas creen en “un espacio donde las personas puedan movilizarse a través de la ciudad en comunión con la naturaleza”. Su proyecto se propone conectar 25 kilómetros de la ciudad de San José a través de caminos peatonales y ciclovías en orientación Este a Oeste, utilizando como ejes a los ríos Torres y María Aguilar. Tienen también un plan Nacional de Descarbonización apuesta a la movilidad sostenible, que se centran primero en el peatón, y después por los medios activos como las patinetas, los patines y las bicicletas. Esto entre muchos otros programas con una línea ambiental. El año Primer tramo de Rutas Naturbanas (400 m) con fondos del Banco Nacional, ubicado en Barrio Tournón. Compartido con el nuevo Edificio del Banco Central. Diseño de Paisaje de la empresa TPA Paisajismo. Lo bueno de este proyecto es que coloca un estándar de diseño y acabados de alto nivel. Otras organizaciones son Chepecletas, Árboles Mágicos, PPAR y otras que se han dado empuje a los corredores urbanos . 


El estado por medio de la Dirección de Agua (MINAE), y el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), lideran el programa “Ríos Limpios: Estrategia Nacional para la Recuperación de Cuencas Urbanas 2020-2030”, en conjunto con distintos entes y organizaciones a nivel nacional.

Maestría en Paisajismo y Diseño de Sitio junto con el Taller de Diseño Ambiente y Paisaje de La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica reconocemos la importancia que tienen los CBI como parte de una estrategia país de interconectividad biológica y calidad ambiental en los entornos urbanizados. Agradecemos la anuencia a cooperar y mostrar los variados enfoques y puntos de vista a todos los invitados y gracias a que este seminario queda en línea seguirá teniendo vigencia e influencia para los involucrados e interesados en temas de corredores biológicos.

Bibliografía


UICN, 2003. ÁREAS PROTEGIDAS EN LATINOAMÉRICA-DE CARACAS A DURBAN Un vistazo sobre su estado 1992 – 2003 y tendencias futuras. Recuperado de https://portals.iucn.org/library/sites/library/files/documents/2003-060.pdf

CONABIO. s/f. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad Mexicana. Corredor Biológico Mesoamericano.

Vega, Alberto, 1993.  Corredores conservacionistas en la Región Centroamericana. Conservation corridors in the Central American Region. Tropical Research and Development, Inc. Florida: USA

Acta de cámara de Diputados de la Nación, 1999, Sesiones ordinarias https://www4.hcdn.gob.ar/dependencias/dcomisiones/periodo-116/116-2960.html

CCAD, 2003, ESTADO DEL SISTEMA CENTROAMERICANO DE ÁREAS PROTEGIDAS. Informe de Síntesis Regional. Comisión Regional de Ambiente y Desarrollo.

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Miller B. & Rabinowitz A. (2002) ¿Por qué conservar al jaguar? In: El jaguar en el nuevo milenio, ed. R. Medellín, pp. 303–315. Fondo de Cultura Económica.

Red Prensa Verde.  2019.  Corredores biológicos: cinco iniciativas de conservación en Colombia. https://redprensaverde.org/2018/09/03/corredores-biologicos-cinco-iniciativas-de-conservacion-en-colombia/


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Rodríguez, A.  2017, La difícil apuesta de Nicaragua por rescatar sus bosque. El País. Recuperado de https://elpais.com/elpais/2017/01/02/planeta_futuro/1483379992_302331.html

Arauz-Beita I., Arias-Navarro A. 2016.  Corredores biológicos como potenciadores del desarrollo local: Estudio de caso del corredor biológico Alexander Skutch https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/dialogo/article/view/8449/9548



1 comentario:

  1. Excelente aporte que requiere mas divulgación.

    Ha sido de gran utilidad para mí, para la elaboración de unas presentaciones que estoy realizando, para turistas.

    Lo voy a recomendar a mis contactos.

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