Foto de un cuadro en acrílico de Guillermo Chaves H.
Ya es hora de que te reúnas con algunos de nosotros;
los gnomos y las dríadas del Clan de
Prusia, un aluxe invitado, los
espíritus mismos de los árboles y las plantas para que nos cuentes todo eso que
has vivido en los últimos meses. Nos congregaremos alrededor de un círculo
sagrado al atardecer.
Con gusto Alepos, aunque por lo que pude captar ustedes
dominan una parte de la historia y hasta han sido partícipes de ella, algo
extraordinario y muy curioso que no me lo esperaba.
Fuimos caminando al Valle de la Luna, y a la sombra de algunos árboles nos refugiamos
por un rato ya que faltaban varias horas para el crepúsculo vespertino.
Respetaba mucho la solicitud de esperar a que el ambiente ideal se diera en esa
hora del día tan promisoria. Mientras tanto pude comer algunas frutas traídas
por un gnomo y tomar una siesta muy reparadora. Me desperté en el momento justo
en que ya estaban posicionándose en un círculo Alepos, Ailine, Jauquín, Higara, Juxtamí, algunos
otros elementales y un gnomo viejo y silencioso que había recién llegado y que
estaba un poco dentro, como amparándose bajo los helechos arborescentes por el
calor que agobiaba.
Bienvenidos al círculo sagrado -expresó Alepos-, estamos hoy congregados
porque, como los Guardianes de la Tierra,
todos los días al despertar y al atardecer mostramos gratitud por la gran obra
de la Creación y por El Gran Misterio que yace en todo. Hoy
nos une un motivo adicional y es que integramos a las reflexiones del Reino Deévico a un ser humano que ha
fluido en nuestro medio reverenciándolo.
Déjenme además presentarle a un invitado
especial que habita los lugares sacros.
Este gnomo es el sabio del clan -me dijo Alepos-. Es más, es el sabio de los
sabios. En realidad es un aluxe, un gnomo maya que hace siglos está con
nosotros, se llama Yólotl Miztli (corazón de puma). Él es un erudito
muy respetado ya que, junto a otros aluxes
y nosotros, son entidades dotadas del poder para resguardar y proteger montes y
sitios sagrados. A Miztli le
corresponde este sector de las montañas de la Cordillera Central e incluye el Cerro la Carpintera. Ya fue olvidada de la memoria colectiva que
había muchos sitios sagrados que eran protegidos por los nativos huetares, que
fueron las tribus precolombinas que dominaban estas serranías. Sin embargo
nunca se fueron de los sitios hieráticos que protegían porque tenían la
convicción de que algún día la humanidad se reorientaría e iba a retomar la
relación con su naturaleza y "los elementos".
Debido a que más tarde va a haber un amanecer
lunar, con una luminosidad que va a ser esplendorosa, es que tenemos el
privilegio de tener a este maestro aluxe
aquí. Ellos solo surgen en toda su magnificencia con el resplandor lunar. Pocas
personas los han visto antes, considere un privilegio que haya hecho esa
excepción hoy, porque además son muy ágiles, evasivos y sobre todo traviesos.
En otro contexto hubiera actuado muy diferente contigo.
Me da gusto conocerte señor Yólotl Miztli; le dije sin que obtuviera una respuesta,
aparte de una sonrisa apenas levemente esbozada.
A la hora
anunciada me senté en un sitio reservado para mí en el círculo. El final de la
tarde trajo consigo un atardecer de matices rosados y violetas que deslumbraban
hasta conmover. Alepos estaba justo
frente de donde se oculta el sol, en el lado este. Jaudín estaba al frente suyo, al oeste. Miztli entonces tenía el privilegio de sentarse al sur. Yo por
tanto ocupé el norte en esa disposición. Dríadas invitadas y Juxtamí completaron el círculo.
No sé si
pueda contarles lo del proceso de “traspasar
los Umbrales del Alma”, en una
forma resumida y secuencial -les dije-, creo que voy a inclinarme por encajar
mis actos reflexivos entre las vivencias sutiles por ustedes hermosamente esbozadas.
Estos umbrales me han servido para contactar diferentes energías o frecuencias
en el camino del despertar de mí conciencia.
Les puedo
decir que es la experiencia más significativa de los últimos años. Atravesar
los umbrales significó ocuparme de asimilar verdaderamente las lecciones
difíciles de la vida, y muy introspectivamente, las que lograron socavar etapas
enteras de mi crecimiento individual. La sensación de haber sanado el alma es prodigiosa.
El haberme abierto a un proceso en el cual pude verificar que el Alma
misma tiene la capacidad de auto-repararse, fue vivificador. Ya llevo cinco de las nueve creadas en los mapas
propuestos por el maestro y mis conclusiones son gratificantes.
Alepos dijo: ya te habíamos
mencionado que conocemos y participamos de
una estrategia fraguada en los Planos
Superiores para el rescate espiritual de personas que desvían su camino. Te
hicimos concordar en una senda totalmente guiada en el plano terrenal por uno
de los más calificados estrategas de tu entorno. Alguien que sabía lo que hacía
porque te dijo; “los que buscan este camino
lo hacen por necesidad”. En ese momento no sabías que íntimamente
necesitabas una agitación de tu interioridad, algo así como “moverte el piso”
para que rotaras el timón de tu vida.
Debido
a su constancia pudimos hacer una labor excepcional de la que hoy nos
enorgullecemos. Tuvimos que apelar a muchos medios para poder hacer que fueras
en la dirección apropiada y qué pudiéramos alcanzar resultados irrefutables.
Necesitabas un proceso personal para conmutar cada
uno de los yerros y obstrucciones que dificultaban tu crecimiento como persona.
Algunas reminiscencias te llevaban a vivir en la angustia, la desesperanza y el
desaliento. No sabías cómo actuar y contrarrestar dichos males.
Si, lo sé,
para mí la paz interior era evasiva, no podía traer conmigo la comprensión y mi
libertad. Despejar el camino para que estuviera libre de los velos de mis
omisiones acarreadas por el tiempo, significó la certeza de que podía encontrar
al final del recorrido con una sensación de plenitud por haber sanado.
El ángel
Raúl, ha sido tu guardián desde
que naciste. Ha actuado en los últimos meses, cuando por fin lo convocaste y
pudiste entablar una verdadera relación –dijo Jaudín-. Él tenía la misión, casi en las últimas etapas de este
proceso, de renovar tu concepto espiritual y acercarte un poco más a la
divinidad que ignorabas que yacía en ti. La realidad es que naciste para
manifestar la gloria divina y nos conmueve que hayas logrado tan sublime
propósito. Todo lo previo se proyectó como una forma de curación espiritual
para este gran momento.
Recuerdo
bien la ocasión en que mi ángel guardián se me manifestó la primera vez. Fue en
una de estas sesiones en que se hacen retiros pautados a un sitio en la
montaña, en la que durante varias horas se hacen ejercicios, formas guiadas de
respiración y meditaciones. Todo realizado conscientemente para contactar una “frecuencia del alma” en la que se deposita una onda simiente. Está proyectado que con
más trabajo germinará y seguirá fraguando tu transformación espiritual.
Yo había
ido a este retiro con una idea internalizada. Agradecer por primera vez
(conscientemente y como adulto) a mi Ángel
de la Guarda tantos años de incondicional apoyo lealtad. Yo no tengo
facultades extrasensoriales especiales por lo que no esperaba una respuesta
tangible.
Hay compañeros en el mismo grupo que si pueden ver a los ángeles,
hablar con ellos, o con espíritus de gente que no han asimilado su partida del
mundo terrenal, y muchas otras habilidades de ese tipo. Pero si era verdad, que
los ángeles existían quería desde el fondo de mi corazón mostrarte mi afecto y
gratitud. Era un acto de fe, muy poco usual por el distanciamiento de varias
décadas que había tenido de las creencias y los rituales religiosos.
A Todos los que conformamos el espíritu de un
bosque sabio nos complace demasiado que ustedes convoquen a sus ángeles guardianes durante sus retiros,
asambleas o congregaciones. Esa fue la primera intervención de Yólotl Miztli, que tenía una voz
pausada y vaporosa. Nosotros podemos verlos a su alrededor en esos momentos.
Están tan llenos de amor que todo es gozo y gratitud para todo en grandes áreas
a su alrededor. Hasta los elementos vibran en la plenitud de esos afectos.
Una de las
jóvenes que estaba participando de la misma sesión pudo dar testimonio, al final cuando compartimos testimonio, de que
había muchos ángeles acompañándonos a todos nosotros. Ella nació con ese don y
lo ha demostrado desde niña. Desde siempre había visto y se había comunicado con
los ángeles. Yo había sentido ese opresivo sentimiento doloroso en el corazón y
sobre el que pregunté a quién me quisiera oír en el otro plano dimensional. Pude
mostrarle total gratitud a mi ángel, como lo había intencionado desde que
partimos en la mañana de ese día.
Lo que
verdaderamente me asombró fue que después, mientras hacía un recorrido por un sendero
que discurre a la par de un río, en medio del canto de las aves y los susurros
del viento pude escuchar claramente una voz que decía: -siempre he estado
contigo, en todo momento y lugar, te he arropado y protegido en muchísimas
ocasiones. Estoy agradecido con el hecho de que hayas intencionado tu gratitud,
porque aunque no es necesaria, me demuestras tu avance en los actos de fe y
reconexión espiritual. Soy Raúl, tu ángel guardián y estaré a tu lado cuando
quieras que sea convocado.
En esa
sesión uno de mis grandes compañeros visionarios, pudo visualizar a un Ser Crístico que colocaba en mi
interior un niño angelical. Me costó meses entender que ese niño era yo, y que
era importante sanar al niño interior herido y lastimado y que, sin ese paso
tan pospuesto en mi vida no iba a liberarme del dolor.
Jaudín me interrumpió para
decirme: si ustedes no se encargan de los problemas de su niño interior, los mismos patrones cíclicos que derivan de su
desatención se vuelven recurrentes y siguen actuando a lo largo de tu vida. Sabemos
que este no es un sendero exento de penurias, pero si no se acomete con este
encargo se puede seguir sufriendo innecesariamente durante toda tu vida,
llegando incluso a causar enfermedades crónicas. Sino pregúntate a ti mismo, ¿cuántos
años de tu vida has consumido en una desolación latente, viviendo como si no
pasara nada pero abatido en tu soledad?
Alepos por su parte opinó; para
que veas con claridad la importancia de esta gestión, a nosotros nos conmueve
ver en algunos casos como los niños se sienten amenazados o son heridos por
padres ignorantes, prepotentes o por gente poco escrupulosa. Parte de su espíritu
responde a las agresiones e intimidaciones y se desgarra fugándose a un lugar
donde se atesora para cuando vuelva a ser necesitado, cuando ocupen recuperarlo
y sanar. Ese es un niño agraviado cuyos fragmentos ausentes crearán dolor y sufrimiento
hasta que encuentren el arrojo para sanarse por ustedes mismos.
Te voy a dar una revelación-dijo Jaudín: el niño interior nunca te
abandona. Siempre estará contigo porque representa ese estadio
de tu vida en que fuiste leal a ti mismo, al alma que reencarnó en tu
cuerpo para elevar más su espíritu. Es el que tuvo la valentía de reencarnar
nuevamente para seguir aprendiendo de su energía divina y del Universo. No habías sido adoctrinado. A este le
llamamos “el niño íntegro” que
habitará dentro de su corazón por siempre. Será el creativo de una realidad alternativa;
que va a plantearte la necesidad de jugar, de hacer caminatas y paseos y hacer
cosas divertidas. Es el que quiere que siempre tengas alegría y libertad
mientras estés en la Tierra. El niño íntegro es como un gatito atesorado, que
desea ser mimado, estar en un sitio cálido y ser muy amado.
Reencontrarse con el niño íntegro es indagar en
su pasado y comprender a través de él los asuntos del presente.
Ahora visualiza lo que rodea a la sanación del
niño herido,-acotó Alepos-, verás
que es una situación muy emocional porque ahora podemos buscar y tratar de
encontrar el niño místico, el niño fruto
del nexo entre lo humano y lo divino.
En estos dos últimos umbrales has estado muy
consciente que es posible sanar a tu niño herido y traerlo al presente para sanarle
sus traumas.
Jaudín intervino y dijo;
ahora veo como evocas esos sentimientos reprimidos, y que te han
causado tantos conflictos. Nosotros vemos lo que ocurre cuando el recuerdo
remite al dolor original y hace que reviva el sufrimiento. Se te ve en los ojos y no nos importa que
llores lo que quieras durante el rato que quieras, eso es sanador!
No tengo
que pedir mucha imaginación para que sepan lo que sucedió después; simplemente
abandonarme a un sollozo intenso, porque era una como limpieza energética de mi
propio corazón.
No tienes que contarnos nada, me consolaba Alepos; todo lo deducimos porque, como
ya te lo relatamos, tenemos habilidades telepáticas. Sentir el sufrimiento puede
hacer que dejes de sufrir. Sabemos que
te cuesta mucho referirte de esta parte de tu vida en que con tal de disciplinarte
te hicieron sentir disminuido y desconcertado. Nosotros lo percibimos íntegramente
y lo sabemos escuchar a nuestro modo. De hecho no has hablado mucho, pero ya
hemos descifrado la fuente de tus aflicciones encubiertas.
Me veo
escondido en la oscuridad, yo pequeño… no me explico el porqué de esa
resistencia y el dolor (no físico) que sentía en el corazón ya superada mi
infancia.
Este es el
dolor que venía a mí en cada apertura de umbral, sobre todo las primeras…
Miztli intervino nuevamente: el
revivir los temores sin atenderlos hace que se mantenga estancado tu proceso de
sanación. Esas son las energías limitantes y cargadas de miedo que muchos de
los seres humanos han recibido de sus padres durante su infancia. Son las que
debes trascender para disolver cualquier obstáculo. Esa senda solo se puede recorrer
perdonando, sanando
creativamente, regenerando tu vitalidad y superando el fuerte trauma del
nacimiento.
Yo creí
que ya todo esto lo había hablado y perdonado, pero porqué salta de esta manera
después de tantos años?
Miztli continuó: ustedes mismos
lo dicen; ningún padre o madre nace aprendido y por lo general son rígidos,
porque acogen las leyes terrenales, las normas sociales e ideas que son muy puritanas
y limitadas. Tienes que considerar la vida difícil que tuvieron que soportar
tus padres, sobre todo tu madre, que quedó huérfana siendo una niña muy
pequeña. Sé que no puedes ni imaginar la profunda desolación de tu abuela,
cuando era una madre joven agonizante. Ella al final supo que una enfermedad
terminal acabaría con su vida y que dejaría desamparadas a dos niñas pequeñas.
Su marido no era confiable por el alcoholismo que ya lo dominaba. Eso fue un
dolor horrible que ella tuvo que soportar. Esto se convirtió en parte de una pesadilla kármica, que ya además venía muy cargada y cuyo
desenlace es lo que tu madre y sus descendientes padecieron.
Higara, que no había hablado
antes me dijo: la tristeza que dilates en el tiempo se puede volver un rasgo
crónico y afectar solapadamente todos los aspectos de tu vida. No es casualidad
que tus principales problemas crónicos estén relacionados con el estómago, se
debe a todo lo que debiste tragar y digerir en la vida pero que no
pudiste asimilar. Casi sin que te des
cuenta te habían empezado a socavar internamente, enfermándoles, desbordando
aspectos decisivos de tu integridad y estancando tu crecimiento.
Miztli continuó; al ahondar en
tu pasado se pueden identificar muchos los patrones que te han obstruido. A
través de tu estómago se expresaban tus miedos existenciales. Algunos de ellos te
remiten inmediatamente a la tristeza y a los quebrantos que se alojan
impunemente en lo recóndito de tu corazón, muchos se originaron por el karma ancestral que es transmitido a
través de sus linajes de sangre. Era muy urgente que sanaras esas heridas
y con mucha
propiedad te digo que los
karmas más difíciles tienen el potencial de activar el despertar.
Ya el aluxe Miztli
hablaba con más frecuencia y continuó: Lo que inició en los primeros umbrales
como una manifestación
de dolor no físico en el chackra del corazón en las primeras puertas, se fue
decantando como un mandato de mi guía interior en la cuarta puerta. El ángel Raúl te susurró al oído “trabaja el dolor”, porque ya estabas encaminado y sabíamos que el
proceso iniciado era irreversible.
Yo me dije
en su momento: “acepto ese emplazamiento porque sé que es sanación y
transformación”.
La segunda
vez mi ángel, Raúl, me dio una tarea
más compleja ya que implicaba darle a mi vida un tema de fondo y que
sencillamente no había considerado jamás; el
karma.
“Este es un encargo que te voy a dar y espero que lo asumas con profundidad –me indicó-. Si lo logras va a darte la consistencia entro lo que eras y lo que vas a llegar a ser, es definitorio de tu futuro. Cada ser humano es parte de un gran tejido que hilvanan hilos kármicos, ese gran tejido forma una parte de lo que ustedes denominan la conciencia colectiva humana. Estos hilos cuelgan para ser trenzados de manera que se produzca la evolución de esa conciencia.
Como
cualquier buen tejido, este debe ser realizado con pautas más precisas y finas
de forma que encuentren la liberación de los patrones burdos del inconsciente
colectivo”.
El Ángel Raúl me indicó que, con cierta
urgencia: debes trabajar un dolor alojado mucho más profundamente en tu corazón
porque;
“si logras llegar a identificar un patrón
recurrente entre vida y vida pasadas y tu vida actual podría implicar tu
despertar. Debo indicarte que el aprendizaje es la única finalidad del karma.
Ese es su propósito completo y por lo tanto es bueno. No debes temer”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario