viernes, 6 de diciembre de 2019

Una Ciudad Biofílica al alcance de todos

Por Arquitecto y Máster en Paisajismo y 
Diseño de Sitio de la Universidad de Costa Rica



Muchas ciudades del mundo están adoptando esquemas y estrategias de desarrollo que les permita transformarse en “Ciudades Biofílicas”, esta es toda una tendencia a nivel internacional, ya que con las nuevas preocupaciones que implican la adaptación al cambio climátio, está cuestionándose la problemática urbana, sobre todo en términos de la relación con el ambiente ya que trata por todos los medios de integrar la naturaleza en el entorno construido, pero también propone unos ciudadanos hiperconectados con la ecología de sus ciudades.

En el 2013 se hace el lanzamiento de las ciudades asociadas a la red de Ciudades Biofílicas. Biophilic Cities que “es una organización que facilita una red internacional de ciudades que luchan por construir una próspera conexión con la naturaleza.” la idea generatriz es “trabajar juntas es para planificar y diseñar ciudades que den prioridad a la naturaleza como un elemento esencial para la salud y el bienestar de sus ciudadanos, dentro de sus entornos y culturas únicos y diversos.” (Beatley, Brown, 2019)

Las ciudades que quieran unirse a la red “tienen la oportunidad de conectarse con otras ciudades biofílicas en todo el mundo, participar formalmente en eventos de la red, aportar políticas y planes a nuestra biblioteca de recursos y muchos más beneficios.”

La cuidad interesada que desee inscribirse debe cumplir con ciertos requisitos, como hacer una solicitud con una resolución oficial u otro medio por parte de la alcaldía o ayuntamiento que haga constar que se tiene la intención de participar en la Red. En cuanto a la redacción de esta Partner City Application, indican que la resolución no se tiene un formato preciso pero debe contener una declaración que respalde los objetivos de las ciudades biofílicas, y que indique la intención de la ciudad de unirse a la red. También debe aportar una breve declaración narrativa (de 500-1000 palabras) y que debe constar de dos partes  que resuman las cualidades biofílicas existentes y las iniciativas actuales, y una declaración de objetivos y aspiraciones para el futuro.

Lo que pide la organización es que cada ciudad participante prepare la siguiente justificación:

1. Una declaración de las formas clave en que la ciudad ya es biofílica (hasta qué punto la naturaleza ya se puede encontrar en la ciudad y dónde / de qué manera) y las iniciativas, programas, políticas y proyectos clave ya realizados para avanzar en la agenda de ciudades biofílicas (aproximadamente 500 palabras).

2. Una declaración de objetivos y aspiraciones para el futuro. Esta parte de la declaración describiría los pasos específicos que la ciudad tomará para mejorar la naturaleza o la posición de la naturaleza en la comunidad. Esta sección puede tener la forma de una narración textual, un conjunto de acciones con viñetas o una combinación de ambas (aproximadamente 500 palabras). (Biophilic Cities,2019)

Si desean ver los en detalle los requisitos y conocer cuáles son los indicacores solicitados  lo pueden hacer en los siguientes enlace:

https://www.biophiliccities.org/partnercityjoin


También se pueden inscribir en la red, organizaciones e individuos.


Parque de la Dolorosa, San José de Costa Rica

Costa Rica podría ser un país que podría estar liderando este tipo de iniciativas a nivel regional, de hecho cuenta con un liderazgo en este sentido, sin embargo los ciudadanos, y por tanto las autoridades de gobierno parece que mostramos una especie de doble discurso, el de ser una nación con una proporción muy alta de zonas protegidas y una recuperación muy grande del bosque que alguna vez se deforestó, pero un poco, dormidos en esos laureles, hemos sido omisos y hasta negligentes con problemáticas ambientales no resueltas, como la grave contaminación de los ríos,  o con el agravamiento de las consecuencias por expansión de monocultivos, como la piña, que muestra una voracidad implacable, aun contra áreas de protección.  Como ciudadanos no mostramos interés ni siquiera en una buena arborización urbana y más bien se talan los pocos que quedan en el medio urbano, muchos cortan y pocos siembran. Nuestro sentido de seguridad se ve amenazado cuando hay áreas verdes y árboles cercanos. ¡Tremenda contradicción! Pero en el movimiento biofílico son firmes creyentes de que la necesitamos de la conexión innata con el mundo natural.


La primera ciudad de Costa Rica en pertenecer a esta red es, Curridabat, se la resalta “la visión Ciudad Dulce para promover el crecimiento de los polinizadores en todo el paisaje urbano fue reconocida como finalista del Premio Ciudad del Bienestar 2019.”(Beatley, Brown, 2019). Sabemos que el impulsor principal de esta iniciativa, y los primeros que logran hacerla operativa son los promotores desde la administración de la municipalidad, y en especial su exalcalde Edgar Mora quien la dirigió entre 2007 y 2018.

 ¿Qué es la biofilia?

Uno de los primeros planteos que se hace de la biofilia es por parte del conservacionista Edward O. Wilson, al cual Costa Rica le agradece un importante legado, ya que en la década de los 80's estuvo haciendo una de sus afamadas investigaciones sobre hormigas, describió unas 50 nuevas especies para el país.  


Edward O. Wilson. (Foto: Miguel Rajmil)

 Wilson hizo popular el concepto biofilia en 1984, en su libro Biophilia definiéndolo como; “…la capacidad de maravillarnos por la vida que nos rodea es una tendencia innata, presente genéticamente en los seres humanos debido a que toda nuestra evolución ocurrió en medio -y gracias a- la naturaleza.” (Vallejos, 2018) también como  “la afiliación emocional innata entre el ser humano y otros organismos vivos”. (Taboada, 2018).

Todos los organismos vivos son respetados en una ciudad biofílica.

Se trata pues de una “supuesta” inherente conexión humana con el mundo natural, porque no estoy tan convencido de que hayamos llegado a un nivel profundo de lo que eso implica.

Llevar la integración de la naturaleza al diseño y planificación urbana es la premisa fundamental de la ciudad biofílica, es decir que tenemos de dar vuelta a ese tipo de crecimiento urbano que marca una distancia entre el “mundo natural” y “en el que se asienta el ser humano”. Esa separación se expresa bien en aspectos como la obsesión por pavimentar o cementar cuanto se pueda de las áreas verdes públicas (también privadas) para supuestamente “ahorrar en mantenimiento”, construir aceras con superficies podotáctiles sin preveer ningún espacio para árboles, en lo privado techar e impermeabilizar patios y antejardines y otras prácticas muy comunes en nuestro medio que hacen que estas ideas sean un verdadero reto para la sociedad.

Timothy Beatley, autor del libro " Ciudades biofílicas: integración de la naturaleza en el diseño y la planificación urbanos".  Aplica el término biofílica a las ciudades que presentan un diseño urbano que permite a sus habitantes desarrollar actividades y un estilo de vida que les permite aprender de la naturaleza y que además les compromete a cuidarla. (Martínez, 2013)

Como muchas ideas buenas, ya se creó una Red de Ciudades Biofílicas, que cuenta hoy con cerca de 180 ciudades, denominadas así por Beatley, a las que cumplen con los siguientes requisitos; (en cursiva lo que indica Taboada, 2018 y en letra normal lo que propone Ciudad Sostenible, 2018 )

⇒       La mayoría de su población tiene un espacio verde a una distancia menor de 10 minutos caminando. Es decir que hay una proporción razonable entre los porcentajes de población y rangos de distancia a espacios verdes. Además se cuantifica que porcentaje de la población visita de los parques y el tiempo que pasa al aire libre.

⇒       Poseen un gran espacio de la ciudad está cubierto por vegetación. Se necesita que hay un buen porcentaje de la ciudad cubierta por árboles o vegetación, no solo con cantidad de especies de flora y fauna presentes sino también mostrando una alta diversidad. 


Los espacios verdes están conectados. Muchas veces se implementan elementos de diseño verde en la ciudad (cubiertas vivas, muros verdes) para lograr esta conectividad.


Integran los espacios verdes para crear ambientes multisensoriales. Se valora el grado de imágenes y formas naturales utilizados por la arquitectura de la ciudad.


Se otorga un papel importante a la educación de la naturaleza en terreno. Esto se expresa en actitudes y conocimientos biofílicos y se mide por ejemplo con el porcentaje de residentes que expresa cuidado y preocupación por la naturaleza y los que pueden reconocer diferentes tipos de flora y fauna.


Inversión en infraestructura social que ayude a la población urbana a comprender la naturaleza. Tiene mucha importancia por tanto, la cantidad de miembros y participación en clubes sobre naturaleza.


Sus gobernantes toman medidas para apoyar activamente la conservación de la naturaleza. También implica un compromiso del ciudadano, cambiando hábitos en su estilo de vida, su comportamiento e incorporación de patrones biofílicos. 

El Parque de la Paz en San José de Costa Rica. Es muy visitado durante los fines de semana por familias y amigos. 

¿Es viable lograr una ciudad biofílica en nuestro país? Una buena pregunta para los políticos que cada cuatro años se postulan para puestos de gobernanza en el Estado.  Saben ellos que existen los profesionales en paisajismo. ¿Conocen en qué consiste esta especialidad? ¿Qué tanto está incluida la variable paisaje en los planes de desarrollo y los planes reguladores de los cantones reguladores de los cantones? ¿Dónde podemos iniciar con una iniciativa de este tipo, cuál cuidad de Costa Rica va a tomar la iniciativa?

Una meta como la creación de una cuidad biofílica tiene que contar con una participación activa del ciudadano, en forma personal, con un compromiso e  involucramiento activo, puede ser por medio de comités locales. También con la empresa privada comprometida con el bien común para que en conjunto todos dispongamos de una mejor calidad de vida sin sacrificar el bienestar del planeta. Invitados están a que dediquemos unas horas menos de pantalla de celular o móvil a una pequeña caminata a un parque y que observemos bien lo que nos ofrece y cómo podríamos mejorarlo. 

Bibliografía:


Beatley, Tim & Brown, JD, UICN, Congreso Mundial de la Naturaleza, Marbella 2020, La ciudad biofílica y saludable, Francia, 2019. Recuperado de https://www.iucncongress2020.org/es/newsroom/la-ciudad-biofilica-y-saludable


Biophilic Cities, Partner City Application, Charlottesville, VA, University of Virginia. 2019  Recuperado de https://www.biophiliccities.org/partnercityjoin

Vallejos Cotter, Ana. Endémico. Santiago, Chile. Biofilia, Amor por lo vivo. 2018. Recuperado de https://www.endemico.org/picks-del-editor/biofilia-amor-por-todo-lo-vivo/

Taboada, José. TYS Magazine, Santiago de Compostela (A Coruña). España. ¿Qué son ciudades biofílicas), 2018. Recuperado de https://www.tysmagazine.com/las-ciudades-biofilicas/

Martínez Gaete, Constanza.  Plataforma Urbana » Análisis Urbano y Territorial », Chile. ¿Qué hace que una ciudad sea “Biofílica”?, 2013) Recuperado de http://www.plataformaurbana.cl/archive/2013/02/11/que-hace-que-una-ciudad-sea-biofilica/

Ciudad Sostenible. Biophilic cities. Ciudades que aman la naturaleza. Chile, 2018. Recuperado de http://www.ciudadsostenible.cl/servicio/proyectos-de-arquitectura-sostenible/

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