Detalle de pintura en acrílico por Guillermo Chaves H.
Capítulo I
La princesa Amanita del Reino de Prusia
Por Guillermo Chaves H.
Por Guillermo Chaves H.
En el Reino de Prusia, formado por la
elevación de grandes pinos y eucaliptos, vio a nacer uno los miembros más
hermosos del reino de los hongos; la Amanita muscaria. Se le relaciona
con los suelos ácidos formando asociaciones simbióticas con las raíces de los
Pinus guatemaltecos y también con Comarostaphylis arbutoides, un árbol
de la familia Ericaceae, en zonas de
páramo o cerca del mismo. Es tóxico y está documentado que causa alucinaciones
y distorsiona la realidad. Lo interesante de este reino es el principado de
estos hongos, que gracias a sus propiedades psicoactivas, llevan a percibir los
objetos como exageradamente grandes o en extremo pequeños.
Es por eso
que al describirlo en su reino, de ahora en adelante, solo cuento los hechos
tal y como los percibí. Como arquitecto sé que en ciertas circunstancias
históricas surgen expresiones de Arquitectura megalómana, excesiva para su
entorno. Cualquiera de sus hechos físicos supone extravagancias formales y
simbólicas.
Hay una
arquitectura muy especial para los seres mágicos del bosque, que se acomoda
mejor a los íconos mediáticos de la ostentación de la naturaleza. En el Reino de Prusia me pareció que se
exteriorizaba, pero hay que saberlo ver e interpretar. Es así porque
proliferaba la exageración en sus obras civiles titánicas y de escala
desmesurada. Me extrañó sobre manera que para los seres elementales se creara
una infraestructura tan sobredimensionada y tan pletórica de color. Pero
también sé que como guardianes de los bosques, no pueden, dado su eterna lucha
contra su destrucción humana, bajar su guardia defensiva. Traté de encontrar un
razonamiento lógico para explicar esta apreciación inicial.
La
evolución de sus proyectos e impresión plástica de las infraestructuras
superficiales causaba poco impacto paisajístico. Manejan con soltura el
concepto de integración y adecuación a las condiciones ambientales específicas.
Son evidentes en sus soluciones bioclimáticas. Aun así las dimensiones
estratosféricas abruman y desconciertan las líneas expresivas orgánicas.
Me causó
una hermosa impresión ver a algunas de las entidades pertenecientes al dominio
de la Naturaleza que llenaban todo con su presencia. Sus cuerpos están
compuestos por unas nubecillas de materia sutil que al condensarse adquieren
las características que visualizamos. Allí estaba la explicación a lo que causó
la perturbación inicial. Había hadas diminutas y esquivas que ocupaban mis
sentidos y fluían entre mis ideas y pensamientos.
Las Driades y los Gnomos
Me provocó
inquietud la relación simbiótica entre las hadas Dríades y el lugar en que “encarnaron”.
Su cuerpo posee distintos tipos de pigmentación ideales para camuflarse. Ellas
fueron las primeras criaturas que se me manifestaron, pero siempre ligadas a su
domicilio. Sentí que había una proporción abismal entre la misión que se
adjudican al nacer y la complexión de los inmuebles que cuidan.
Las Driades están ligadas a esbeltas estructuras
creadas principalmente de celulosa, poliosas y ligninas. Estas ninfas del
bosque prusiano estaban enlazadas desde el nacimiento a estas espectaculares
creaciones. Su deber las asocia específicamente a mantener la monumentalidad y
salud de su ascendente principal. Estas hadas tienen bellas voces que encantan,
y como un privilegio por ser Diosas del
Ocaso se les construyen anfiteatros junto a sus aposentos sombríos.
Los Gnomos, son los soberanos de los rascacielos
verdes y de todos los inebrantes conocidos. Su mimetismo con el mundo en que
viven es tan fantástico que es casi imposible descubrirlos. También es porque
protegen celosamente su intimidad. Lo primero que uno percibe es el conjunto de
su hábitat y la manera en que canalizan el amor tan profundo que emanan. De
pronto se descubre una metrópoli ambientalmente consciente y colmada de confort.
Conocí a
un gnomo llamado Alepos. Su
percepción geológica era muy aguda, ya que por muchos años se había dedicado a
la minería, a la forja de metal y la acumulación de tesoros. Desplegaba sin
jactarse de una gran fortuna y lo principal, según me dijo; no dejaba ninguna
huella de sus exploraciones subterráneas. Por eso decía que todas las ciudades
son esplendorosas y de buen gusto. Frente a sus edificaciones mantienen unos
umbrosos jardines de helechos, gramíneas y palmeras que al parecer son sus
plantas favoritas. Por supuesto me encantaron los helechos arborescentes de más
de veinte metros de altura que creía extintos desde la extinción masiva del
Devónico.
Alepos cuenta que ellos conocen su misión desde
siempre. El significado mismo de su existencia es proteger la naturaleza. Esto
les confiere una inmensa fuerza espiritual. Todo esto lo hacen en silencio, y
siempre están sonrientes. Dicen que son muy respetuosos de los que se acercan
silenciosamente; “porque es en la amplitud
del Silencio por donde llegamos a retornar a La Fuente. En ese Silencio subyace el misterio que todo lo sana, lo
transforma y lo preserva.”
Alepos muy amablemente me llevó a su sitio favorito,
el Valle de la Luna. Este lugar
mágico consistía de una pequeña explanada de arena blanca rodeada de cerros
boscosos. Los bosques chaparros los cubrían. Eran como los que se encuentran en
los páramos. Detrás de estos se elevaban abruptamente unos montes con
vegetación de color verde grisáceo en las que sobresalen de vez en cuando unos
acentos de color amarillento, rosado y naranja de algunos árboles floridos.
Aquí, entre esos árboles que parecen bonsáis naturales (Comarostaphylis arbutoides) emerge la Amanita muscaria. Por cierto
el nombre específico (muscaria) procede
del latín musca, que significa
"mosca", ya que antiguamente se utilizaba leche en la que se habían
remojado estos hongos para matar a las moscas. Pero ya las moscas han
evolucionado y tienen anticuerpos para este poderoso veneno, no así para sus
poderes alucinógenos. No es raro encontrar moscas tan grandes como naranjas.
Amanita y Alepos
son hermanos elementales que te ayudan a encontrar los puntos telúricos
geománticos en los que sobresalen las chimeneas cosmotelúricas, y en ellas se
pueden hacer proyecciones astrales y viajes intraterrenos, según me dijo el
gnomo y pude confirmar después.
Alepos me recomendó acostarme en el suelo y esperar
las sensaciones que surgen de estos vórtices energéticos. De hecho a pocos minutos
de estar en esa posición parecía manar del chackra del plexo solar, una
vorágine de fuerzas en forma de dos conos, que nacían en un solo vértice, muy
cerca de la columna vertebral. Era como si de este punto, tanto hacia el cielo
como hacia el centro de la tierra, se alzara una gran “columna” de energía. Es sorprendente estar
en medio de un vórtice de energía vital que fácilmente puede transportar tu
espíritu a las profundidades abismales del inframundo o a la inmensidad del
firmamento. Este sitio específico tenía la frecuencia para conectar fácilmente
en direcciones opuestas. Alepos me
dijo que prefería que visitara primero su sistema de minas subterráneas.
No puedo
describir la suerte que tuve al verme transportado a una de sus prodigiosas
salas subterráneas, preámbulo de las redes de túneles, que al parecer están
conectados a ciudades intraterrenas.
Estando en su interior pude escuchar a lo lejos un coro que cantaba lo que
asemejaba un himno. Era una revelación
comunicada oralmente en forma de encantamiento. Su letra era un poema que
remitía a lo más remoto concebible, a un período cósmico anterior al origen de
todo el Universo. El simbolismo y la poesía agudizaron mi percepción y pude
canalizarme en niveles vibratorios altos. Estaba en otra dimensión, habitada
por supraseres que habían viajado por miles de kilómetros por redes de túneles.
Recorrieron unas distancias inconcebibles solo para saludar a los elementales
y ofrecer su guía. Podía distinguir a lo
lejos el “Himno de la Creación” y un
gnomo que se alejaba diciendo; “no había
inexistencia ni existencia, entonces.” y otras frases que ya se volvieron
inaudibles para mí.
Alepos me dejó con una de las supraseres del gran
reino de las cavernas llamada Juxtamy.
Estaba frente a uno de los seres más evolucionados que he conocido. De hecho
era una hermosa mujer que se encontraba en otro plano dimensional y de
percepción. Empezó su comunicación diciéndome; bienvenido a casa, espero que
disfrutes de esta primera visita. Es urgente que ustedes como humanos
sintonicen el amor de Venus ya que
de ella proviene una nueva frecuencia. Son frecuencias de luz entrantes de las
que estamos en proceso de interpretación. Sabemos que es de la Unidad Omnipresente que quiere
elevarnos colectivamente a todos los seres de la tierra. También a nosotros y a
todos los elementales. Ustedes en la superficie pueden estar en su sincronía
con este "nuevo programa". Para ello deben reverenciar los portales
que conducen al interior de la tierra. Los volcanes, grutas y las cascadas son
algunos de ellos aunque desde hace años solo nos traen mensajes preocupantes,
del desbalance que hay entre la parte humana y su ser espiritual. Ustedes como
entidades soberanas tienen la opción de centrarse internamente y acometer el
liderazgo de una inminente trasformación.
Sin
embargo lo que queremos ahora es que usted lleve este mensaje a los de arriba.
Este mensaje es personal y lo interpretamos desde la vibración de Nuestra Madre Tierra. Pausadamente me
dictó lo siguiente:
Yo soy la Tierra. Ustedes son los únicos
responsables de cuidar una parte del órgano más extenso de mi corporeidad, un
fragmento de mi piel. La de su Madre
Tierra. Siempre había tenido una
dermis saludable, humectada por las lluvias y el rocío. Estuve una vez
concebida por grandes bosques sagrados, protegidos por los que me miraron con
total deferencia, los que sabían de la importancia de mi integridad.
Mi piel es
la conciencia fluyente de agua viva, que se exuda y transpira traslúcida e
incorpórea. Mi conciencia está en la capacidad de saberme sabia y sangre,
circulante o disipada. Mi piel verde está en unidad con las nubes, el agua, el
viento y el fuego. El Padre Sol me
anima todos los días del año con sus ciclos circadianos y me nutre pletórico
durante la luz y el calor. Su descanso es latente mientras reina la noche y
otro mundo se despierta.
Tengo la
piel abrigada por grandes montañas, que son como esponjas ansiosas de aguas
infiltradas. Saturan los suelos
nutritivos y sedientos de alas metafóricas.
Bajo mi cobijo se ofrecieron rituales de vida y muerte en escalas
diminutas, jugando esencialmente con sus células y el viento.
Con mi
piel les doy cobijo, alimento y divinidad. Les ofrezco en mi dermis un paisaje
de vertientes pausadas, con efluentes escabulléndose al mar soberano. Mis aguas
discurren por remansos o a raudales, ungiendo lo que tocan hasta llegar al gran
elemental, el que convoca a todos los torrentes.
Mi piel
saludable es lo que ustedes llaman Patria,
ofrenda generosa de tanta paz. Belleza y gratitud es el espíritu de mi
manifiesto. He llenado de melodías orquestadas cada nicho sigiloso. Los cantos
armónicos dibujan paisajes ante el follaje de sus bosques; son los jilgueros y
campanas, ranas y saltarines…Me es imposible enumerar todas las voces
resonantes.
Dimitan de
su soberbia, en la Tierra palpitan
muchas “conciencias elementales” y
coexisten con otras manifestaciones más evolucionadas de la diversidad de la
vida y del espíritu.
Todo lo he
dado sin exigir nada a cambio. Hoy no es así, aunque por ahora solo exijo
respeto y discernimiento. Hónrenme como yo los honro a ustedes. Soy tanto la
vida como el origen de la creatividad del ser humano. Invoquen su ser interior
para que les permita la evolución consciente con mi esencia. Despierten su
capacidad de asombro y gratitud para que renazca la vida todos los días.
Reverencien las cosechas que los sostienen vivos y todas las otras pulsaciones
que renuevan mi integridad. Emprendan el camino sagrado de la gratitud y la
compasión. La mente humana es limitada y hay más de lo que se han imaginado
hasta el momento.
Algo me
devolvió súbitamente por la columna energética hasta el Valle de la Luna, donde Alepos
me esperaba para la segunda parte del viaje.
Capítulo II
Ailine...del Reino de Prusia
Alepos estaba alejándose del Valle de la Luna cuando caí en cuenta de que estaba en un largo
sueño. Mirando al cielo puede observar una hermosa ave de plumaje negro que
remontaba vuelo flotando ligera sobre las corrientes ascendentes. La seguí con
la mirada hasta que se encauzó con un suave giro en dirección al cráter del
Volcán Irazú. Ya no pude seguirla más porque se perdió tras la silueta de los
montes.
Mirando
alrededor pude observar a algunas de las dríadas que conversaban amenamente en
su mejor hora del día; el crepúsculo. La menos tímida de todas me dijo; hola,
soy Ailine y me ha tocado cuidar de un
árbol especial, se llama el árbol de la noche triste, y se llamará así hasta
que sean reparados los corazones de los que han caído anónimamente en batallas
culturales. Pero no es mi objetivo llenar tus oídos con historias afligidas,
sino recordarte que lo que has vivido hoy es un hecho impresionante en tu
devenir. No sólo has agudizado tu percepción condensando la materia sutil para
que pudieras visualizarnos, has hecho avances vertiginosos por comprender la
naturaleza de nuestro Reino Dévico.
Estás empezando en entender a los seres que formamos la Alma de la Naturaleza. Este es el reto más importante que tiene
cualquier alma despierta, por ser un mundo receptivo, intuitivo y flexible que
muy pocas personas logran visualizar. Has entendido que la comunicación entre
esta dimensión y la humana debe darse desde el corazón. Todos los que habitamos
este mundo somos receptáculos en potencia de los patrones de pensamiento que
emiten los ser humanos. Por eso cuando te miramos te nos apareces transparente,
en todos los niveles de tu ser. Visualizamos algo denso sin que llegues a ser
materia.
Ailine era divina, grácil y etérea, y continuó
diciendo; tengo que contarte algo muy personal. Te conocemos desde hace muchos
años, sabemos mucho de vos. Habíamos estado preocupados de que no te
encontraras. Tenías tiempos en que te percibíamos disperso y desdibujado.
Hablamos del punto de vista espiritual y por tanto también de la personalidad.
Tratábamos de enviarte mensajes de alerta pero no fue posible que los
comprendieras. Tuvimos de diseñar toda una estrategia para ver cómo te
llegábamos ya que la mente con su intelecto puede estructurar razonamientos,
justificaciones y explicaciones creíbles para tu misma mente…pero no para
nosotros. A veces se nos complica la comunicación por que ahora más que antes
hay una incapacidad humana para hacernos comprensibles y creíbles. Nuestros
cuerpos son como vehículos energéticos que gozan de una gran plasticidad, ahora
imagina cómo será transmitir un mensaje en estas condiciones.
Pero la
vialidad de tu ser espiritual estaba en juego por lo que no podíamos fallar en
este último intento. Por eso estructuramos una de las más infalibles
estrategias que se han fraguado en los Planos Superiores. Diseñamos una senda
totalmente guiada desde arriba y en el plano terrenal por uno de los más
calificados estrategas de su entorno. El equipo incluía a varios espíritus de
la naturaleza, incluyendo a Alepos,
y a otras divinidades del Reino Feérico que luego recordarás.
Te dejamos
con tu libre albedrío a que te disiparas hasta un abismal fondo gris. Ahora no
te acuerdas, pero funcionabas normalmente en tu vida cotidiana, cumpliendo con
todos tus compromisos y deberes, pero tenías un vacío profundo. Estabas
desdibujado y triste. Era una tristeza que no tenía explicación “razonable”
para vos. La opacidad se disipaba y extendía hasta ocupar todos los
sentimientos y emociones. Escapabas a través del arte, de la diversión de la
vida y de los viajes que te colocaban en un nuevo contexto por descubrir. Pero
regresabas cada vez a una realidad vacua y contenida. La alternativa religiosa
que te inculcaron desde niño hacía rato no llenaba tus expectativas. Te dejamos
varios mensajes, que por desconocimiento ignorabas. Estabas sencillamente
alimentando obsesiones, ansiedades y tensiones. Te llenabas de pensamientos
tóxicos que gradualmente contaminaban tu cuerpo enfermándolo crónicamente.
Estuve escuchando a Ailine atentamente. Todo lo que decía era verdad, aunque no
entendía a dónde me llevaba este largo discurso. Era verdad, durante años era
incapaz de encontrar alegría y serenidad. Pero también estoy consciente que ya
no soy el mismo de antes, hay mucho camino recorrido con mucha intensidad y
color en el trayecto.
Para
causarte una verdadera conmoción y generar un impacto que te hiciera cambiar de
rumbo hicimos un plan con muchos seres involucrados. La idea era agarrarte
desprevenido. Aprovechamos tu gusto por la música para que, con el pretexto de
un concierto con melodías alternativas sembrar una simple semilla en forma de
interrogantes y de paso darte una pequeña muestra de Divinidad. Recuerdas ese
día, fue hace menos de un año.
Si, por
supuesto, no lo puedo olvidar. Es más, cada vez que lo recuerdo es como revivir
con intensidad uno de los momentos más sublimes de mi vida.
Para que
se ajustara a tu oído calificado escogimos un concierto de mantras, con una de
las voces más refinadas con que cuenta el reino angélico, es un ángel encarnado
y tiene la bendición divina para glorificar. Ella sabe transmitir el mensaje
porque lo ha cultivado. Es una voz con baraka. Aunque no creas ese día
intervino Alepos, quien estaba un
poco desconcertado en medio de la ciudad. A él le dimos esta misión, debía
viajar por la vibración de uno de sus elementales más conocidos; el viento,
portando los sonidos del bosque. Alepos
fue quien te susurró al oído aquellas interrogantes.
Lo recuerdo muy bien. Todo iba normal para mí
hasta el tercer mantra. Lo estaba oyendo calmadamente hasta que en un punto
sentí que estaba en otro nivel de percepción. Este nivel de percepción ya no
consistía solo de lo que oía, eran además las imágenes de la naturaleza que se
sugerían sin que las viera, eran bosques, aves, árboles, insectos, trasladados por
los vientos. Dentro de estas corrientes de imágenes que fluían rápidamente oía
claramente estas preguntas: “¿y dónde están los afectos?”, varias veces hasta hacerse fuerte, luego esta
otra pregunta: “¿y dónde están tus afectos?”. Fue después de esta pregunta tan
directa, y que me pegaba tan en el fondo que sentí una especie de energía que
entró en mí, como si viniera de arriba me hizo reclinar la cabeza, me llenó
completamente de belleza y gratitud. Fue como un chorro de energía de divinidad
que ocupó completamente mi ser. Este fue el punto de inflexión que marcó un
cambio de rumbo, una nueva conciencia que incluía mi yo espiritual.
Desde ese
momento supimos que estabas orientado en un sendero especial. Con muchos
umbrales que debías de cruzar. Era la senda de tu sanación interior. Y que toda
tu vida la regía un dolor que se alojaba en tu corazón. Eran dolores tanto
personales como kármicos, que se te habían transmitido sin que te podamos
explicar el porqué. Digamos que es algo intrínsecamente humano, aunque no para
todos.
Al terminar el concierto me fui manejando hasta
mi casa pero estaba incontenible, las lágrimas me brotaban sin control ya que
en mi vida había experimentado algo tan hermoso e intenso. Inconsolable lloraba
mientras manejaba, pensaba en que significado tenían estas frases que me
planteaban todas mis relaciones afectivas, todas: las que tengo con el mundo,
mi trabajo, mis gustos, mis intereses, mis relaciones familiares y personales.
Y luego los afectos íntimos: mi espiritualidad, mi amor propio, mis pasiones.
Terminé también llorando en la noche casi como si tuviera una descompensación
emocional. No puedo recordar ese momento sin que se me vengan unas lágrimas.
Esta experiencia no solo me abrumó emocionalmente, también tocó fibras del todo
inexploradas para mí. Alepos sembró
unas preguntas muy personales y fue un sentir maravilloso que ahora debía
canalizar.
Ailine continuó diciendo; ese momento fue como bien lo
dice usted, un punto de inflexión, un giro repentino de tu acontecer. Se puede
sentir en esencia los mantras son música sagrada y debe ser interpretada por
los guías de luz para que transmitan la verdad. Hay seres maravillosos que lo
hacen muy bien aquí.
Supe desde esa revelación que lo que había
frente a mi eran mares inexplorados, de los que no podes abarcar con la mirada
porque se diluyen entre los dedos. Era un mar del que nadie, salvo yo, podía
comprender y navegar. Somos como los barcos que lo recorren con la expectativa
de un puerto tras una infinitud desdibujada y eterna.
Las
interrogantes de Alepos eran
preguntas rasantes que renacían de tus mismas dudas. Eran singulares en su
mismo discurso porque, para encontrar respuestas tenías que cavar en la faceta
de la personalidad y la mente, horadar y rebuscar en los sedimentos de lo que
podía intuir. Eras un alma por sanar. Vos lo intuías pero no habías descubierto
en sendero que te trazamos, porque tenías que remover en los sedimentos de
muchas omisiones y cuestionamientos con todas sus variantes, antes de emprender
esa etapa.
Se te
cuestionó en ese momento pero también se te aportó sutileza y gratitud, es
decir, te dimos los instrumentos para que navegaras con seguridad por nuevos
horizontes. Ailine continuó; uno
pude construir todo un mar a base de lágrimas, pero todos tienen la capacidad y
oportunidad de auto reparar su propia alma. Te brindamos la elección de poder
perdonar o disculparse para superar
etapas. Sabemos que hay olvidos consientes que te permiten avanzar y canalizar
las energías sobre una base diáfana y no arrastrar el lastre del pasado al
porvenir. Es el poder reparador del alma, que es posible solo si te dejamos
libre de obstáculos mentales y de la personalidad.
De pronto el barco va a zarpar, el barco pronto
zarpará. Me dije en ese momento.
El perdón
más reparador, para nosotros lleva implícita la semilla de la compasión, con la
que experimentamos la reconciliación en ambas vías. Parece paradójico pero el
perdón que usted ofrece a su prójimo es a la vez el perdón que usted necesita.
Cerrar capítulos es una de las fases más importantes de tu desarrollo como
humano. Algo que ensombrece tu camino puede ser muy pernicioso para tu vida. Le
llamamos una “noche oscura del alma”
a esas etapas en que se restringe tanto al espíritu que hay una imposibilidad
material de ser feliz. Estás imposibilitado de completar tu encarnación.
Agradecí a
Ailine su franqueza y ella solo
sonrió. Entre nosotros hay guardianes, lazarillos y mentores. Están a su
servicio y el de todos los humanos. Ellos subyacen en las grandes claves de la
transformación.
Alepos apareció de nuevo con una sonrisa cómplice. Adivinaba tras su expresión que, si se les
daba la oportunidad ellos honraban a cada persona por lo que Son. Honraban al
lugar dentro de sí donde yace su luz interior. Son energía-vida con consciencia
de su integridad. Gozaba la sonrisa de Alepo como propia, porque emanaba de su
paz y de la mía también.
Alepos me susurraba otra frase; “debes contarnos todo, incluyendo lo de los umbrales, queremos que lo
cuentes todo”.
Capítulo III parte
El perro: pionero de tu sanación interior.
Antes de que
empieces a contar esa intrigante etapa de los umbrales, debo recordarte que
desde muchos años antes ya estábamos haciendo esfuerzos por apaciguar tu
corazón.-Me dijo el gnomo Alepos, y
mejor siéntate cómodo porque voy a hablarte un rato de varias cosas-. Lo
primero que nos propusimos, hace cerca de cinco años, fue ponerte en contacto y
que estrecharas la relación con un perro. Consideramos que eras un adulto algo
maduro y que a tu edad era una carencia afectiva el no haber experimentado una
de las formas de devoción amorosa y fraternal lealtad más refinadas que hay
para la humanidad. También fue el aventurado pionero que le tocó sensibilizar
las fibras más recónditas de tu vulnerabilidad, te faltaba un ser que te completara.
No exagero
en lo que digo, y aunque en apariencia vos crees que escoges al perro, es él el
que te escoge a vos. Te eligen para estar en la misma sintonía emocional. Ellos atan su energía a la del ser humano a un nivel en que se vuelven uno. El
vínculo humano-perro que se desarrollado, es más profundo y hay una comprensión
más compleja de lo que se cree. Escogen ser parte de sus familias e integrantes
de su manada humana. Su principal regocijo es la sola existencia de sus seres
amados porque tienen la misión de enseñarnos los alcances posibles del amor incondicional.
Si revisas
la historia de la convivencia humana con los perros, vas a encontrar que entre
la humanidad y los perros se forjaron una sólida alianza para enfrentarse a los
desafíos de la supervivencia. Hemos coevolucionado juntos por miles de años y nuestra misión es mostrarles el camino para que sigan evolucionando. Por
ejemplo; la habilidad del habla de ustedes fue una consecuencia de la
asociación prehistórica con los perros, que olían por el hombre primitivo. Al
asumir los perros este rol de detección de olores tenues, los primeros humanos
ya no necesitarían de las de estructuras faciales para este propósito; los
lóbulos olfatorios, lo que les permitió desarrollar rasgos faciales más
flexibles y capaces de producir sonidos más complejos. Incluso en los humanos
se redujo el mesencéfalo, que controla las emociones y la información
sensorial. Del perro se sabe que hubo una rotación del cerebro y el
posicionamiento del lóbulo olfativo.
Si esto
sucedió con la evolución de las percepciones y características físicas humanas
y perrunas ahora imagina lo que significó la simbiosis hombre-perro para la
evolución cerebral de las dos especies. Lo que era de prever, que humanos y perros
se especializaron. En cuanto al perro, con mucho más impacto en su forma
corporal dada la plasticidad en el genoma canino. Se convirtieron en un buen
reflejo de lo que son sus amos e incluso del nivel cultural y económico de su
sociedad. Aprendieron de alguna manera a comprenderse y colaborar.
Los perros
pueden captar las emociones observando las caras humanas. El perro tiene
cuarenta veces más células olfativas, y superan por cerca de un millón de veces
al olfato humano. Detectan hasta los cambios químicos corporales, especialmente
si hay estrés, ansiedad, dolor o enfermedad. Tienen la notable capacidad para
adivinar sus intenciones. Les brindan muestras de empatía cuando ustedes
atraviesan un momento emocional difícil, acrecientan su vínculo afectivo y de
cercanía emocional.
Esto es
difícil de comprender por ahora, pero lo tengo que introducir para que se
entienda en un contexto mayor; “hay unas
dimensiones profundas del yo animal que son parte de la mente colectiva grupal
de la especie entera”. Esto nos lo expresó un miembro del Reino Feérico y debe entenderse que tienen una misión deltro del Plan Divino. Ellos atan su energía aurica a la del ser humano generado
una empatía transespecie que involucra a las mascotas con la evolución del Alma
humana y del propósito de la humanidad en su conjunto. Las mascotas, tanto
perros como gatos, están directamente involucradas en la evolución de la raza
humana y de su paso a una consciencia planetaria que está ascendiendo a otro
nivel. Ellos tiene la misión de proceder como “benévolos asistentes dadores de
energía” para compensar a quienes se tuvieron que embeber densamente en
el Plano Terrenal, como vos, pero que ahora tratan de recordar cual es la
verdadera naturaleza de la evolución humana.
Un perro
te muestra una gran dedicación, extrema lealtad y amor incondicional. Esto es
lo que recibís vos; energías sanadoras y una compresión increíble en resonancia
directa de tu campo emocional. Mejoran y equilibran tus sentimientos y bloqueos
emocionales.
Espero que
comprendas que entre el perro que te escogió y vos hay una fusión única y que
ahora además, son un fragmento de la consciencia total. Lo que sucedió es que
pudimos despertar el flujo afectivo y la fuerza vital necesarias para expandir el campo de tu
consciencia emocional. Si te proyectas hacia atrás vas a comprobar que desde
que amas a este perrito ha habido un importante crecimiento en ambas partes. Él
te pasa proyectando frecuencias vibratorias benéficas con solo los vórtices
energéticos que dibuja cuando hace giros de alegría y mueve su colita cuando te ve llegar. Pero
en general, por medio de su abundante ternura tu perro y vos, más toda la humanidad, llegaron a crear una consciencia
mezclada, una tercera conciencia resultante de la simbiosis hombre-perro. La conciencia
grupal del perro que antes estaba centrada en su manada ahora está fusionada energéticamente con la ustedes, han crecido en consciencia e identidad. Claro, el beneficio es
mayor en ustedes los humanos, por eso los reconocemos como sus guardianes.
Tengo que
intervenir para hacer una acotación, comentó Ailine, si bien hay un acuerdo común de coexistencia, hay una
delgada línea roja que las personas deben percibir. Es la que mantiene al perro
con una conducta balanceada y con la capacidad de socializar. La crianza selectiva
de perros domésticos ha generado grandes cambios en el cerebro canino pero hay
cosas básicas que ellos necesitan; el comunicarse con sus congéneres, responder
a la conducta jerárquica, y a los rituales grabados en lo más profundo de su
memoria. Mantienen vigentes las leyes de su naturaleza. Muchas veces los
humanos proyectan sus desequilibrios y descompensan al animal, lo que es
perjudicial para ambos.
A mí siempre me ha impresionado el poder
olfativo y de audición que tienen, son capaces de percibir hasta mi estado de
ánimo. Y si, después de escuchar tan buena explicación, siento que sus sentidos
tan refinados solo pueden ser obra de un Plan
Divino. Que su corazón físico es pequeño pero su espíritu bondadoso es
enorme.
Lo que
ustedes comparten son dimensiones paralelas, un alineamiento a nivel
espiritual. Ellos aman sin hacer excepciones -explica Alepos-. El perro nunca te
preguntó quién eras, de dónde venías o qué tenías, fue solo la mejor ayuda en
ese momento para limpiar tu espacio emocional.
Fue como
si retornaras a tu más pura esencia. El mensaje que te dimos es que se podía Ser desde el amor y la lealtad, desde
la comprensión y la confianza. Te dimos la posibilidad de dimensionar nuevos
caminos compartiendo el lenguaje del corazón. Desde ese entonces tu propia alma
se empezó a abrir por resonancia y te está permitiendo sentir la verdadera
profundidad del amor propio.
Capítulo IV
El espacio del Ser.
Alepos inició esta parte de la conversación afirmando;
nosotros, como alma de la naturaleza, prescindimos de ciertos sentimientos y
formas de pensar que son propiamente humanos, pero los entendemos muy bien.
Nuestra naturaleza “física”, si le podemos llamar así, no es tan comprensible
para ustedes. De hecho muchos de los que escriben sobre nosotros nos presentan
como parte de sus mitos y leyendas, aunque si se dan cuenta somos referentes
casi universales. ¡Si supieran de la absoluta cercanía de nuestro propósito!,
por supuesto que somos universales y formamos parte desde siempre del Plan Divino para toda la Humanidad en
la Tierra. Toda la Creación les ama profundamente por ser los guardianes de
esta entrañable esfera.
Pero
volvamos sobre lo que concluimos acerca de la labor del “pionero de tu sanación”, (tu perro) recordemos que se te permitió
sentir como renacía con verdadera profundidad tu amor propio. La naturaleza de
este sentimiento es algo abstracto para nosotros. O mejor lo explico de otra
manera; al estar permanentemente conectados con las dimensiones superiores, no
necesitamos las distinciones de los diferentes tipos de amor que ustedes como
organismos más complejos y diversos si realizan. Al servir directamente al amor
incondicional de La Fuente somos en esencia eso. Entendemos que el amor propio
es como una gema en bruto, a la vez primario, (como un instinto),
diametralmente complejo (en lo individual), que hay que pulirlo durante toda la
vida.
Ofrecemos
ayuda a cualquier ser humano que lo solicite, agregó Ailine. Nuestras herramientas son las energías de luz y los ángeles
desean ser convocados. Sabemos que hay formas muy humanas de pensar sobre su
propio ser que para ustedes son vitales. Las han desarrollado desde que
asumieron encarnar. Al decirte que estás descubriendo la verdadera naturaleza
del amor propio reconocemos que hay un amplio beneficio en el poder de
honrarse, y cuidarse a sí mismos. Cuando ustedes se aman verdaderamente se
colocan en un espacio en el que todo lo que manifiestan y crean puede suceder.
Es un paso muy básico pero imprescindible en el camino a reconocer tu propia
divinidad.
Creo que te entiendo bien, me he hecho muchos
cuestionamientos últimamente y algunos de estos eran qué; había perdido la
noción de lo simple y bello del solo fluir, que no me estaba permitiendo vivir
el ahora, el presente, con holgura, y que me había costado mucho soltar todos
los preconceptos acumulados durante una vida previsible, causándome una especie
de gran disonancia. Creo que hay algo que afecta a todo en la vida, el humor y
la propia energía. En el nivel en que uno se encuentre es el punto de partida
que muchas veces proyecta lo que se atrae, ya sea bueno o malo.
Alepos intervino; sé que te has cuestionado muchas
verdades que eran solo aparentes. Esas auto-revisiones las consideramos muy
sanas, porque han apuntado precisas al discernimiento en refugios generosos
durante el Silencio Interno. Este
sentimiento de “soltarse” es parte de un conjunto de elecciones muy bien
guiadas, que explican la sensación de estarse liberando para canalizar energías
transformadoras.
Yo le he llamado la conquista de un Espacio del Ser a quien logra
dimensionar en todos sus extremos su significado. Estos logros son
incuantificables, les permiten mantener la confianza y la firmeza de sus
decisiones, la coherencia y voluntad para cambiar, los faculta para hacer las
elecciones correctas.
Para que
veas que no te dejamos ni un momento de estos últimos meses sin considerarte,
convocamos a uno de los ángeles encargados precisamente de la autoestima y el
amor propio –me dijo Ailene-. Es un
ángel muy especial llamado Chamuel
que ofrece como regalo bendiciones del campo de pensamiento divino. Te recuerda
siempre que una parte de la Divinidad está anclada en ti y que aflora a
raudales cuando reafirmas el Amor Propio.
No me había dado cuenta de la hora, pero ya es
tarde. No puedo quedarme más. Todo ha sido tan inusual y tan vibrante que
lamento interrumpir así este intercambio.
No te
preocupes -me dijo Alepos-, vas a
notar varias cosas inusuales en las nociones que tienes del tiempo, de la
temperatura y de tus necesidades básicas como el comer y beber. Te lo vamos a
resumir en qué; ya el tiempo no es lineal, estamos transitando por universos
paralelos y que no has tenido hambre básicamente porque canalizamos las formas
de energía conocidas como “prana” para que te alimenten. La sed es menor pero
necesitas agua. Te vamos a proveer trayéndote algunas frutas. Es opcional el
hecho de que te quedes o te vayas. Puedes venir a visitarnos cualquier otro
día, que igual te vamos a dar una bienvenida generosa.
Creo que me voy a quedar, así de fácil, no lo pienso
más… la he pasado tan bien con ustedes y he aprendido tanto…
Cuando
llegue el momento te vamos a arropar y proteger durante la noche. Ahora
permítanos disfrutar de este delicioso momento de paz, aunque podemos seguir
conversando dadas tus múltiples inquietudes.
Algunos
gnomos se acercaron con una canasta hecha de hierbas secas con algunas frutas
silvestres. Agradecí el gesto y procedí a degustar con cautela del festín.
La última vez que vine a esta misma montaña pude
percibir algo extraordinario, le comenté a Alepos
y a Ailine, bueno, me pareció en
ese momento, pero que en realidad era parte de lo ordinario de un día común.
Escribí sobre ello y lo llamé; El silencio de la montaña. Fue una manera de
documentar un ejercicio de observación que en ese momento inspiró un momento
auto reflexivo. Ahora vengo a enterarme que el crepúsculo vespertino es la hora
del día favorita para todos ustedes, los del Reino Deévico.
El silencio de la montaña ocurre en ese momento…
“cuando el día ya no es día y la noche
aún no llega”, como dijo poéticamente un poeta costarricense; don Julián
Marchena.
Si lo
sabemos, comentó Ailine, Durante ese
momento acontece algo enigmático; cuando ya el crepúsculo auguraba el reino de
las sombras, un último resplandor, el más fulgurante antes del descenso de las
tinieblas, ostenta una brillantez inusitada. El firmamento palpita con una
intensidad dorada y se posesiona hedonistamente de toda la bóveda celestial.
Nosotros vivimos ese lapso del día junto a los árboles que cuidamos, como el
momento clave que les hace cambiar toda su química corporal y energética. Casi
todo el reino de las plantas ha superado la fase luminosa de la fotosíntesis.
Ya las longitudes de onda cercanas al verde refractado abandonan cada
cloroplasto y entran en una fase oscura. Es el proceso biológico más importante
de la Tierra que está sincronizado con estos cambios medioambientales. La
maravillosa creación hace que se conecten unos genes osciladores en cada parte
vegetal. Mediante una activación directa los regula reprimiendo su expresión
alternadamente; entre lo diurno y lo nocturno. Todo el bosque está en sincronía
con este reloj circadiano que regula cada uno de sus ciclos vitales. Amamos
tanto a cada árbol, -decía mientras suspiraba Ailine-, durante todo el año nos regimos por los ritmos y
periodicidad de su mecanismo biológico.
Para
nosotros nuestra Madre Tierra es un
ser vivo que ha evolucionado en amplios ciclos, ritmos y pulsaciones,-intervino
Alepos-, renovando la vida
constantemente, auto-regulándose y protegiéndose a sí misma y a todo lo que
acoge. Todos los seres vivos están adaptados esas fluctuaciones naturales y a
la esencia viva de la Tierra, en simbiosis con el medio ambiente.
Comprendo todo lo que me dicen, y sigo
rememorando mi escrito, en el que decía; la luz atenuada del ocaso precede al
despertar de los seres que necesitan y prefieren las sombras de la noche.
Mientras unos salen de su letargo para incorporarse a la vida noctámbula, otros
están desdibujando su actividad en el descanso de sus voces, en el mandato que
dicta el reposo.
Este es el vaticinio de ese soplo que sugiere
esa calma aparente en todos los bosques. Eso no lo había notado antes,
básicamente porque la vida citadina nos absorbe, y nos hemos despojado de la
sensibilidad de reconocer estas diferencias maravillosas que se suceden en el
día, los meses y el año. Para algunos de nosotros, es hora de replegarse y
descansar. Para mí es como un prólogo
taciturno antes de retirarse para gravitar supinamente en nuevos portales
dimensionales.
Este es un momento en el bosque en que todo
parece detenerse, es una quietud contenida, porque cada ser transita al final o
al inicio de su jornada. Unos buscan el refugio del descanso en el silencio,
antes de que el sueño venga. Otros inauguran su despertar acogidos por los
susurros adormilados. Es una coyuntura clave del día donde un nuevo orden se
instaura, animando a los noctívagos y adormeciendo y sosegando a los que
concluyen su jornada diurna. Todos los residentes del bosque buscan y crean
este silencio cómplice de la montaña. Es un sigilo denso e inabarcable, como un
impase entre los buscan el reposo y los que se despabilan para sobrevivir la
oscuridad. Todo esto antes de que el letargo se apropie de quienes soñamos o de
quienes con sus fotoreceptores admitan que ya no gobierna la luz.
Ahora es
cuando finalmente se ha establecido la noche con sus sonidos particulares
identificables, comentó Alepos, ya
todo presagiaba el retorno de los habitantes de la noche. Vas a comenzar a
notar algo que también muchas personas no perciben, pero haga el intento de
escucharlo; hay un grillar generalizado pautado sobre el continuum de las
sombras. Se puede abstraer de todos los sonidos del bosque una vibración que no
proviene directamente de las voces de los seres nocturnos.
Ahora que lo dice, si lo distingo y me parece
haberlo notado antes incluso durante el día, es el vibrar de una frecuencia continua…
Te vamos a
dejar con la inquietud de cuál es el origen de ese sonido tan enigmático -dijo Alepos sonriendo-. Empezamos esta
conversación hablando del amor propio y terminamos hablando de los ritmos de la
Tierra. No es coincidencia que haya sido así pues “cada medida de tiempo, cada medida del día y la noche refleja cuánto
se aman o no a sí mismos.” Estas son
palabras del ángel Chamuel. El ángel
que derrama sus “Gotas de Bendición ofreciéndolas
a quien situé las manos sobre su corazón…”
Capítulo V
El ocelote y mi tránsito por Venus.
Habían
pasado varias horas desde que conocí a algunos seres mágicos del bosque e
iniciamos remontando los meandros de una elocuente conversación. La noche
estaba absolutamente despejada y tenía un aspecto luminoso por la luna que
afloraba arriba del horizonte. Tan diáfana se percibía la atmósfera que me
pareció ver muchas más estrellas de “las usuales”. Captó mi atención Venus, cuyos destellos pacerían
pulsaciones energéticas. Uno de estos brillantes rayos luminosos me remitió a
lo que me había hablado Juxtamy, e
inmediatamente recordé el tránsito de Venus, o en otras palabras mi tránsito
por Venus.
Nos vamos
a retirar para nuestro descanso-dijo Alepos-.
Te vamos a guiar a una caverna. Está ubicada a unas decenas de pies de aquí,
muy cerca de la superficie por lo que vas a estar abrigado por la tibia
temperatura de la tierra y a la vez arrullado por las armonías de la noche.
Caminamos
hasta una caverna que estaba al pie de un monte. Se podía distinguir bien su
entrada, dado que la luna estaba en creciente. Un higuerón que estaba sobre las
piedras que constituían el portal de la caverna. Sobresalía del resto del
bosque por su tamaño y el empoderamiento que proyectaba hacia el espacio
abierto al cielo. También dejaba notar que sus raíces aéreas se clavaban directo
en el suelo tapizado de hojas algo humedecidas.
Quería descansar. El día había sido como un gran
sueño entre mundos hipotéticos y reales, entre la visión introspectiva y el
despliegue de pensamientos y emociones.
La caverna era en realidad acogedora en cuanto a
la sensación térmica y el cobijo que formulaba. Se podía percibir un olor
animal.
Alepos me dijo: este lugar no es muy grande, pero ha
servido de refugio a algunas personas que se resguardaron aquí cuando el clima
estaba impredecible. De hecho ha salvado a una que otra persona que se ha
demorado de salir del bosque y peligraba su integridad. Te vamos a mandar a
través de las piedras unas ondas de calor que mantendrán tibio este lugar hasta
el momento previo al amanecer. Últimamente ha sido el refugio de alguno que
otro felino. No van a ofrecer ningún peligro porque son capaces de visualizar
un ámbito protegido a tu alrededor del que nosotros nos encargamos. Si ingresa
algún tigrillo no tienes que entrar en pánico. Lo más seguro es que se vengan a
echar exhaustos después de su jornada nocturna en busca de alimento. Me senté
sobre un delicioso colchón de paja que se encontraba en un sitio plano de la
cueva.
Que tenga
una buena noche, mañana será otro día y vamos a ver que nos depara. Alepos terminó de despedirse
diciéndome; fue encantador que nos
pudiéramos comunicar y recibir esta retroalimentación, ya que por lo general no
sabemos de los resultados y alcances de nuestros proyectos de ayuda sutil. Pocas
son las personas que se acercas con la disposición total de abrirse como lo
hiciste vos. Esto fue lo último que escuché de Alepos antes de que se disipara en las sombras de la noche.
No podía más con la somnolencia, pude escuchar
aquella vibración continua de origen inescrutable de nuevo. Caí rápidamente en
un sueño absolutamente reparador según lo recuerdo.
Hubo un momento durante la madrugada en la etapa
de sueño previa al despertar que me percaté de un sonido suave, de pisadas
sigilosas y respiraciones precavidas. Al abrir un poco los ojos pude reconocer
en la entrada a la caverna una silueta félida que reconocía un olor extraño.
Ingresó más adentro hasta unos pasos del lugar donde descansaba. No hubo chance
para el temor porque, por el contrario, nos reconocimos en otro plano
dimensional y empezamos un diálogo no verbal del que recuerdo lo siguiente:
Soy uno de
los gatos grandes del Reino de los
Félidos americanos. Mi dominio son las sombras silenciosas de la noche. Me
llaman ocelote por la palabra
derivada del náhuatl océlotl y mi
nombre en lengua maya es Koh, puedes
llamarme así. No tienes nada que temer. Conozco bien los de su raza y siempre
los evitamos, salvo los que los que nos ven con su lucero especial. Mi sitio de
descanso son las ramas del gran higuerón que crece arriba de esta cueva. Pude
oler un aroma extraño por lo que entré para ver que sucedía. ¿Quién es usted?
Yo soy un ser por ahora desorientado, nativo de
este valle en la región occidental, le dije. Estoy de visita en este bosque por
un amigo; cuando logra ahondar en la meditación, algo lo trae recurrentemente a
esta región del Reino de Prusia. Yo
te puedo contar que la naturaleza me llama, y cada vez que puedo visito lugares
de singular belleza, como éste. Hoy andaba en solitario haciendo una caminata
hasta que me encontré a la princesa
Amanita, que me presentó a algunos de los seres feéricos. Sin embargo también
le puedo confiar que estoy en un replanteamiento personal de alcance
espiritual. Mi guía me condujo por una serie de umbrales esclarecedores y
gratificantes. Me han permitido que emerja un poder curativo de autosanación.
Este proceso está despertándome las facultades del alma y he podido ganar un
sentido elevado de auto-conciencia.
No es un
albur que hayas llegado acá en esta etapa de tu vida, me expresó Koh. Nosotros somos parte de muchas
fábulas y leyendas en las sociedades precolombinas, dijo el ocelote después de
un silencio, porque sus chamanes nos reconocieron como una especie totalmente
evolucionada. La domesticación de unos de nosotros, el gato doméstico, fue
posible en parte para un propósito especial. Sin embargo hubo una resistencia a
la domesticación total, porque se nos hubiera imposibilitado el énfasis de la
misión que se nos encargó. La realidad
es que somos tigres escondidos en un animal, cercanos al humano pero con
nuestro propio carácter y con un encargo diferente pero complementario al de
los perros. Puedo afirmar que compartimos el mismo código genético con los
leones africanos, nuestro genoma no es tan flexible como el del perro. Te puedo
decir que sus gatos solo se han adaptado en algunos aspectos, pero quedan
íntegros muchos de nuestros instintos, nuestra naturaleza etérica y la
procedencia fuente-origen de un plano superior que te detallaré.
Los
felinos residimos en el ambiente del éter. Nuestro cuerpo está simultáneamente
en dos planos, el terrenal y el otro; el plano etérico en que operamos
conjuntamente. Está compuesto de energía sutil. Gozamos de una especie de
cuerpo de vitalidad del que me interesa clarificar su cualidad; estamos
totalmente capacitados para integrar el espíritu a nuestra materia física. Y
este don se nos ha dado para apoyar y hacer trabajos muy especiales con la
Humanidad. Nuestra inteligencia está totalmente evolucionada porque expresamos
una parte de la Inteligencia Divina.
El Felis
catus es el gato doméstico que mucha gente elige como su compañero de vida.
Tengo un gato y un perro. Estaba muy sorprendido de todo lo que me contó Alepos del plan de los félidos (gatos y
perros) para la humanidad.
Ellos han
sacrificado su libertad para trabajar contrarrestando muchos bloqueos y canalizando vibraciones que los
equilibran y sanan. La inteligencia superior que establece la base de la
Creación ha programado a los felinos para mezclarse con el humano en el campo
mental y emocional.
Desde
siempre se han preguntado las personas si hay algo sobrenatural tras nuestros
intrigantes ojos o es solo una gran astucia e inteligencia. Sus
cuestionamientos divagan si tendremos un sexto sentido o alguna sensibilidad
espiritual. Nuestra inteligencia se muestra en lo precavidos que somos, en
cierto tipo de intuición especial por ustedes no muy bien explicada todavía.
Pero sencillamente nos han elegido para una convivencia bajo el mismo techo
porque generamos un beneficio mutuo y ofrecemos auxilio en niveles que ustedes
ni se imaginan.
Existe
todo un campo de la percepción que es imposible para el ojo humano, de hecho
son imperceptibles para sus sentidos físicos, pero no para nosotros los
felinos. Los gatos reaccionamos mejor ante la vibración y las emanaciones
lumínicas. Es más que solo el rango de luz diferente lo que vemos, tenemos un
tipo de percepción que para ustedes permanece oculta porque implica ver las
dimensiones de lo etérico que muchas veces se funden y traspasan a lo astral.
Estamos conscientes además que nuestro tipo de expresión es cristalino y se nos
ha dado la tarea de observar en silencio. Nos sintonizamos con reinos
invisibles para los sentidos físicos humanos.
Los gatos
domésticos los han ayudado a entender e interpretar sus sueños porque
literalmente, a veces los acompañan en “los interludios del mundo onírico”, como dijo un arcángel que explica muy
bien su naturaleza. Y los que vivimos en el medio salvaje disfrutamos de los
viajes y sueños de los que comprenden el alma del bosque.
Es tan
extraño para ustedes el campo en que nos movemos que nosotros le llamamos el
campo de la antimateria furtiva. Etéricamente es una resonancia que nos ha
permitido ayudar incluso a los Maestros
Avatares. Supera las explicaciones humanas del cómo funciona esa plantilla
de energía, pletórica de procesos cuánticos que dan lugar a toda la biología de
las actividades. Pero sabemos mezclar nuestros campos energéticos con el de los
humanos. Habitamos en una porción de su consciencia.
Lo nuestro
es la protección de ustedes ante las formas de pensamiento perjudiciales y
energías negativas que pueden sustraer su fuerza vital e influir en las
probabilidades de ingreso de las intenciones oscuras foráneas. Tenemos
habilidades psíquicas reconocidas y sabemos movernos por la red cristalina.
Muchas veces reparamos y protegemos el aura humana, ya sea individualmente o
junto con las auras de todos en una familia.
Les
guiamos cuando desean alcanzar verdades más elevadas, como en el contexto
actual, más personas de las que imaginan están eligiendo entonar vibraciones
para agudizar su sensibilidad y poder captar la esencia de una energía que está
manando de las profundidades de la Tierra. Nosotros los felinos captamos las
frecuencias y resonancias insondables y sabemos que está elevando su vibración.
Pero también sabemos que la urgencia mayor porque ciertas personas son muy
sensibles y se desorientan, sienten malestares y experimentan incomodidades.
Los acompañamos en este y cualquier otro momento de cambio. Por eso nuestro
enfoque es esa conciencia fusionada con la ustedes, de la que hablaba Alepos, y la equiparación armónica con
todos nosotros, sus asistentes.
Contamos con muchos datos estadísticos que
confirman lo que dices; por ejemplo que las personas que tienen gatos viven
más, tienen menos estrés, y ataques al corazón. Le dije…
Si,
sabemos que a nivel físico nuestra compañía es beneficiosa, pero como te
reafirmo, nos introducimos en los intersticios entre sueños y funcionamos en un
nivel psíquico. Todos los felinos salvajes y domesticados nos fusionamos a una
sola conciencia.
Ustedes
deben recuperar la memoria. Ya hay mucha gente que lo ha hecho y muchos vienen
en camino sin esta restricción. Hablo de nuevos seres humanos. Su primer
propósito en evolución es alinearse al propósito de la vida en la Tierra para
elevarse juntos a otro nivel. Esto es un imperativo del que la mente del ser
humano sea suficientemente receptiva.
Sabemos de
la trascendencia de Venus para
muchas almas veteranas y las que ahora integran el Sistema de Conciencia Solar. Allí van a descansar porque encuentran
realidades de frecuencia superiores. Usted mismo ha estado allí, sino fuera así
no estaríamos hablándonos en este nivel. Hay una gran experimentación que
podemos reconocer. Sabemos cuándo un alma es veterana…
Te voy a
revelar algo más, si te acuerdas, Alepos
te dio datos de la estrategia fraguada desde los Planos Superiores para el rescate de tu Ser…,-continúo el ocelote-.
Voy a refrescarte la memoria; ha habido dos constantes en todas las giras de Apertura de Umbrales, y de las que
usted es un fiel testigo.
Refréscame la memoria porque puedo pensar muchas
cosas,…estoy intrigado.
Esas dos
constantes son; una de carácter físico y tangible, y otra de nivel etérico. La
primera te va a parecer obvia; siempre en las giras entre los bosques los han visitado
mariposas Morpho, algunas veces
desde el inicio, durante la estadía y a veces hasta final de cada visita.
Acuérdate de Kan-tan, de Cóter y de Rincón, entre otros. Luego una de ellas te revelará su naturaleza
críptica y la relación directa que tiene con el chackra del corazón. El nivel
etérico tiene que ver con los felinos,…hemos estado muy cercanos, ya sea porque
el bosque es nuestro dominio y marchamos por sendas establecidas reconociendo
las ánimas nuevas que nos frecuentan. También hemos habitado parte de sus
sueños y visiones.
Claro, ahora recapitulando me acuerdo de una
madre indígena que vio a un jaguar que se sentó junto a su hija para
protegerla. Su hija nos contó luego que su visión fue que “…ella vio a toda su
familia reunida junto al fuego. El fuego se apagó y al volverse a prender todos
se habían convertido en animales.”…
También en Iztarú, un
compañero adoptó el espíritu de un jaguar y con su felinidad avanzó en su
comprensión.
Esos son
solo algunos ejemplos de nuestros atributos. Lo significativo y que quiero que
seas consciente, es que te acompañamos siempre en cada traspaso de umbral.
Aspiramos a tu refinamiento como ser humano, a que tengas una mayor armonía
interna, a que tus dominios del alma logren una verdadera conexión con tu
divinidad.
Koh el ocelote se escabulló sigiloso, trepó por
piedras y ramas hasta su refugio en lo alto del higuerón.
Me
desperté escuchando a muchas de las especies del bosque que cantan con
optimismo porque renovaban su vitalidad al amanecer. E igual yo… por el
renacimiento en la luz de mi propio ser.
Capítulo VI
Higara y el corazón energético del higuerón
Por el
acceso a la caverna se filtraba la claridad de la alborada. Parecía que todo
volvía a renacer con fogosidad allá afuera. Las briznas frescas de aire
cautivaban por la diáfana desenvoltura con que llenaban mis pulmones. En las
exhalaciones un suave vapor era dorado por el sol. Para los entes tempraneros
es un imperativo retomar con nuevos bríos una nueva jornada de supervivencia
respirando profundamente estas corrientes nítidas. Es un despertar optimista,
jovial y alerta en el marco maravilloso del crepúsculo vespertino. El amanecer
es el ámbito de la regeneración en que el brillo de la luz inicia de manera
contenida, mostrando unas pinceladas de azul prusia e índigo sobre unas veladuras
azul ultramar, (los mejores colores que uso al pintar celajes madrugadores). El
Sol abraza y entibia toda la existencia y reinicia el ciclo diario con un rico
esplendor de acogedores tonos cálidos que se van desplazando a aquellos colores
azulados profundos y penetrantes.
Pude ver
junto al higuerón que crecía sobre la cueva a una Dríada que no era Ailine,
curiosamente bien mimetizada con los helechos verde claro que proliferaban en
su base. La dríada se presentó diciéndome; soy Higara, un hada a la que le fue
encomendada la misión de cuidar este hermoso ficus en el que habita Koh el
ocelote y de todos los seres vivos que necesitan de él. Soy una guardiana que
disfruta de vivir en este bosque donde cada árbol simboliza el perfecto
equilibrio de los bosques sabios. Somos los Guardianes de la Tierra y todos los
días al despertar mostramos gratitud por la gran obra de la Creación y por El
Gran Espíritu que yace en todo. Todo lo vivo y lo inerte, más todos los que
habitamos en las energías sutiles estamos interconectados en la Tierra para
formar un solo ser.
Higara continúo con su presentación; yo soy del mismo
clan de Ailine y Alepos del bosque Prusiano. Somos del Clan de Prusia y hay muchos otros seres
especiales con los que nos repartimos esta misión tan grande de restaurar el
balance de la naturaleza en todo este lugar dominado geológicamente por un
volcán. Como usted puede prever esta ha sido una tarea tan ardua que a veces creemos que estamos perdiendo la batalla, pero seguimos luchando...
Con mucha
urgencia hemos estado enviándoles mensajes, desde sutiles hasta apremiantes acerca
de las consecuencias del evidente desequilibrio que ustedes provocaron. Usamos
muchos medios como; hacernos visibles y susurrarles nuestros mensajes, cierta
comunicación telepática, pero el común es que mediamos a través de quienes
cuentan con el don del lucero entre los ojos y en medio de la frente, creo que
ustedes le llaman tercer ojo. También con personas que cultivan la comunicación
con nosotros y “los elementales”, como los que buscan de verdad un camino
espiritual alternativo y por supuesto con los chamanes. Para que entienda la verdadera gravedad del problema, y en casos extremos los "elementos" han hablado fuertemente por sí mismos, ustedes mismos lo han notado. Hoy casi todos los cambios en el clima transportan mensajes urgentes sobre las consecuencias de su actitud frente a su naturaleza.
Me da mucho gusto conocerte Higara. Este amanecer dentro del bosque es maravilloso. Hace años
que no recibía un nuevo día en medio de la naturaleza. Me sorprende lo
maravilloso que es el despertar de tantos seres vivos juntos.
Soy de la tribu humana que como usted sabe está
muy desacoplada de la naturaleza. De hecho es muy común que nos expresemos en
términos que enfatizan la distancia y la lejanía. Tal es la desconexión que de plano
no comprendemos lo que hay más allá de nuestras grises ciudades. Soy el que hoy renace junto a los
maravillosos seres elementales, aunque ahora que lo pienso me parece
irrespetuoso y arrogante decirles “seres elementales” a ustedes, que siempre
han estado aquí, que tienen mucha más edad que nosotros siendo los asistentes
de los espíritus de los árboles, de las piedras y de todos los elementos. A los
seres como ustedes los hemos estrechado y desahuciado de su hábitat
destruyéndolo para hacer ciudades delirantemente extensas, que necesitan áreas
de producción agrícola extensivamente desmedidas. Tenemos una conciencia
bipolar; admiramos la belleza de los ecosistemas de la Tierra y a la vez
mantenemos una constante presión por sus recursos.
Algunos tenemos un poco de conciencia sobre la
necesidad de liberación de ese tipo de pensamiento en la densidad, por llamarle
de una forma conocida. A nivel de todo el conjunto planetario puede que esté
surgiendo un cambio de mentalidad que procura una reconciliación interna del
ser humano con nuestra Madre Tierra.
Esperamos un nivel crítico de seres humanos que piensen que esto es posible,
para dar el salto a una nueva forma de relacionarnos con quién es nuestro
origen.
Higara me dijo que desde hacía décadas esperaban que la
gente empezara a cambiar de actitud ya que el camino elegido como forma de vida
del colectivo humano iba rumbo a un debacle. Tanto desequilibrio no es
sostenible, (como ustedes mismos lo han concluido). Te explico esto un poco
más; no es que la Tierra necesite del ser humano, ustedes pueden continuar con
su persistencia autodestructiva hasta desaparecer. La Tierra tiene una
conciencia muy poderosa y es capaz de regenerarse nuevamente, con las mismas y
otras formas y con otra misión. Pero en realidad creemos que el ser humano es
una creación sofisticada ya que incorpora en un solo cuerpo, un alma y a través
de ella un espíritu. Con un poco más de trabajo puede retomar su camino.
Aunque disfruto del contacto con la espesura de
la selva y su diversidad, me apena reconocer este hecho lamentable que les hace
perder a ustedes su integridad. Y sobre todo el haber perdido completamente el
derrotero de la correcta relación del Ser humano con esta hermosa esfera azul.
Pude
reconocer a Alepos distante en un
claro del bosque y acercándose a la entrada de la cueva, donde hacía rato
habíamos entablado una amistosa conversación Higara y yo.
Alepos en gnomo interrumpió la conversación para
saludarme y darme la bienvenida a un nuevo día. Me dijo; me encanta que no te
hayas cerrado durante la noche. A muchos les pasa que nos consideran parte de
un sueño que rápidamente olvidan. Al estar receptivo podemos seguir ampliando
el discernimiento y el amanecer es un momento perfecto para procurar tu
ilustración.
Debo indicarte
qué; antes de que empieces a moverte y reconocer de nuevo este bosque hermoso
durante el amanecer, permítanme que te explique la condición que observaste muy
al inicio de nuestro contacto. Creías que había una infraestructura imponente y
descomunal, megalómana y excesiva para el entorno, la que era utilizada por
nosotros. Déjame decirte que proyectaste tu mirada convencional, tu
idiosincrasia ajustada a una forma de percepción muy superficial. Esta es una
manifestación típica de cuando se ven otras formas de la materia en la tercera
dimensión en la que estás acostumbrado a moverte. No tenías la capacidad de
entender la trama de la vida en un bosque vivo y por tanto eras incapaz de
observarnos con otra sensibilidad.
Viste el
fundamento de las formas constitutivas de todo lo material, eso fue un hecho
muy poderoso y excepcional. Los árboles de este bosque y quienes lo habitan
forman un absoluto de energía en muchas densidades y los volúmenes que ves son
en realidad las manifestaciones de diversas densidades de esa energía.
También
pudiste captar el "corazón
energético" de los mismos árboles. Para nosotros es maravilloso que se
nos pida cuidar especialmente esta sección del árbol que como viste está
ubicada en la parte baja del tallo, donde se encuentra con la tierra, a ese
punto específico lo llamamos el Hara.
Para muchas culturas cada uno de esos individuos actúan simbólicamente como
ejes del mundo, ya que nos muestran el arraigo a la tierra, extraen el agua y
nutrientes del suelo y tratan de alcanzar elevando sus ramas al cielo y la
misma eternidad. Ya sabes ahora donde reside el chackra más importante de las
plantas.
Higara acotó diciendo: recuerda que en cada semilla se
encuentra el centro o corazón energético de la planta. Este es como un núcleo
con el potencial de desarrollarse y evolucionar más rápidamente de lo que
ustedes creen. Las plantas son seres vivos con sensibilidad, y pueden captar
tanto las energías positivas y sanadoras como las negativas. Todos los seres
vivos nacen de las semillas que son la esencia de la vida y que prevalecen
diseminadas por todo el Universo.
Alepos continuó hablándome de acerca de; lo que
constituye y envuelve a cada árbol, lo que lo conecta con su entorno, es lo que
nosotros llamamos materia. la supuesta
materia orgánica del árbol no es más que la concreción de la energía en formas,
es decir, un estado más de la manifestación de la Luz. Viste la materia como
energía y otro campo energético más sutil a su alrededor. La energía de la
Divinidad que todo lo ocupa y es el mundo de lo cierto, pero esto está
reservado para quienes inician el sendero del despertar. Cada árbol tiene
dentro sí un espíritu, y es parte esencial de su manifestación en Luz. Todos en
el bosque reconocemos nuestra esencia divina y nos sabemos y reconocemos porque
estamos conformados por cadenas de información que van más allá de la realidad
física.
Cada
individuo del bosque recibe y emite vibraciones energéticas y responden al
magnetismo, que no es más que lo que ustedes llaman amor. La Tierra ama a sus árboles porque los atrae
electromagnéticamente, e igual a ustedes. Quienes emprenden un viaje espiritual
pueden abrirse a los espíritus aliados y reconocer que todos los hechos del
bosque pueden ser captados en los niveles transpersonales de la conciencia que
se mueven a través de esos campos energéticos.
Las
plantas responden a muchos pálpitos que los recorren por dentro y por fuera y
rara vez el ser humano puede captar esas vibraciones. Cada árbol es un ser vivo
que conlleva una energía al servicio del cumplimiento de sus fines. Esta
efervescencia de lo energético que constituye la fuente de su vitalidad es
imprescindible para todas sus funciones físico-químicas pero también son los
máximos exponentes de la relación vertical de la divinidad con este planeta.
Adoramos a
los árboles porque tienen la función extraordinaria de canalizar y anclar la
luz en la Tierra, expresó Higara con
total convicción. Son un medio para visualizar el futuro evolutivo del ser
humano, que verán algún día que pueden anclar la luz conscientemente cuando
evolucionen para ingerir luz solar tal y como nosotros lo hacemos cuando
queremos hacernos visibles.
Alepos continuó; debo describirte lo que llamamos el
Primer Reino, los minerales, que anclan y sostienen la luz y la transmite
profundamente al interior de la Tierra. Las plantas pertenecen al Segundo
Reino, su objetivo es canalizar la luz de cielos a la tierra, crear una
atmósfera adecuada donde pudiera proliferar la vida. Ellos comen luz y les
proporcionan la energía de la luz transformada para los herbívoros y así
sucesivamente hasta llegar a ustedes. Se puede decir que los árboles están
inconscientemente activos anclando la divinidad de la luz. Sus raíces bajo la
superficie comparten la memoria del agua que une a toda la vida del mundo. Sí,
todo está interconectado, estamos regidos por un Orden Superior.
Cada uno
de nosotros, tanto los del Reino Deévico
como los espíritus de “los elementales como ustedes nos dicen”, resguardamos
información muy importante a nivel galáctico. Si, y no exagero de la
importancia que el Plan Divino para la Tierra tiene para toda la conciencia del
Universo. Estamos conectados multidimensionalmente formando un sistema en red
de Bibliotecas Vivientes. A la vez estamos interconectados con todos los
elementos y con cada ser vivo de la Tierra. Esto te lo vamos a seguir aclarando
más adelante ya que habría que ir muy atrás y adelante en nuestra historia, que
es muy diferente a la de ustedes. Te podemos decir también que la Tierra está
pasando por un momento de depuración del dolor a nivel de todo el conjunto
planetario y de una transmutación hacia una nueva realidad de Luz. Esa es la
verdad que puede proveer su libertad absoluta. De paso ya te hemos explicado el
cómo hemos hecho para acercarnos a algunos de ustedes, que tienen el potencial
de ayudar a la Tierra en ese proceso. Muchos trabajan en al restablecimiento de
la Verdad y el encuentro de la memoria por parte del Humano consciente.
Aunque por
ahora no se ven resultados a nivel global, la lectura que hacemos de las
frecuencias humanas nos indica que la consciencia de la humanidad está en auge,
se está expandiendo, y esperamos que en algún momento entren en razón de que
debemos evolucionar juntos. Mucha gente busca un cambio de dirección o un nuevo
camino filosófico y espiritual que explique el porqué de este desastre y cómo
salir más o menos ilesos de este atolladero
Sí, sabemos que muchas personas sienten lo mismo
por la transparencia del alma que los habita. De hecho me he encontrado
últimamente con gente muy enfocada en esa dirección.
Higara me invitó a hacer un recorrido alrededor del
higuerón la pequeña para que pudiera percibir toda la diversidad que atraía.
Esta hada tenía una belleza suprema y un orgullo manifiesto que se notaba en su
mirada. Le encantada su árbol, el ficus
(o higuerón). Los higuerones son como los comederos dadivosos del bosque, me
dijo, y por lo tanto es imposible aburrirse cuando se ofrece este festín. Sus
frutos maduran a la misma vez, por lo que muchos animales como aves, mamíferos
e insectos sean atraídos en esas fechas. Todo el día y todos los días me
entretengo observando y a veces jugando a la gran cantidad de especies
animales. Este árbol es generoso, da cobijo y alimento a muchas aves, mamíferos,
reptiles e insectos de este bosque y sobre todo a las avispitas que polinizan
las flores. Sé que por la peculiar forma de las flores era considerado por los
antiguos un árbol criptógamo (sin flores). Los pájaros, sobre todo me la
entretienen profusamente al sorprenderme constantemente; muchas veces me
encuentro rodeada de bandadas de pequeñas aves, o puedo ver a los pájaros
solitarios de canto melodioso. Me gustan los felinos y otros mamíferos que
suben por sus ramas.
Nosotros
sabemos que además de arrinconar cada vez más los bosques reduciendo su
cobertura, también los humanos que vivían en comunión con ellos han sufrido un
prolongado e injusto hostigamiento, esto lo expresó Alepos mientras caminaba junto a mí alrededor del gran higuerón.
Nos consta que este acoso ha sido muy doloroso para ellos. Ha sido muy cruel
esa negación histórica de la diversidad los pueblos de estas tierras y la
obligación a renunciar a su identidad para ajustar su vida y pensamiento a una
cultura extraña y desarraigada.
Algunos
simplemente han sucumbido ante la aculturación, otros ante la imposibilidad de
adaptarse a esa idiosincrasia se han abandonado al alcohol o de otras drogas
como una forma de suicidarse lentamente. Como viven muy cercanos a nosotros nos
duele ver que todo este dolor se transmite de generación a generación. En
amplias zonas de esta región hubo persecuciones sistemáticas y eliminación
física de los indígenas llegando a considerarse un genocidio, esto ha sido
horroroso para nosotros también.
La senda del perdón.
He encontrado a un guía maravilloso, que busca
sensibilizarnos a todos sobre estas grandes injusticias históricas. Hemos
ofrecido perdón a los descendientes de los habitantes originarios por lo que
les hicieron nuestros antepasados. Por primera vez en nuestro país alguien lo
hace y la verdad han sido muy compasivos y algunos nos han dicho que ya nos
habían perdonado. Otros, con justa razón esperan que este acto sea del común
dominio de los gobernantes y que se aprueben las herramientas jurídicas
pertinentes para que demostremos que somos consecuentes. Al invadir sus territorios ancestrales los
irrespetamos y los subvaloramos por decir poco. Estábamos en una era oscura
donde predominaba el miedo y la prepotencia.
Alepos interrumpió para decir; la senda del perdón es
uno de los pasos más significativos para transformar nuestra relación con
nosotros, los seres de la naturaleza y con una parte nuestra que habitaba en
tribus. Fueron subyugadas por una cultura dominante que transformó radicalmente
la forma en que nos relacionábamos. La reconciliación es una forma de hacer
posible una civilización de concordia y armonía. Pedir una disculpa es un acto
que debe hacerse con humildad y respeto para que muchas almas puedan ser
sanadas haciendo que florezca y se consolide una cultura de paz. Al afirmar la
paz con los pueblos indígenas lo hacen con la misma conciencia viva de la
Tierra. Es un paso trascendental que debe dar toda la humanidad.
Les pedimos a nuestros hermanos que nos miraran
con compasión, porque para nosotros este sentimiento contiene una forma de
energía esclarecedora. Con ella apoyamos las formas de crecimiento y la
comprensión que precisan ocurrir para cambiar internamente y que puedan
perdonarnos. Esa es una energía que vibra en ambos sentidos y es muy
significativo que se de este paso para ser solidario, compartir nuestro amor y
reconfortar. La compasión que ofrecemos no es un acto de conmiseración, pena o
lástima, es como lo define Stéfano, “aceptar el proceso del otro y respetar sus
tiempos”. Lo que nos indican estos tiempos es que debemos vivir en el espíritu.
Reconocer el Ser y aceptarlo. Perdonar es integrar los errores e injusticias de
al menos quinientos años de historia para que el sufrimiento no estrave nuestro
devenir.
Higara terminó diciendo: ahora debes disfrutar del Sol en esta hora del amanecer. De este
Sol las culturas que fueron abatidas tomaron su energía, su espíritu, su luz y
su calor. De allí extraían toda la sabiduría ya que era leída con relativa
facilidad por gente sensible. También se comunicaban fluidamente con esa
energía generosa. Eso ustedes lo perdieron hace cientos de años. Tu guía te
está mostrando los momentos y espacios para volver a su interior y que
reconozcan esa partecita de su divinidad que yace en ustedes.
Inicié una caminata por un sendero pensando
mucho todo lo que los gnomos y dríadas me habían dicho hasta encontrarme junto
a un río cristalino. Podía escuchar los susurros del bosque junto a los del
agua recorriendo los meandros. Sorpresivamente y sin que lo buscara un ángel me
envolvió con la amplitud de su belleza y me dijo:“la divinidad está en tu interior y hace muchas
vidas que eres parte del Plan Divino.
Puedes repetirlo como un mantra porque es así. Te lo afirmo porque de verdad la
Luz está en cada célula de tu cuerpo y un más allá inimaginable para tu actual
nivel de consciencia. Cuando comprendas que eres una ínfima parte del Todo tal
vez empieces a comprender la totalidad. Soy Raúl, tu ángel de la guarda, estoy
y siempre he estado apoyándote en todo tu proceso, durante toda tu vida. Debo
mostrarte por un breve segundo lo que podés llegar a tener si sigues por el
buen camino”.
Me mostró un lugar de luz, donde todo era una
paz profunda, donde todo era amor, belleza y gratitud, y donde sentí el mayor
afecto y libertad con que jamás ni había soñado. Las palabras que me surgen no
pueden aproximarse a lo que estos segundos significaron.
Capítulo VII. Jaudín, el
gnomo facultativo de los bosques sabios.
Estuve caminando por los senderos del bosque de Prusia por el placer de hacerlo “solo”
durante esa hermosa mañana. Este lugar es muy especial, pensaba, me induce a la
quietud y al silencio interior y cuando estoy regocijándome en ese sosiego toda
la existencia me habla. No es como caminar por una ciudad donde predomina lo
inerte y lo árido, eso “me anula y absorbe”. Por el contrario; es como si los
activadores cósmicos iluminaran e hicieran vibrar todo lo conocido
comunicándome su vitalidad y bienestar.
Me quedé por mucho rato sentado en una piedra
solo escuchando lo que el bosque sugería. Trataba de recibir el calor de la
Madre Tierra a través del contacto con ella, “porque las piedras estuvieron en
el principio de la historia” me decía recordando esa frase. Cada planta de este
bosque y cada elemento se manifiestan con un tipo de lenguaje hasta ahora inaudible
e intangible para casi todos nosotros, pensé. Con agudizar intencionadamente los
sentidos se admiten otras frecuencias y se empiezan a percibir los sonidos,
colores, olores, todo lo que me indica el tacto y lo que pruebo con una nitidez
y esplendor jamás advertido.
Sé que muchos de los secretos más insondables son
accesibles si con sumisión y humildad se hace una honda meditación acompañada
de ayuno, como me lo recomendó un chamán. Pueden escucharse sus mensajes si se
hace con persistencia. También
a través de una relajación profunda personal puede que se logre contactarlos, pero
no siempre la primera vez se recibe y lo mejor es si no se deserta por escasos
resultados y se prolonga este esfuerzo por varios días. Sí, hay que hacer un
sacrificio porque perdimos las formas básicas de entablar una relación viable
con todos estos otros mundos posibles.
Los gnomos
y dríadas me habían iluminado mucho
hasta ahora y quería seguir profundizando en sus confidencias. En realidad me
daba mucha curiosidad conocer más de su vida, su organización, sus principios e
ideales. Quería que también me informaran si eran mortales, como se reproducían
y otras tantas dudas que este nuevo mundo me generaba.
Otro gnomo
se apareció entre las piedras junto al río. Me observaba atentamente para
comprobar si realmente estaba aprendiendo a escuchar lo que fluía por el
ambiente desde mi naturaleza. Después de varios minutos de mirarme con disimulo el gnomo
se presentó diciéndome: soy Jaudin,
hermano de Alepos del Clan de Prusia. Me dijo él que estarías
por este sector del bosque que es relativamente seguro, pero también es el sitio
en que mucha gente se ha extraviado por la tranquilidad y confianza que genera
su hospitalaria floresta. Si lo ves bien, hace rato caminas por un “sendero”, y
no hay tal, es un simple vericueto por donde se pasean los animales y cada
tanto desaparece. Para evitar un incidente te guiaré durante esta mañana sobre
un rumbo seguro, por donde hay muchas plantas comunicándose entre sí, para ver
si agudizando tu oído puedes captar estas melodías sutiles. Más tarde te
llevaré de vuelta al Valle de la Luna
donde te esperan para que les cuentes tu historia.
Muchas
gracias Jaudín, estoy sumamente
agradecido de que no me hayan dejado solo ni un momento en este bosque
desconocido para mí. Ustedes me han sorprendido en todos los sentidos…y siguen
haciéndolo. Ustedes los gnomos o “nacidos de la tierra” son trabajadores, amables y sabios. Me halaga su confianza.
Yo, Jaudín,
tengo una especialidad que muchos gnomos aprecian, y es que puedo oír las
melodías que emiten los vegetales como resultantes de su actividad fisiológica
y de la comunicación entre ellos. También escucho con suma claridad las
melodías producidas por los ciclos de los sistemas vivos provenientes de sus
propios procesos biológicos. Por lo tanto soy como una especie de facultativo
de los cuerpos
orgánicos de los bosques sabios, porque puedo reconocer su estado y hacer
diagnósticos precisos de su condición. Muchos sonidos se producen por los cambios
de su actividad biológica utilizando emisiones de gases por condiciones
exógenas que también puedo oler.
Cada parte del bosque tiene una cartografía de
especies basado en las particularidades de la interacción entre plantas. Los
gnomos y dríadas tenemos la sensibilidad para escuchar los vegetales sin
alterar su comportamiento, pero mi caso es excepcional ya que escucho la
interacción en áreas completas de un bosque. En el caso de los humanos las
plantas reaccionan a su presencia debido a que tienen un aura electroestática muy
amplificada. Muchas veces su reacción es acallar al máximo sus sonoridades
debido a que les producen temor. Un temor justificado diría yo.
Mi misión es un poco compleja porque trata de generar
conciencia del impacto de su tiranía en la salud de los bosques nuestros y
tengo muy pocas oportunidades de encontrarme gente receptiva. Es sencillamente
abrumador por la absoluta ingenuidad con que ustedes cavan su abismo en la
ignorancia del ambiente que les rodea. Nos parece que no se respetan a sí mismos dado la manera irracional como expolian
los recursos ofrecidos generosamente por la Tierra.
Esta es
una realidad cruda que debemos asumir como conjunto social –le dije-. Recomiendo
a todas las personas una contemplación profunda y meditación en medio de la
naturaleza porque se debe tener una experiencia de sanación interior para
tratar con verdadero amor y consideración el exterior. Tenemos la creencia absurda de que somos algo aparte de la naturaleza y por lo tanto que no estamos apegados a sus leyes. La claridad emocional permite que se manifieste fácilmente la verdadera realidad. Muchos males colectivos necesitan ser dirigidos hacia lo
individual, a las heridas pasadas que hoy sabotean y distorsionan los pensamientos y emociones particulares. Una abstracción
de las circunstancias externas nos puede animar
a cambiar nuestro sentir. Cuando se contacta la misma frecuencia que inspira el
amor a la vida eso te permite elevar y equilibrar lo que no está en la misma
sintonía. De paso el sensibilizar sobre su estimación es una forma de llegar a
cambiar nuestra actitud.
Jaudín me hizo el comentario;
sinceramente eso
lo veo y sin que te ofendas, muy
romántico, pero a la vez racional. Necesitamos con premura que muchos se hagan responsables por
nuestra realidad. Gasten toda su energía en un verdadero trabajo interior y en resolver
las causas de esa realidad que los carcome individualmente. Solo entonces
ustedes pueden acometer en resolver los asunto del mundo exterior, cuando
realmente empiecen a cambiar desde adentro.
Como facultativo de los bosques sabios tengo que
vislumbrar los auténticos puentes energéticos entre los mundos sutiles, dijo
Jaudín. Es por eso que debo descifrar los puntos de
contacto y artilugios entre mundos alternativos. Los elementales de la
naturaleza son formas de existencia que interactúan dentro de todo lo creado a
través el éter, que es la vibración del campo astral. Además todos “los
elementales” coexisten con los gnomos, dríadas y elfos debido a su vibración
sutil. Ellos están posicionados justo en medio del plano astral y el plano
físico, y esto no es del todo comprendido por ustedes, de allí deriva la
desconexión de las energías sutiles originadas en otras dimensiones. Acceder a
la tercera dimensión en la que habitamos los humanos es muy arduo y solo lo
hacemos con personas especialmente sensibles.
Tengo una
pregunta; ¿Hay árboles que tengan la sabiduría para tener conciencia y puedan
comunicarse?
Creo que ya te habíamos dicho que todo está
conectado en el bosque de forma multidimensional. Para nosotros los bosques en
su conjunto tienen un nivel de maestría muy alto. Son los árboles
extremadamente antiguos los que dominan el sistema en red de Bibliotecas
Vivientes por ser los más sabios y resistentes. Les fue concedido el don de la
conciencia, el habla y la conexión vertical con la sabiduría del Universo. Son
protectores de todos los demás. Esos eran los árboles sagrados, los que entraron
al mundo divino.
La percepción geológica que tiene Alepos hace que su curiosidad innata lo
lleve a buscar gemas extraordinarias –me contó Jaudín-. Algunos de estos no le han interesado porque no
incrementan su tesoro pero he descubierto que estos cristales son muy
poderosos, son sanadores, purifican y liberan bloqueos energéticos. En fin, ha sido la
mejor herramienta encontrarme con esos cristales portadores. Los tengo
escondidos en un lugar muy seguro porque son imprescindibles en muchos de los
tratamientos que ofrezco. Ustedes pueden contactarnos como seres de sanación y
podemos ayudarles también.
Me
alegraba tremendamente que en estas últimas horas haya comenzado a discernir
que existen otras formas de conciencia además de la nuestra. Es como si el
centro de atención de toda la vida se desplazara de la humanidad con su actitud
de orgulloso egoísmo a un nuevo eje y que se abriera esa limitada torpeza que
hemos demostrado los humanos en la relación con esta tierra.
Quiero que vayamos un momento es un lugar muy
singular, que es uno de mis favoritos de este bosque,-me indicó Jaudín-. Está a solo unos cien de tus
pasos desde aquí, sé que te gustan las plantas y de hecho ya has trabajado con
ellas en algunos de tus proyectos.
Bajando unos pocos metros por un sendero
llegamos a un espacio llano y levemente bajo dominado por unas plantas
conocidas aquí como sombrilla de pobre, o por el nombre científico de Gunnera insignis. Las grandes hojas de
muchas plantas creaban un ambiente sombreado donde proliferaba una especie de
helecho conocida como lengua
de ciervo o Phyllitis scolopendrium.
Definitivamente
me encantó porque rara vez se encuentra en la naturaleza un área grande con dos
especies que se relacionaban.
Ahora es el momento en tu vida que estás receptivo
y realmente puedes escuchar. La próxima vez vengas a este lugar, te dejaremos
solo para que entres en sintonía con tu energía receptiva porque ya estás listo
para ir ascendiendo en las jerarquías de luz.
Capítulo VIII. Yólotl
Miztli el aluxe maya.
Ya es hora de que te reúnas con algunos de
nosotros; los gnomos y las dríadas del Clan
de Prusia, un aluxe invitado,
los espíritus mismos de los árboles y las plantas para que nos cuentes todo eso
que has vivido en los últimos meses. Nos congregaremos alrededor de un círculo
sagrado al atardecer.
Con gusto Alepos, aunque por lo que pude captar ustedes
dominan una parte de la historia y hasta han sido partícipes de ella, algo
extraordinario y muy curioso que no me lo esperaba.
Fuimos caminando al Valle de la Luna, y a la sombra de algunos árboles nos refugiamos
por un rato ya que faltaban varias horas para el crepúsculo vespertino.
Respetaba mucho la solicitud de esperar a que el ambiente ideal se diera en esa
hora del día tan promisoria. Mientras tanto pude comer algunas frutas traídas
por un gnomo y tomar una siesta muy reparadora. Me desperté en el momento justo
en que ya estaban posicionándose en un círculo Alepos, Ailine, Jauquín, Higara, Juxtamí, algunos
otros elementales y un gnomo viejo y silencioso que había recién llegado y que
estaba un poco dentro, como amparándose bajo los helechos arborescentes por el
calor que agobiaba.
Bienvenidos al círculo sagrado -expresó Alepos-, estamos hoy congregados
porque, como los Guardianes de la Tierra,
todos los días al despertar y al atardecer mostramos gratitud por la gran obra
de la Creación y por El Gran Misterio que yace en todo. Hoy
nos une un motivo adicional y es que integramos a las reflexiones del Reino Deévico a un ser humano que ha
fluido en nuestro medio reverenciándolo.
Déjenme además presentarle a un invitado
especial que habita los lugares sacros.
Este gnomo es el sabio del clan -me dijo Alepos-. Es más, es el sabio de los
sabios. En realidad es un aluxe, un gnomo maya que hace siglos está con
nosotros, se llama Yólotl Miztli (corazón de puma). Él es un erudito
muy respetado ya que, junto a otros aluxes
y nosotros, son entidades dotadas del poder para resguardar y proteger montes y
sitios sagrados. A Miztli le
corresponde este sector de las montañas de la Cordillera Central e incluye el Cerro la Carpintera. Ya fue olvidada de la memoria colectiva que
había muchos sitios sagrados que eran protegidos por los nativos huetares, que
fueron las tribus precolombinas que dominaban estas serranías. Sin embargo
nunca se fueron de los sitios hieráticos que protegían porque tenían la
convicción de que algún día la humanidad se reorientaría e iba a retomar la
relación con su naturaleza y "los elementos".
Debido a que más tarde va a haber un amanecer
lunar, con una luminosidad que va a ser esplendorosa, es que tenemos el
privilegio de tener a este maestro aluxe
aquí. Ellos solo surgen en toda su magnificencia con el resplandor lunar.
Pocas personas los han visto antes, considere un privilegio que haya hecho esa excepción hoy, porque además son muy ágiles, evasivos y sobre todo traviesos. En otro contexto hubiera actuado muy diferente contigo.
Pocas personas los han visto antes, considere un privilegio que haya hecho esa excepción hoy, porque además son muy ágiles, evasivos y sobre todo traviesos. En otro contexto hubiera actuado muy diferente contigo.
Me da gusto conocerte señor Yólotl Miztli; le dije sin que obtuviera una respuesta,
aparte de una sonrisa apenas levemente esbozada.
A la hora
anunciada me senté en un sitio reservado para mí en el círculo. El final de la
tarde trajo consigo un atardecer de matices rosados y violetas que deslumbraban
hasta conmover. Alepos estaba justo
frente de donde se oculta el sol, en el lado este. Jaudín estaba al frente suyo, al oeste. Miztli entonces tenía el privilegio de sentarse al sur. Yo por
tanto ocupé el norte en esa disposición. Dríadas invitadas y Juxtamí completaron el círculo.
No sé si
pueda contarles lo del proceso de “traspasar
los Umbrales del Alma”, en una
forma resumida y secuencial -les dije-, creo que voy a inclinarme por encajar
mis actos reflexivos entre las vivencias sutiles por ustedes hermosamente esbozadas.
Estos umbrales me han servido para contactar diferentes energías o frecuencias
en el camino del despertar de mí conciencia.
Les puedo
decir que es la experiencia más significativa de los últimos años. Atravesar
los umbrales significó ocuparme de asimilar verdaderamente las lecciones
difíciles de la vida, y muy introspectivamente, las que lograron socavar etapas
enteras de mi crecimiento individual. La sensación de haber sanado el alma es prodigiosa.
El haberme abierto a un proceso en el cual pude verificar que el Alma
misma tiene la capacidad de auto-repararse, fue vivificador. Ya llevo cinco de las nueve creadas en los mapas
propuestos por el maestro y mis conclusiones son gratificantes.
Alepos dijo: ya te habíamos
mencionado que conocemos y participamos de
una estrategia fraguada en los Planos
Superiores para el rescate espiritual de personas que desvían su camino. Te
hicimos concordar en una senda totalmente guiada en el plano terrenal por uno
de los más calificados estrategas de tu entorno. Alguien que sabía lo que hacía
porque te dijo; “los que buscan este camino
lo hacen por necesidad”. En ese momento no sabías que íntimamente
necesitabas una agitación de tu interioridad, algo así como “moverte el piso”
para que rotaras el timón de tu vida.
Debido
a su constancia pudimos hacer una labor excepcional de la que hoy nos
enorgullecemos. Tuvimos que apelar a muchos medios para poder hacer que fueras
en la dirección apropiada y qué pudiéramos alcanzar resultados irrefutables.
Necesitabas un proceso personal para conmutar cada
uno de los yerros y obstrucciones que dificultaban tu crecimiento como persona.
Algunas reminiscencias te llevaban a vivir en la angustia, la desesperanza y el
desaliento. No sabías cómo actuar y contrarrestar dichos males.
Si, lo sé,
para mí la paz interior era evasiva, no podía traer conmigo la comprensión y mi
libertad. Despejar el camino para que estuviera libre de los velos de mis
omisiones acarreadas por el tiempo, significó la certeza de que podía encontrar
al final del recorrido con una sensación de plenitud por haber sanado.
El ángel
Raúl, ha sido tu guardián desde
que naciste. Ha actuado en los últimos meses, cuando por fin lo convocaste y
pudiste entablar una verdadera relación –dijo Jaudín-. Él tenía la misión, casi en las últimas etapas de este
proceso, de renovar tu concepto espiritual y acercarte un poco más a la
divinidad que ignorabas que yacía en ti. La realidad es que naciste para
manifestar la gloria divina y nos conmueve que hayas logrado tan sublime
propósito. Todo lo previo se proyectó como una forma de curación espiritual
para este gran momento.
Recuerdo
bien la ocasión en que mi ángel guardián se me manifestó la primera vez. Fue en
una de estas sesiones en que se hacen retiros pautados a un sitio en la
montaña, en la que durante varias horas se hacen ejercicios, formas guiadas de
respiración y meditaciones. Todo realizado conscientemente para contactar una “frecuencia del alma” en la que se deposita una onda simiente. Está proyectado que con
más trabajo germinará y seguirá fraguando tu transformación espiritual.
Yo había
ido a este retiro con una idea internalizada. Agradecer por primera vez
(conscientemente y como adulto) a mi Ángel
de la Guarda tantos años de incondicional apoyo lealtad. Yo no tengo
facultades extrasensoriales especiales por lo que no esperaba una respuesta
tangible. Hay compañeros en el mismo grupo que si pueden ver a los ángeles,
hablar con ellos, o con espíritus de gente que no han asimilado su partida del
mundo terrenal, y muchas otras habilidades de ese tipo. Pero si era verdad, que
los ángeles existían quería desde el fondo de mi corazón mostrarte mi afecto y
gratitud. Era un acto de fe, muy poco usual por el distanciamiento de varias
décadas que había tenido de las creencias y los rituales religiosos.
A Todos los que conformamos el espíritu de un
bosque sabio nos complace demasiado que ustedes convoquen a sus ángeles guardianes durante sus retiros,
asambleas o congregaciones. Esa fue la primera intervención de Yólotl Miztli, que tenía una voz
pausada y vaporosa. Nosotros podemos verlos a su alrededor en esos momentos.
Están tan llenos de amor que todo es gozo y gratitud para todo en grandes áreas
a su alrededor. Hasta los elementos vibran en la plenitud de esos afectos.
Una de las
jóvenes que estaba participando de la misma sesión pudo dar testimonio, al final cuando compartimos testimonio, de que
había muchos ángeles acompañándonos a todos nosotros. Ella nació con ese don y
lo ha demostrado desde niña. Desde siempre había visto y se había comunicado con
los ángeles. Yo había sentido ese opresivo sentimiento doloroso en el corazón y
sobre el que pregunté a quién me quisiera oír en el otro plano dimensional. Pude
mostrarle total gratitud a mi ángel, como lo había intencionado desde que
partimos en la mañana de ese día.
Lo que
verdaderamente me asombró fue que después, mientras hacía un recorrido por un sendero
que discurre a la par de un río, en medio del canto de las aves y los susurros
del viento pude escuchar claramente una voz que decía: -siempre he estado
contigo, en todo momento y lugar, te he arropado y protegido en muchísimas
ocasiones. Estoy agradecido con el hecho de que hayas intencionado tu gratitud,
porque aunque no es necesaria, me demuestras tu avance en los actos de fe y
reconexión espiritual. Soy Raúl, tu ángel guardián y estaré a tu lado cuando
quieras que sea convocado.
En esa
sesión uno de mis grandes compañeros visionarios, pudo visualizar a un Ser Crístico que colocaba en mi
interior un niño angelical. Me costó meses entender que ese niño era yo, y que
era importante sanar al niño interior herido y lastimado y que, sin ese paso
tan pospuesto en mi vida no iba a liberarme del dolor.
Jaudín me interrumpió para
decirme: si ustedes no se encargan de los problemas de su niño interior, los mismos patrones cíclicos que derivan de su
desatención se vuelven recurrentes y siguen actuando a lo largo de tu vida. Sabemos
que este no es un sendero exento de penurias, pero si no se acomete con este
encargo se puede seguir sufriendo innecesariamente durante toda tu vida,
llegando incluso a causar enfermedades crónicas. Sino pregúntate a ti mismo, ¿cuántos
años de tu vida has consumido en una desolación latente, viviendo como si no
pasara nada pero abatido en tu soledad?
Alepos por su parte opinó; para
que veas con claridad la importancia de esta gestión, a nosotros nos conmueve
ver en algunos casos como los niños se sienten amenazados o son heridos por
padres ignorantes, prepotentes o por gente poco escrupulosa. Parte de su espíritu
responde a las agresiones e intimidaciones y se desgarra fugándose a un lugar
donde se atesora para cuando vuelva a ser necesitado, cuando ocupen recuperarlo
y sanar. Ese es un niño agraviado cuyos fragmentos ausentes crearán dolor y sufrimiento
hasta que encuentren el arrojo para sanarse por ustedes mismos.
Te voy a dar una revelación-dijo Jaudín: el niño interior nunca te
abandona. Siempre estará contigo porque representa ese estadio
de tu vida en que fuiste leal a ti mismo, al alma que reencarnó en tu
cuerpo para elevar más su espíritu. Es el que tuvo la valentía de reencarnar
nuevamente para seguir aprendiendo de su energía divina y del Universo. No habías sido adoctrinado. A este le
llamamos “el niño íntegro” que
habitará dentro de su corazón por siempre. Será el creativo de una realidad alternativa;
que va a plantearte la necesidad de jugar, de hacer caminatas y paseos y hacer
cosas divertidas. Es el que quiere que siempre tengas alegría y libertad
mientras estés en la Tierra. El niño íntegro es como un gatito atesorado, que
desea ser mimado, estar en un sitio cálido y ser muy amado.
Reencontrarse con el niño íntegro es indagar en
su pasado y comprender a través de él los asuntos del presente.
Ahora visualiza lo que rodea a la sanación del
niño herido,-acotó Alepos-, verás
que es una situación muy emocional porque más tarde podremos buscar y tratar de
encontrar el niño místico, el niño fruto
del nexo entre lo humano y lo divino. En estos dos últimos umbrales has estado muy
consciente que es posible sanar a tu niño herido y traerlo al presente para sanarle
sus traumas.
Jaudín intervino y dijo;
ahora veo como evocas esos sentimientos reprimidos, y que te han
causado tantos conflictos. Nosotros vemos lo que ocurre cuando el recuerdo
remite al dolor original y hace que reviva el sufrimiento. Se te ve en los ojos y no nos importa que
llores lo que quieras durante el rato que quieras, eso es sanador!
No tengo
que pedir mucha imaginación para que sepan lo que sucedió después; simplemente
abandonarme a un sollozo intenso, porque era una como limpieza energética de mi
propio corazón.
No tienes que contarnos nada, me consolaba Alepos; todo lo deducimos porque, como
ya te lo relatamos, tenemos habilidades telepáticas. Sentir el sufrimiento puede
hacer que dejes de sufrir. Sabemos que
te cuesta mucho referirte de esta parte de tu vida en que con tal de disciplinarte
te hicieron sentir disminuido y desconcertado. Nosotros lo percibimos íntegramente
y lo sabemos escuchar a nuestro modo. De hecho no has hablado mucho, pero ya
hemos descifrado la fuente de tus aflicciones encubiertas.
Me veo
escondido en la oscuridad, yo pequeño… no me explico el porqué de esa
resistencia y el dolor (no físico) que sentía en el corazón ya superada mi
infancia.
Este es el
dolor que venía a mí en cada apertura de umbral, sobre todo las primeras cuatro de éstas…
Miztli intervino nuevamente: el
revivir los temores sin atenderlos hace que se mantenga estancado tu proceso de
sanación. Esas son las energías limitantes y cargadas de miedo que muchos de
los seres humanos han recibido de sus padres durante su infancia. Son las que
debes trascender para disolver cualquier obstáculo. Esa senda solo se puede recorrer
perdonando, sanando
creativamente, regenerando tu vitalidad y superando el fuerte trauma del
nacimiento.
Yo creí
que ya todo esto lo había hablado y perdonado, pero porqué salta de esta manera
después de tantos años?
Miztli continuó: ustedes mismos
lo dicen; ningún padre o madre nace aprendido y por lo general son rígidos,
porque acogen las leyes terrenales, las normas sociales e ideas que son muy puritanas
y limitadas. Tienes que considerar la vida difícil que tuvieron que soportar
tus padres, sobre todo tu madre, que quedó huérfana siendo una niña muy
pequeña. Sé que no puedes ni imaginar la profunda desolación de tu abuela,
cuando era una madre joven agonizante. Ella al final supo que una enfermedad
terminal acabaría con su vida y que dejaría desamparadas a dos niñas pequeñas.
Su marido no era confiable por el alcoholismo que ya lo dominaba. Eso fue un
dolor horrible que ella tuvo que soportar. Esto se convirtió en parte de una pesadilla kármica, que ya además venía muy cargada y cuyo
desenlace es lo que tu madre y sus descendientes padecieron.
Higara, que no había hablado
antes me dijo: la tristeza que dilates en el tiempo se puede volver un rasgo
crónico y afectar solapadamente todos los aspectos de tu vida. No es casualidad
que tus principales problemas crónicos estén relacionados con el estómago, se
debe a todo lo que debiste tragar y digerir en la vida pero que no
pudiste asimilar. Casi sin que te des
cuenta te habían empezado a socavar internamente, enfermándoles, desbordando
aspectos decisivos de tu integridad y estancando tu crecimiento.
Miztli continuó; al ahondar en
tu pasado se pueden identificar muchos los patrones que te han obstruido. A
través de tu estómago se expresaban tus miedos existenciales. Algunos de ellos te
remiten inmediatamente a la tristeza y a los quebrantos que se alojan
impunemente en lo recóndito de tu corazón, muchos se originaron por el karma ancestral que es transmitido a
través de sus linajes de sangre. Era muy urgente que sanaras esas heridas
y con mucha
propiedad te digo que los
karmas más difíciles tienen el potencial de activar el despertar.
Ya el aluxe Miztli
hablaba con más frecuencia y continuó: Lo que inició en los primeros umbrales
como una manifestación
de dolor no físico en el chackra del corazón en las primeras puertas, se fue
decantando como un mandato de mi guía interior en la cuarta puerta. El ángel Raúl te susurró al oído “trabaja el dolor”, porque ya estabas encaminado y sabíamos que el
proceso iniciado era irreversible.
Yo me dije
en su momento: “acepto ese emplazamiento porque sé que es sanación y
transformación”.
La segunda
vez mi ángel, Raúl, me dio una tarea
más compleja ya que implicaba darle a mi vida un tema de fondo y que
sencillamente no había considerado jamás; el
karma.
“Este es
un encargo que te voy a dar y espero que lo asumas con profundidad –me indicó-.
Si lo logras va a darte la consistencia entro lo que eras y lo que vas a llegar
a ser, es definitorio de tu futuro. Cada ser humano es parte de un gran tejido
que hilvanan hilos kármicos, ese
gran tejido forma una parte de lo que ustedes denominan la conciencia colectiva
humana. Estos hilos cuelgan para ser
trenzados de manera que se produzca la evolución de esa conciencia. Como
cualquier buen tejido, este debe ser realizado con pautas más precisas y finas
de forma que encuentren la liberación de los patrones burdos del inconsciente
colectivo”.
El Ángel Raúl me indicó que; debes dejarte guiar y confiar en el proceso que ha estructurado tu tribu. Con cierta
urgencia, como lo has venido haciendo consistentemente, debes trabajar un dolor alojado más profundamente en tu corazón, porque te debo decir; aunque has avanzado sanando heridas fuertes no está del todo concluido.
“Si lograras identificar un patrón
recurrente entre vida actual y de alguna forma recuerda lo sucedido en vidas pasadas, ese saber podría implicar tu
despertar. Debo indicarte que el aprendizaje es la única finalidad del karma.
Ese es su propósito completo y por lo tanto es bueno. No debes temer porque ya vas guiado en el proceso”.
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