lunes, 27 de diciembre de 2010

PAISAJES DE COSTA RICA: PARQUE NACIONAL VOLCAN IRAZU


Uno de los “paseos” o excursiones característicos de los habitantes de Costa Rica y de muchos turistas extranjeros que disponen de tiempo solo para hacer “tours” de un día, es la visita al Volcán Irazú. Su acceso fácil y las impresionantes vistas que emergen a lo largo del recorrido desde la ciudad de Cartago, hacen que se disfruten plenamente las imponentes panorámicas y las insólitas formaciones volcánicas al llegar hasta el cráter mismo. Las visuales son atrayentes, son especialmente bellas las que miran al Valle de Orosi, con los primeros planos de una geografía ondulante ocupada por cultivos hortícolas y fincas ganaderas. Estas carreteras son corredores paisajísticos con miradores naturales de importancia para todo el país, al igual que los paisajes agropecuarios que vemos antes de llegar al Parque Nacional.


Preciosas vistas de los miradores naturales que se encuentran a lo largo de la carretera. Esta ruta y sus principales atractivos deben cuidarse de intervenciones que desmejoren su calidad visual.
Si en algún momento el país aprueba una legislación sobre paisaje, (debemos aspirar a tenerla pronto) se deberían incluir muchos de estos sitios en la categoría de “fragilidad visual”, ya que con una adecuada evaluación con un “Modelo de valoración de calidad del paisaje” o cualquiera de tipo similar, se concluiría que es un paisaje vulnerable. El paisaje de calidad es un bien cada vez más escaso; y en el país no hay una adecuada visión a futuro por no tener un sistema nacional de valoración de su principal recurso; el paisaje. No hay un criterio claro sobre cómo protegerlo, ni sobre usos del suelo compatibles con la calidad visual en recorridos de importancia turística. Los ecosistemas agrarios son de mucha fragilidad, y sus rasgos morfológicos hacen que su calidad escénica, de gran singularidad sea un recurso frágil, por su potencial y su característica de bien especulativo. Una buena planificación puede inducir la necesidad de proteger este paisaje de modificaciones o alteraciones incompatibles, que vayan en detrimento de sus características excepcionales.

El Parque Nacional Volcán Irazú cuenta con un volcán activo, aunque pocas veces en las últimas décadas se ha cerrado el Parque Nacional a sus visitantes  por la peligrosidad de su actividad.  Es de muy fácil acceso por carretera pavimentada hasta pocos metros del cráter mismo. Está a unos 32 km de Cartago, la antigua capital del país, y es uno de los parques nacionales más visitados en Costa Rica. Su extensión es de 1,265 hectáreas. Es también el volcán más alto del país con una altura de 3.432 m.s.n.m. Uno de los 26 parques nacionales que existen en Costa Rica, que fue establecido como área protegida en 1955, como parte del Área de Conservación Cordillera Volcánica Central.


El Cráter Principal es casi circular y con paredes muy inclinadas, mide 1.050 metros de diámetro y 300 metros de profundidad. Tiene una laguna de agua verde turqueza y que según expertos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICOR) está desapareciendo. El agua está disminuyendo su nivel debido a la infiltración, la caída de materiales al cráter mismo y a la falta de lluvias, ya que su fuente primordial es de origen pluvial y la estación lluviosa ha estado relativamente seca en los últimos años.
El origen del nombre es indígena, proviene de la palabra Istarú que significa “montaña tormentosa y de terremotos”, con el tiempo se modificó a Irazú. También se le conocía como "Santa Bárbara Mortal de la Naturaleza", pero en mis años nunca había oído que se le llame de esta manera.
Es en la zona de los cráteres donde podemos ver la vegetación y fauna característica del páramo pluvial subalpino dentro de un paisaje enigmático e intrigante, por sus formaciones geológicas. Cerca del cráter nos encontramos con una amplia planicie semidesértico con gigantescas acumulaciones de cenizas volcánicas y rodeadas en parte por farallones verticales, semejando la superficie lunar.


Cuenta con una larga historia de erupciones en ciclos eruptivos, siendo el más importante, por estar todavía en la memoria de nuestros padres y abuelos, la actividad que inicia el 9 de agosto de 1962, declarándose emergencia nacional en marzo de 1963. La actividad eruptiva se prolongó hasta 1965 causando importantes pérdidas a la agricultura y la ganadería. También afectó la salud de los habitantes del Valle Central ya que la ceniza arrastrada por los vientos causó el incremento de enfermedades en las vías respiratorias. Las manifestaciones eruptivas han continuado en los últimos años, entre ellas una avalancha que llegó al cauce del río Sucio en 1973, río que podemos ver en la Carretera Braulio Carrillo. Sin embargo las cenizas volcánicas del Irazú, han hecho que las tierras a su alrededor sean muy fértiles, por lo que casi no se encuentra vida salvaje, también porque continua por periodos su actividad volcánica.


Sus atracciones principales son los cinco cráteres, con fácil acceso a pie, todos ellos con impresionantes formaciones geológicas y singularidades en su distribución de la vegetación, y son: Cráter Principal, con 1050 metros de diámetro y de 250 a 300 metros de profundidad, Cráter Diego de la Haya, de 690 metros de diámetro y 80 metros de profundidad, (nombrado en honor de Diego de la Haya Fernández, gobernador de la provincia de Cartago, que en 1.723 documentó por primera vez la erupción del volcán). Tiene otros cráteres antiguos como el llamado Playa Hermosa, y otros dos pequeños.





El cráter Playa Hermosa en algún momento fue un cráter activo y es hoy una playa cubierta de ceniza. La vegetación ha ido regenerándose gradualmente, aunque su recuperación es lenta debido a que los caminantes majan mucho los nuevos brotes de vegetación, si se quiere fomentar una sucesión del bosque deben definirse claramente las zonas de paso y las de conservación. Por ser un sitio plano es un lugar apropiado para observar las aves del parque.
Las zonas de vida pertenecen al bosque muy húmedo montano y bosque pluvial montano. El páramo pluvial subalpino, se desarrolla en alturas superiores a los 3.300 metros y hasta los 4.000 m.s.n.m. y es el que vemos al llegar a los alrededores de los cráteres, donde podemos observar una vegetación baja pero de características distintivas, en las que se sobresalen especies como los arrayanes (Pernetia cortacea y Vaccinium consanguineun), la sombrilla de pobre (Gunnera inisignis) y el papelillo (Senecto oerstedianus), que posee unas flores amarillas muy llamativas. En ciertas épocas podemos observar floraciones simultáneas de muchas especies, que logran configurar un “jardín floral” de belleza impresionante.





Hay también bosques casi puros de roble encino abundante en la vertiente atlántica del volcán y de madroño (Weinmania pinnata).
Podemos encontrar parches con bosques primarios, especialmente los comprendidos en la zona de vida bosque pluvial montano en las márgenes de los ríos y el sector noreste del cráter principal. Las especies que observamos son el roble negro, jaúl, salvia, matagente, lorito, escalonia, candelillo, lengua de vaca.
Entre las especies más comunes de aves en la zona destacan; el carpintero careto (Melanerpes formicivorus), y el yigüirro escarchero (Trudus nigrescens), la tangara de monte cejiblanca (Chlorospingus pileatus), el comemaíz (Zonotrichia capensis), junco volcanero (Junco vulcani).

En Costa Rica se el conoce como carpintero careto, puede llegar a medir 21 cm. Se encuentra en las tierras altas desde cerca de los 1500 m sobre el nivel del mar hasta el límite de la vegetación arbórea de la Cordillera Volcánica Central y Talamanca.
El carpintero bellotero (Melanerpes formicivorus) es un pájaro carpintero de tamaño medio que habita los robledales, desde el sur de los Estados Unidos hasta Colombia. Anidan en árboles o ramas muertas, en grandes cavidades excavadas por la pareja. Viven en grupos familiares, y todos los miembros del grupo pasan horas y horas almacenando cientos de bellotas en los agujeros, que permanecen bien protegidos en los troncos de los árboles. Pertenece al Orden: Piciformes y a la familia: Picidae.

Carretera al Volcán podemos apreciar muchos jardines vernaculares como éste, con una interesante mezcla de plantas nativas y plantas naturalizadas típicas de los jardines del Valle Central.
Como mencionaba anteriormente es indispensable una adecuada gestión del paisaje cultural que se aprecia en algunos pueblos y carreteras. El paisaje protegido por el Sistema de Parques Nacionales es un bien que difícilmente va a cambiar por intervenciones del ser humano, (por lo menos a una escala menor). Pero el paisaje entre el área protegida y en medio urbano debe contar con diferentes categorías de protección, como paisajes de interés cultural. Este es un factor indispensable para la sostenibilidad de la gestión del patrimonio cultural. Se tiene que identificar los puntos en común entre todos los actores, propietarios y beneficiarios de lugares de belleza singular, con objetivos alrededor de los cuales definir la visión de desarrollo de la región que involucre una noción de paisaje cultural. Se debe disponer de un plan para conservar el carácter de la escena rural evitando construcciones discordantes u otros usos discordantes con el estilo del pueblo y sus zonas aledañas o que deterioren las principales visuales. También deben protegerse los ambientes frágiles y zonas asociadas con amenazas naturales, las zonas de recarga de acuíferos, las que no pueden urbanizarse para proteger fuentes de agua potable, y las zonas como las faldas del volcán Irazú con que temporalmente tienen tierras de alta fertilidad.

Este local de venta de flores, plantas en macetas y productos comestibles me encantó por su simplicidad, pero con una cuidada estética y orden. Sobresalen en el techo las bromelias típicas de la zona que parecen mimetizar el local con el paisaje.
Como muchas visiones nuevas, y esta estrategia es nueva en el país, la preservación de un paisaje cultural es una tarea compleja que debe involucrar necesariamente a todos los sectores que participan en su gestión y las comunidades interesadas. Para garantizar su conservación se debe contar con mucha información. La educación de la comunidad es básica para que comprendan la importancia de la valoración del paisaje en todos los niveles; sociales, culturales, económicos y ambientales. Es claro que se necesita de una  estrategia que evite el riesgo de la continua destrucción del patrimonio en los paisajes culturales. Sus habitantes son los llamados a promover la sensibilización de las instituciones con respecto a la protección de su paisaje cultural y los pueblos y sus zonas agrícolas en los alrededores del Volcán Irazú cuentan con uno de los más bellos paisajes del país y es su deber protegerlo para la posteridad.

Fotos de Guillermo Chaves y Rodolfo Alvarez. Salvo la primera.

Ver las conclusiones y recomendaciones del I ENCUENTRO – TALLER SOBRE PAISAJES CULTURALES. El Paisaje Cultural: su comprensión, protección y gestión. Cartagena de Indias, 19 al 22 de octubre de 2010





1 comentario:

  1. Me gusta mucho Costa Rica, situado en la cordillera volcaanica de America Central, tiene un clima maravilloso, flores y montanas espectaculares y es quizas el pais mas tranquilo de America, no se como lo han logrado. Gracias. Lourdes

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