martes, 26 de abril de 2011

TENDENCIAS DEL PAISAJISMO ACTUAL, UNA INTRODUCCION


Viveros Bios, Escazú, Costa Rica. Construcción y foto: Laura Rodriguez. Diseño: G. Chaves.


De manera introductoria quiero plantear las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las tendencias de la arquitectura paisajista actual? y ¿Porqué es importante para mí conocer estas tendencias y qué impacto pueden tener en nuestro medio?, ¿Es necesario o vital conocer esos nuevos rumbos que adquiere la profesión?
Una tendencia se define como una fuerza que impulsa un cuerpo a dirigirse hacia un punto, es por tanto dirección, inclinación, orientación. Es propender hacia un fin determinado y avanzar  (hacia adelante aunque con un ojo viendo atrás). Así en un sentido general, es la propensión o inclinación en los hombres o en las cosas hacia determinados fines. Es un patrón de comportamiento de los elementos de un entorno particular durante un periodo de tiempo. Es simplemente la dirección o rumbo y puede ser de un Movimiento político, filosófico, artístico, etc.


Jardín en Villa Real, Santa Ana, Costa Rica. Diseño G. Chaves. Construcción: Viveros Bios.
El profesional paisajista puede que se haya planteado esas preguntas más de una vez. Tiene implícita una inquietud prospectiva, es decir; me interesa el rumbo de mi profesión, y que tengo una noción de futuro. ¿Puedo yo aportar algo con mis ideas? Es muy actual preguntarnos qué podemos hacer los arquitectos paisajistas en nuestro actuar a nivel local. Más aun, si podemos contribuir con un grano de arena a la problemática ambiental. Ningún aporte nuevo es insignificante en ese contexto y por eso debemos sentirnos privilegiados. Un parque o un jardín bien pensado, a nivel de coherencia con el medio es en sí mismo una contribución necesaria.
Estas inquietudes son muy válidas, y podemos asumir una actitud prospectiva en la configuración de un devenir promisorio para la profesión en cada país o región en la que laboramos. No es razonable actuar por imitación, repetir esquemas es dar el mínimo esfuerzo, hacer obras sin un compromiso mínimo por la calidad en el diseño es desaprovechar una oportunidad valiosa de marcar una diferencia.

Jardín de Poaseas de Kew Gardens. Londres, Inglaterra.


Tanto en el diseño arquitectónico como en el paisajístico surgen respuestas que no son otra cosa que repeticiones de esquemas preestablecidos, que llevan a un agotamiento en la forma de proyectar y que ya no desarrollan nuevas ideas sino copias de pasadas tendencias o historicismos mal interpretados. Muchas veces este es el resultado de una deficiencia en la formación del profesional. Esto hace que luego nazcan obras que son híbridos sin una línea clara de diseño. Crear nuevas formas sin conocer los lenguajes formales de las corrientes de diseño paisajístico actuales y pasadas, hace que no siempre se llegue a un buen resultado formal y espacial. Es importante establecer un lenguaje claro con respecto a las tendencias, definir su posición como ser creativo sobre cuáles son las internacionales más significativas. Cuáles son regionales y aun las nacionales, y de qué manera influyen directamente en nuestro quehacer. Vale la pena preguntarse qué formas adquieren y cuál es su gramática formal. Si son fieles a algún estilo y si se adaptan a la realidad país. El paisajista que no conozca bien el pasado no podrá generar un lenguaje claro con respecto a las tendencias ya sea para distanciarse de ellas o para dar continuidad a las mejores ideas para conceptualizar y desarrollar nuestros proyectos paisajísticos.

Estos pequeños jardines estaban flanqueando una fachada de La Sagrada Familia de Gaudí, Barcelona, España.
Cualquier obra de paisajismo debe estar hecha para mostrar un alto grado de creatividad (por supuesto ajustándose a las condiciones impuestas por el cliente y si los honorarios que cobra el profesional lo permiten); y debe ser diseñada para disfrutarse por muchos años. Hoy es muy importante el hecho de que debe realizarse procurando la economía de medios y con un costo razonable, a veces esto es difícil en un mercado que no conoce bien de los costos reales de los insumos. Si se procura el mejor resultado con recursos limitados se hace un ahorro energético, el ambiente lo agradece.

Una obra de paisajismo no puede ni debe estar descontextualizada del medio, de allí que debemos estar revisando permanentemente cuáles son los medios expresivos que utilizo, qué dirección me indica en contexto social y cultural, cuáles son los factores ambientales que inciden en la mejor selección de materiales con los que construyo mi paisaje y otros muchos factores que inciden en nuestra labor creativa.

Pavimento del Museo de Berlín, diseñado por Daniel Libeskind que ganó el concurso para la ampliación en 1989.

Podemos tener la inquietud de conocer cuál es el aporte de una iniciativa propia al resto de la gente, y lo mejor que nos puede suceder es un cliente satisfecho, que nos recomiende a otras personas. La honestidad consigo mismo, el diseño imaginativo, y la mayor calidad como norte son, muchas veces, suficientes para que la obra sobresalga por sí misma. Al disfrutar del proceso creativo también podemos estar incorporando novedades a soluciones y a demandas específicas. Estas son formas de abordar el diseño que son interesantes para los demás. No necesariamente debe corresponder a lo que opina una élite intelectual, porque estamos recién introduciendo en el país una cultura del “gusto por el diseño del paisaje” que esperamos promueva el aprecio por la belleza similar al de las artes, pero con un carácter aun más democrático. Imagínense a gente disfrutando y reconociendo un jardín minimalista, ojalá público, o un parque donde haya obras de Land Art, o un  parque que rescate un ecosistema nativo, lo más fiel a las especies autóctonas. Todas estas opciones parten de una conceptualización muy específica para cada lugar y cada necesidad. Se puede aspirar a revertir el deterioro urbano y aumentar su calidad con un enfoque del diseño creativo, sintético y austero.

Jardín Botánico de Barcelona, de Carlos Ferrater Lambarri, Josep Lluís Canosa I Magret, Isabel Figueras. Foto de Ricardo Chaves.

¿Para dónde vamos?, es una inquietud es “un poco existencial”, que nos toca responderla, a todos, a quienes estamos organizados en asociaciones gremiales y a los que, por iniciativa propia, les importa y estudian lo que sucede en nuestro entorno inmediato y el mundo. Esta interrogante también lleva implícita la idea de examinar lo que aconteció en el pasado, contextualizado desde el bagaje cultural que llevamos incorporado y, los rumbos que pudieran surgir en el futuro.
Dentro de nuestra particular forma de relacionarnos con el espacio puede haber una gran cantidad de actitudes y aptitudes que hacen que en esencia haya tantas visiones y perspectivas de vida como personas puede haber. Todos interpretamos los instrumentos de que dispone esta profesión con una particular tesitura, de algunas obras queda también toda la información que lo liga de una manera indiscutible a su medio ambiente, una cultura particular y un contexto histórico que son únicos e irrepetibles. El impacto de la obra en la cultura o viceversa y de las ideas que subyacen y que les son intrínsecas puede convertirse en un verdadero paso cualitativo y servir de guía para muchas más personas.

Villa Olímpica de Barcelona.
Una tendencia, en el caso del diseño, debe de contar con indicadores, y referentes. Hay referentes de tendencias que tienen que se pueden confundir con otro concepto: el estilo, grupos de un cierto estilo, o los componentes estilísticos que el diseño va adoptando. "El concepto de estilo, según Carlos Janlilevich, muy usado por la historia de la arquitectura y del arte de raíz humanista y positivista, se refiere a una serie de rasgos comunes más o menos repetitivos que al estar presentes permiten identificar una determinada obra como perteneciente a una escuela o modalidad de ejecutarla así como un período de tiempo y el lugar en el que dicha escuela o modalidad apareció o fue común su uso. Así, por ejemplo, en pintura se habla del Impresionismo Francés, en literatura del Siglo de Oro Español, en arquitectura del Gótico Isabelino, etc."

Una tendencia, si nos referimos a su significado más baladí, puede tener alcances inmediatos y efímeros como los que pretende la moda, con una visión un tanto comercial y mercantilista, o ser tan amplia y tener un impacto tan profundo a nivel social, tal que, en si misma pueda ser un reflejo de una visión de mundo y una perspectiva de vida. Hay otras ideas asociadas a la palabra tendencia, por ejemplo nos referimos a marcar tendencia a lo que sobresale por su estilo. Es lo que se encuentra en la “primera línea” de creación, llamado también “vanguardia” y que es la renovación radical en las formas y contenidos, los cuales sustituyen a las tendencias anteriores mediante la confrontación. Son también las nuevas corrientes que se vislumbran como determinantes en los ideales, tanto estéticos como ideológicos de una sociedad o parte de ella.


Jardín Botánico Robert y Catherine Wilson,
Apdo.73, 8257 San Vito, Coto Brus,Puntarenas, Costa Rica


No siempre tiene que haber una ruptura o planteamientos divergentes que cambien el rumbo de manera definitiva  para que haya tendencia. Los movimientos artísticos renovadores son inusuales,  las vanguardias tienden a tener una la actitud provocadora desafiando los modelos y valores existentes hasta el momento, pero pueden convivir con manifestaciones menos radicales y más mesuradas en la expresión. Tiene que haber cierta consistencia entre la obra que se concreta o que se proyecta y la manera en que se fundamenta el pensamiento tras el trabajo creativo. Este trabajo reflexivo es fundamental para documentar la visión particular del creador individual o los contemporáneos. Una de las dificultades de definir una tendencia con base en la “vanguardia” es que las obras verdaderamente sobresalientes  de paisajismo, al igual que las de arquitectura, no pueden definirse por tendencias o estilos: “la calidad sustancial trasciende el estilo y está relacionada con el orden y el significado profundo de la obra individual” (William Curtis). En lugar de tendencias o estilos, muchos críticos, se refieren a unas pocas obras recientes que alcanzan un grado superior de resolución y que se convierten en hitos o referentes estéticos de profundo valor.

Hoy la buena obra paisajística se está produciendo en muchos rincones del mundo y al igual que Curtis pienso que “es esencial distinguir entre lo sustancial y lo que simplemente está de moda”. Hay que tener este cuidado cuando nos referimos a la idea de tendencia en paisajismo, para no denotar modas, sino englobar una gran cantidad de obras, que pueden o no ser extraordinarias pero que son acertadas, tienen una meritoria calidad, abordan con ingenio y respeto los acuciantes problemas sociales, urbanos y ecológicos.  Algunas obras tal vez  no pueden competir con las grandes obras de presupuestos extraordinarios de los países ricos pero aun así se les reconoce su aporte y se mira con interés y respeto su dedicación a realizar y mantener espacios inigualables. Se trata de encontrar en el ruido del momento actual las cualidades duraderas.

Jardín Botánico Robert y Catherine Wilson,
Apdo.73, 8257 San Vito, Coto Brus,Puntarenas, Costa Rica. Fuente dedicada a Luis Diego Gómez. Diseño: Guillermo Chaves.


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lunes, 11 de abril de 2011

DANIEL URBAN KILEY pionero del MOVIMIENTO MODERNO DE PAISAJISMO




Arquitecto-Paisajista
Guillermo Chaves Hernández


 DANIEL URBAN KILEY (1912 - 2004)

Dan Kiley desarrolló una carrera exitosa durante más de sesenta años. Fue aclamado como el “decano” de la arquitectura del paisaje norteamericana. Un pionero en el estilo moderno que combinó el funcionalismo del movimiento moderno con los principios del diseño clásico (1). Su trabajo buscaba introducir un nuevo orden humano sobre la tierra, pero dejando que una parte se expresara a través de las formas naturales, lo suyo no era una labor decorativa. Era un maestro que resolvía sus diseños con patrones geométricos únicos, a la vez que tenía la firme creencia de un ser humano como parte de la naturaleza. El arte de Kiley se conceptualizaba como un complemento de la arquitectura. “Luz, espacio y flora son los componentes del contexto de un edificio con los que construía su paisaje.” (2)

Se dice que las mejores de sus obras son engañosamente simples; es posible que así sea ya que los espacios que propone se despliegan como si fueran un “paseo por la naturaleza”. Tanto es así que muchos de sus paisajes propuestos no se tratan como las obras maestras que son. Garrett Eckbo dijo que "El impacto de Kiley en el paisaje mundial es sustancial y memorable…a su manera serena es un verdadero líder".

Dan Kiley – Washington DC

Desgraciadamente algunos de sus diseños se han cambiado tanto sus criterios y su concepto inicial se ha perdido. Sin embargo, su obra es muy consistente y el resultado que hoy podemos observar, después de décadas de madurez, puede ser subvalorado porque no es del tipo que impone los artificios de diseño sobre el paisaje, sino que la huella de su mano es invisible para quien desconoce que hay una idea previa. Anne Raver dice que Kiley reveló en diseños el sentido espiritual de la tierra y que trasladó al observador a través del espacio, creando un sentido de la Infinitud''. Es más conocido por las propuestas que realizó en la posguerra, debido a esto el trabajo de las dos primeras décadas de su carrera tienen poca difusión.



Trabajó en algunas de las comisiones más importantes de los Estados Unidos, ayudando a elevar el nivel de la profesión del diseño del paisaje.
Kiley, nació en Boston, Massachusetts en 1912.  En 1932, comenzó un período de cuatro años de aprendizaje con el arquitecto paisajista Warren Manning, que había sido socio de Frederick Law Olmsted, diseñador del Central Park. Durante este período aprendió los fundamentos de la práctica profesional en oficina y desarrolló un interés especial por el papel de la vegetación en el diseño, lo que le generó su posterior uso, creativo e innovador, de las plantas en el paisaje. En 1936 Kiley entró en el programa de diseño en la Universidad de Harvard.  Entre sus compañeros y amigos estaban Garrett Eckbo y James C. Rose, que también se convirtieron en arquitectos del paisaje de influencia. Durante su estancia en Harvard, Kiley y sus compañeros de clase, Eckbo y Rose, exploraron diseño moderno de paisaje. Kiley aplicó sus innovaciones al diseño, dejando la polémica teórica a Rose y Eckbo. Estos planteamientos que elaboraron juntos los plantearon en tres artículos publicados en Architectural Record entre 1939 y 1940. Kiley abandonó Harvard en 1938 sin graduarse.
En 1947 Kiley  y Eero Saarinen ganaron el concurso de diseño para el Jefferson National Expansion Memorial, conocido como el Arco de St. Louis, un proyecto de alto perfil que lanzó su carrera como arquitecto paisajista.
En 1955, de nuevo con Saarinen, diseñó el aclamado jardín de Miller en Columbus, Indiana. El primero de sus diseños de paisaje esencialmente moderno.  Entre sus otras obras maestras están la Plaza de Trevi, en Dallas, Texas, el Plaza Bank Naciones en Tampa, Florida; Air Force Academy, el  Museo de Oakland, la Independence Mall en Filadelfia y el Museo de Arte de Dallas. Algunas de las obras más conocidas de Kiley incluyen Lincoln Center de Nueva York, la Biblioteca John F. Kennedy en Boston, la National Gallery of Art de Washington, DC, y el Museo de Arte de Dallas.
(Imagen cortesía del IMA)

Se le reconoce a Kiley tanto el dominio y la claridad de la escala monumental (como la encontramos en los jardines barrocos franceses) como la sensibilidad espacial que demostraron los primeros arquitectos en la post-guerra americana.

Entre sus innovaciones se describen el uso preciso de los setos y muros que fue influenciado por el trabajo de arquitecto moderno Ludwig Mies van der Rohe, y la estructuración geométrica rítmica o en grilla de árboles, más parecido al uso de las columnas en la arquitectura. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Kiley nunca escribió, tampoco dedicó tiempo a la enseñanza. Completó más de 900 proyectos, y recibió infinidad de premios.
La Residencia Miller y sus jardines en Columbus, Indiana es una de sus obras que quedaron para la posteridad como un referente de la época. La Casa Miller fue diseñada por Eero Saarinen, con interiores de Alexander Girard, y el diseño del paisaje por el ya nombrado Daniel Kiley. Son un “clásico de la horticultura moderna, sin igual en los Estados Unidos...”  según la revista The Magazine Antiques. La residencia Miller es uno de los ejemplos más reconocidos del los Estados Unidos de la arquitectura y el paisajismo modernista de mediados de siglo. Esta fue una casa privada desde 1955 hasta 2008. Fue realizada para el industrial J. Irwin Miller (1909-2004), famoso por ser uno de los mecenas más importantes del siglo XX de la arquitectura moderna y un modelo de ciudadanía corporativa. "No hay otro precedente en que un solo filántropo haya puesto tanta fe en la arquitectura como un medio para la mejora cívica."(3) La IMA (Indianapolis Museum of Art), con el apoyo financiero de la Fundación Irwin-Sweeney-Miller, y los miembros de la familia Miller, adquirieron la propiedad en 2009 para preservarla y, eventualmente, abrirla al público, probablemente en 2012. En la actualidad es parte del Museo, que cuida los bienes patrimoniales donados por los miembros de la familia Miller, y que incluyen la casa y los jardines junto con muchos de sus muebles originales.

Algunos de los “aposentos” del jardín sirven como galerías de esculturas famosas, una “allée” (avenida con árboles a los lados) de árboles de acacia, canalizan la visual hacia una escultura de Henry Moore, Mujer reclinada drapeada, frente a un seto de hoja oscura. Estos setos también tenían el propósito de contener los puntos de vista dentro de los límites de la propiedad y así evitar líneas de visión hacia los patios de vecinos. "Este es un sitio que vive hacia el interior. En lugar de captar una panorámica de las montañas distantes o el agua, las vistas aquí siguen un plano inferior horizontal, por lo general por debajo de las ramas de los árboles, y rozando las copas de los setos bajos, o a lo largo de la avenida arbolada".



"La familia Miller vendió la mayor parte de la colección de arte en 2008, incluyendo la escultura de Moore que actuaba como el punto focal, dejando una vacante impresionante. Pero se han encontrado fotografías que revelan que un banco de travertino simple que  originalmente estaba en este lugar. El banco, decía, volveré." (4)



http://tclf.org/pioneers/dan-kiley


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lunes, 4 de abril de 2011

GARRET ECKBO, pionero del Movimiento Moderno de Paisaje.

GARRET ECKBO (1910-2000)
      
GARRET ECKBO fue uno de los más respetados e influyentes arquitectos de paisaje y un pionero del Movimiento Moderno de Paisaje norteamericano. Trabajó incansablemente para que cesara el sistema Beaux-Arts de diseño del paisaje, para dar paso a un enfoque que abordara los retos sociales y económicos del mundo moderno. Fue un creativo deliberadamente experimental, sus diseños se centraron en el jardín, ya que según él creía, era el prototipo de todo el diseño del paisaje. Su obra construida fue influenciada por la arquitectura moderna europea, el arte moderno, y las tradiciones vernáculas del paisaje norteamericanas. En los jardines de Garret Eckbo podemos reconocer una fuerte influencia de las vanguardias artísticas, con confesadas referencias a una larga lista de artistas: Picasso, Braque, Malévich, Arp, y otros más. También se inspiró en la arquitectura de Mies van der Rohe y Walter Gropius. En la década de 1960, el trabajo Eckbo llegaría a adquirir nuevas posiciones en el contexto de su activismo social y era de su interés la integración de diseño del paisaje con la arquitectura. También son relevantes sus exploraciones de los usos creativos de la tecnología y la ciencia.

The Planar Framework of the Garden. From The Art of Home Landscaping (1956).


Garrett Eckbo nació en Cooperstown, Nueva York, en 1910, pero se crió en California. Su padre era noruego. Estudió arquitectura paisajista en la Universidad Berkeley de California, graduándose en 1935. A continuación, se dirigió al sur para trabajar en los Viveros Armstrong en Ontario, California, completando casi un centenar de diseños de jardines antes de emprender estudios superiores en la Universidad de Harvard. Mientras atendía sus estudios en Harvard se hizo amigo de Dan Kiley y James Rose. Los tres estaban desencantados con el plan de estudios basado en el movimiento Bellas Artes. Ellos fueron influenciados por Walter Gropius, admiraban la obra de Fletcher Steele y leyeron a Christopher Tunnard.  Él y sus compañeros de clase Dan Kiley y James Rose crearon la “revolución de Harvard” logrando introducir el movimiento moderno en el diseño del paisaje.


Bay Lido Pocket Park

En 1938 Eckbo regresó a California y trabajó para Thomas Church. La mayor parte de las innovaciones en la arquitectura de paisaje moderna americana se concretaron en los jardines privados –lo podemos observar en la extensa producción de Church - y, posteriormente, en el ámbito corporativo. Eckbo logró también la aplicación de sus propuestas al ámbito público, basando su teoría e investigación del diseño a la búsqueda de un mejor entorno de vida; basaba sus premisas de diseño en lograr un estándar de lo óptimo, en vez de lo mínimo. Su compromiso permanente era la mejora de lo social a través del paisaje. Se le reconoce como un hombre cuyos principios estéticos del diseño los aplicó al desarrollo en todos los espacios, ya sean jardines privados, espacios cooperativos, o la vivienda social para los trabajadores agrícolas. Eckbo desarrolló un sistema sofisticado de diseño e implementación aun con presupuestos limitados, con limitaciones estrictas de tiempo, o en sitios desfavorables.
Eckbo trabajó como arquitecto de paisaje para Norman Bel Geddes en el pabellón de General Motors para la Feria de Mundo en Nueva York en 1939 y para la Farm Security Administration.


http://www.historiasztuki.com.pl/022_OGRODY_08_MOD.html

Fue un prolífico autor que publicó siete libros e innumerables artículos. En 1949 escribió su libro “Lanscape for living” en la que realiza una de las mejores introducciones para un nuevo pensamiento del diseño moderno de paisaje y mostró un nuevo enfoque para el jardín moderno de California. Eckbo moderaba sus expresiones formales con una visión social, uniéndola a una comprensión del paisaje natural, siempre con la idea de que se acoja el uso humano. En el rechazaba las concepciones tradicionales de un jardín como sitio de recreo o que fueran exclusivamente para plantaciones, y creía ya superado el debate persistente entre la concepción formal o informal del paisajismo.  Entendía el jardín como el espacio de interacción entre la gente y el lugar. Para Eckbo, el agua era un elemento esencial en el paisaje, junto con las rocas y la tierra. La piscina se convirtió evidentemente en el foco natural de la vida de interior/al aire libre, especialmente en áreas áridas tales como Palm Springs y California meridional. En los años siguientes, publicó The Landscape We See (El paisaje que vemos), The Art of Home Landscaping (El Arte del diseño de Paisaje Residencial) y Urban Landscape Design (Diseño del Paisaje Urbano), cada uno de estas obras estaban documentadas con los registros de sus realizaciones y la teoría que derivó de su práctica diaria y la experiencia personal.
En el libro “THE ART OF HOME LANDSCAPING”, escrito en 1956, trata sobre como estructurar y construir un diseño de paisaje con una planta libre útil y a la vez  un lugar hermoso para vivir. Este es un documento valioso porque retrata la visión y el enfoque de uno de los grandes arquitectos de paisaje moderno.

El libro está bien ilustrado con  excelentes fotografías de B& W y dibujos de sus diseños. También hay fotos de Ernesto Braun y Julio Shulman, fotógrafos ya conocidos por su trabajo con las Residencias Eichler y  Neutra.
Durante los años de la posguerra, su práctica continuó creciendo en tamaño con la realización de proyectos en todo el país y el extranjero. Durante estos años se asoció con otros importantes profesionales como Robert Royston y Edward Williams. Los paisajistas Eckbo, Dean, Austin y Williams fundaron en 1964 la compañía EDAW, que llegaría a convertirse en una de las oficinas de paisaje más destacada del mundo. Eckbo se retiró de esta compañía en 1973 y también dejó su participación en proyectos de planificación, en su lugar, el diseño de proyectos de arquitectura paisajista siguió creciendo. Fue reconocido por la planificación paisajística de muchos jardines modernos de California, escuelas, parques, campus universitarios y los jardines de varios centros comerciales. En 1963 Eckbo regresó a Berkeley para aceptar la presidencia del Departamento de Arquitectura del Paisaje, donde enseñó en la Universidad de California del Sur y en el Departamento de Arquitectura de Paisaje Universidad de Berkeley, sirviendo como profesor entre 1965-1969.
Desde entonces, y hasta su muerte no dejó de escribir y llevar a cabo proyectos de diseño. Recibió en 1975 la Medalla de  Honor de la “American Society of Landscape Architects”. Jellicoe describe a Eckbo como “un pionero en el diseño del paisaje moderno, no sólo en relación al arte moderno, sino por su concepto de que los jardines son para las personas, y para cada individuo en particular”.


Algunas fuentes consultadas:
http://www.lalh.org/books/eckbo.html
http://www.ced.berkeley.edu/cedarchives/profiles/eckbo.htm
http://www.gardenvisit.com/history_theory/garden_landscape_design_articles/america/garret_eckbo/garret_eckbo

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