martes, 9 de noviembre de 2010

Percepción del color y paisajismo

Arquitecto-Paisajista
Guillermo Chaves Hernández-2010
 Foto de Ricardo Chaves.
El ojo de un bebé está listo para percibir formas y colores e interpretarlos  construyéndose una imagen mental del mundo que le rodea. Cuando su ojo madure será capaz de detectar hasta siete millones de colores distintos.
Parte de los aspectos que contiene la Tesis de Maestría tiene que ver con la percepción del color en el paisaje.
-Muchos de los paisajes que consideramos agradables, incluyendo los construidos por el hombre, lo son porque promueven reacciones sensoriales de aprecio en términos de disfrute de los colores y sus formas.
-Con el uso de esquemas de color consistentes los paisajistas pueden fomentar la claridad de lectura logrando una expresión con coherencia y un grado de estética.
-Las cualidades expresivas (escala, proporción, contraste, significado, y otras) se logran en su mayor parte con el color y pueden ser controladas en el proceso de diseño.
-En el campo de la estética, todos los métodos de aproximación remiten a la percepción. Sin percepción no existe ni recepción, ni emisión de obra de arte. (1) De igual manera, el medio se hace “paisaje”solo si alguien lo percibe.
Es un hecho que cuando hablamos de la percepción del color, estamos refiriéndonos al sentido de la vista, que es una de las principales formas con las que cuenta el ser humano para crear una conciencia de sí mismo y del mundo que le rodea. Conviene aclarar lo que denominamos con el término percepción. La palabra percepción proviene del latín perceptio, que está compuesta por el prefijo per (intensidad), el verbo capere (capturar), y el sufijo tio, (ción, acción y afecto). Se trata por tanto de “la acción y afecto de capturar bien las cosas”. (2). Es una cualidad del humano poder capturar los estímulos externos que ofrece su entorno para descubrir, organizar y recrear todo lo que le rodea adquiriendo conciencia de la realidad por medio de la percepción.
Un estímulo es conceptualmente diferente a percepción. El estímulo proviene y pertenece al mundo exterior y produce un primer efecto o sensación en la cadena del conocimiento, es por lo que decimos que algo es azul o rojo, caliente o frío, etc. Por el contrario, “La percepción pertenece al mundo individual interior, al proceso psicológico de la interpretación y al conocimiento de las cosas y los hechos” (3). Es a la vez la impresión del mundo exterior por los sentidos y una interpretación de las sensaciones. Esto dice mucho de la tremenda capacidad del cerebro humano para desentrañar en fracciones de segundo todo tipo de impresiones y de su misteriosa perfección.
 Por lo tanto la percepción del color es la sensación interior y la interpretación subjetiva que se origina de un estímulo o impresión luminosa registrada en nuestros ojos. El color enriquece el mundo y nuestra percepción de él. La manera en que percibimos en entorno tiene un marcado sesgo visual, más del 80% de la información del entorno que percibimos es visual. 
El inglés Isaac Newton observó en 1666 que la luz era obligatoria para la existencia del color en el ojo humano y en la mente, es decir que todo aspecto visual debe su existencia a la luminosidad y al color. Las formas que determinan los objetos, sus límites y contornos, la de los seres vivos y los paisajes se derivan de la capacidad del ojo para distinguir entre sí zonas de luminosidad y color diferentes. Según un estudio del Instituto for Color Research entre el 62 y el 90% de la información que recibimos en los primeros 90 segundos tras ver una persona u objeto y que causa nuestra primera impresión se refiere al color.
Una clarificación de conceptos era necesaria para tratar de comprender la complejidad de los factores involucrados en la percepción del color. La percepción visual de las formas es un acto óptico y físico que funciona de modo parecido, como un acto reflejo o mecánico, en casi todos los seres humanos. Un orden intrínseco de los factores que están involucrados en este tema tienen que ver con tres aspectos:
1- la luz, es energía electromagnética con una frecuencia dentro del rango visible de una onda que se manifiesta en el color del espectro visual.
2- las propiedades espectrales del objeto.
3- la percepción del color por el ojo humano, que es una sofisticada herramienta junto con el cerebro, decodificadores de formas y colores con agudo sentido y sensibilidad.
Pintura de Guillermo Chaves; autor de este artículo.
A continuación una recopilación de datos que ilustran las dos últimas, ya que del tema uno escribí anteriormente.
El segundo componente de la visión tiene que ver con las propiedades espectrales del objeto, que es el segundo factor más importante para la visión del color. Es la capacidad de la sustancia para absorber ondas lumínicas de cierta longitud de onda y reflejar o transmitir otras. Las ondas sustraídas se convierten en calor o en alguna otra forma de energía y las reflejadas son las que nos dan la impresión del color. En términos más sencillos, cuando vemos una hoja de un árbol y nos deja percibir los colores que provienen de ella: la realidad es que la hoja "substrae" parte de la luz que cae sobre esta y lo que se refleja llega a nuestros ojos como color.  A este proceso se le conoce como absorción.  Así, los objetos se ven por la luz que reflejan y los colores que llegan a nuestros ojos existen realmente en la luz y no en el objeto mismo. 
El tercer componente es el observador, sin este los rayos de luz en si no constituyen color. Su percepción se debe a la sensibilidad cromática proporcionada por el ojo y el cerebro. Las distintas longitudes de onda de la luz requieren diferentes acomodaciones de la curvatura del cristalino para enfocar la imagen sobre la retina. Cuando la energía espectral llega a los ojos, estimula las células sensibles a la luz en la retina. Este campo receptor retiniano asegura la captura de los esencial de la percepción de la forma y el color.
Diseccionar un ojo para ver su funcionamiento no es mi especialidad, lo que puedo hacer es recopilar algunos aspectos superficiales que a mí me parecieron interesantes.
La retina del ojo humano consta de dos clases de células con funciones diferentes cada una y se denominan bastones y conos. Los bastones perciben el valor y la intensidad de la luz. Su propósito primario es proporcionar visión de noche así como el contraste entre lo iluminado y las sombras. Los conos trabajan en niveles más altos de luminosidad, contienen los fotopigmentos o fotoreceptores.  Es decir que la luz que cae sobre la retina puede penetrar estas dos complejas capas de células nerviosas antes de alcanzar los fotoreceptores. Los conos son sensibles a un solo sector de longitudes de onda del espectro visual. Los tres sectores de longitudes de onda corresponden con los colores: rojo, verde y azul. Los fotones que caen en la retina son canalizadas a lo largo de los foto receptores para ser capturados por los pigmentos visuales.

De acuerdo con Murch, aproximadamente 64% de los conos contienen fotopigmentos rojos, 32% contiene verdes y solamente alrededor de 2% contienen fotopigmentos azules. (Valey, 1980).
Los pigmentos visuales son un capítulo aparte, sumamente complejo para un no especialista. Para que podamos tener un sistema visual sano ocupamos de la vitamina A o retinol, que es una vitamina liposoluble y un nutriente esencial para el ser humano, ya que genera pigmentos necesarios para el funcionamiento de la retina. Es un componente esencial para la conformación de la Rodopsina que es una proteína transmembranal (entre membrana) que se encuentra en los discos de los bastones. Consta de una parte proteica, opsina, y una no proteica que es un derivado de la vitamina A. (ver Rodopsina en wikipedia)
Hasta ahora vemos como con una recopilación parcial de datos que trata de lo que ciencia conoce acerca de la percepción humana del color, resulta invariablemente compleja y difícil de entender. Solo es necesario que se comprenda que la bioquímica y fisiología del ojo y de la corteza visual proporcionan la herramienta necesaria para la visión, y que la psicología describe como el modo que interpretamos lo que vemos. Se cree que hay un estado intermedio entre fisiología y psicología donde la imagen se reconstruye en el dominio de la mente, y ésta, para reafirmar lo dicho anteriormente, es la percepción, la aprensión del mundo exterior por la mente.
Esto es sumamente importante de comprender porque explica la necesidad de factores como el contraste visual para una captura de las formas y de nuestra idea del espacio. La percepción de la armonía y el contraste en cualquier obra de paisajismo es una actividad del individuo, y sujeto a sus interpretaciones, valores y prejuicios. A partir de los estudios sobre la percepción se han desarrollado teorías del color basadas en las reacciones del nervio óptico y otras en el “factor gusto”, además de múltiples tesis y teorías que remiten a campos especializados de la ciencia, el arte y la estructura fisiológica y mental del individuo. Un individuo que pertenece a una cultura, un ámbito social y un espacio-tiempo determinados.  Por tanto, sobre la teoría del color y específicamente en lo que se refiere a la percepción del color en el campo de la arquitectura paisajista, esta no es más que una introducción que necesariamente delimito a mi cultura, a mí relación con un país tropical, con mis valores e idiosincrasia, en medio de un paisaje que todos los días me forma y me informa. “El paisaje somos nosotros”. (Azorín, 1940)

(1)  Frances, Robert. Psicología del arte y de la estética. Ediciones Akal. España.(2) http://etimologias.dechile.net/?percepcio.n
(3) http://personal.us.es/jcordero/PERCEPCION/Cap01.htm
Walker Morton. (1999). El poder del color, Arkano Books. Pág. 32,
Valey, Helen. (1980). Color. Los Angeles, C.A.: The Knapp Press Publishers. 
Chaves, Guillermo. (2010). Teoría del color y su aplicación en obras paisajísticas en el trópico húmedo. Tesis de Maestría, Universidad de Costa Rica.

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