viernes, 15 de julio de 2011

Contrastes de colores complementarios. HERRAMIENTA N°2

Arquitecto Paisajista
Guillermo Chaves Hernández
 




El diagrama de contrastes complementarios es una derivación casi obvia del círculo cromático. Con éste se define una relación entre los matices que se encuentran diametralmente opuestos, a 180 º entre uno y otro matiz y unidos por el diámetro de la circunferencia. Estos colores son los llamados "colores complementarios" o también "colores opuestos". Con ellos desarrollamos un tipo de contraste cromático el cual se suele usar en paisajismo cuando se requieren esquemas fuertemente llamativos. Al superponer uno de estos colores sobre un fondo de su color opuesto el contraste que se logra es máximo.

Esquema de Colores Complementarios por Opuestos
http://www.delyrarte.com.ar/sitio/discol10.html


Esto se denomina “armonía de contraste de opuestos o complementarios” o “armonías por complemento directo”. Los siguientes son los colores complementarios u opuestos más obvios originados de un círculo cromático: verde y rojo, naranja y azul, violeta y amarillo. Pero este nivel de abstracción es demasiado básico y no incluye otros factores que le dan efectividad al cualquier esquema que utilicemos en obras de paisajismo.

Podemos hacer contrastes atendiendo la luminosidad y la saturación. La luminosidad es la cantidad de luz que hay en el color, o el claroscuro. En la foto de arriba se puede observar una combinación donde mayor cantidad de púrpura oscuro resalta el amarillento ocre más luminoso. Foto de Guillermo Chaves.

Una obra trascendental que construye una teoría que revolucionaria la relación entre los colores es; Los principios de armonía y contraste de los colores y su aplicación en las artes,  del colorista francés Michel Eugène Chevreul, que en principio regirían las estrategias empleadas por los pintores, especialmente los impresionistas, los neo-impresionistas y otras escuelas pictóricas. En esencia, ha constituido la base de todas las enseñanzas sobre el color impartidas en las escuelas de arte. Gracias a este libro Gertrude Jekyll fue la primera en aplicar la teoría del color a sus arriates o bordes herbáceos de sus jardines proyectados a gran escala. Las teorías de Chevreul eran apropiadas para plantar y facilitar armonías, contrastes y triadas de colores.

Esquema cromático usando contrastes de color y luminosidad. En la foto se logra un efecto de mayor profundidad si se colocan los altos contrastes en primer plano y las gamas armónicas, en este caso los verdes, en el plano de fondo. Foto de Guillermo Chaves.

Al usar un esquema de complementarios, es importante elegir un color dominante y utilizar su color opuesto para acentuarlo, usando proporciones diferentes ya sea para resaltar un color a través del contraste de cantidad. Este tipo de contraste procede de la relación cuantitativa entre dos o más colores y se basó inicialmente en escalas matemáticas propuestas por Goethe y posteriormente completadas por Eugene Chevreul, que atribuyen un valor determinado a los colores (ver la herramienta número cuatro en construcción).

Hoy también contamos con otros conceptos que completan este principio inicial; la proporción cromática, que en composición cromática es la relación de cantidad con que aparece un color con respecto a otro. En paisajismo hablamos de masa de un color determinado con respecto a otro, o con respecto al área total. Hay que recordar que muchas veces dependemos de floraciones estacionales y coordinadas entre especies vegetales, o del colorido del follaje para crear un porcentaje de área adecuado a nuestro concepto de composición cromática. Igualmente relevante es el factor de vecindad cromática, es decir la posición de esa masa colorida respecto de los vecinos.

Los paisajistas conocemos muy bien que la visión del color depende de su entorno, de los colores con los que se relacionan: el azul se intensifica al contacto con su pigmento complementario, el naranja y así sucesivamente con cualquier color. En 1881 el pintor George Seraut dibuja un diagrama/disco en el que reúne todos los colores del arco iris, de forma que con una rápida mirada pudiera identificarse el complementario de cualquier color.


Arriba Izquierda: Michel Eugène Chevreul. Círculo Cromático (1864) M. C. Chevreul, Des couleurs et leurs applications aux arts industriels. A l‘aide de cercles chromatiques, París 1864

Arriba Derecha: Ogden N. Rood. Diagrama de los contrastes complementarios (1881) O.N. Rood, Théorie Scientifique des couleurs et leurs applications àt l‘art et à l‘industrie, París 1881


La armonización del color en paisajismo y horticultura,  depende de la relación de unos con otros, lo que se logra generalmente con un color dominante y evitando la competencia entre los colores que se igualan en valor o intensidad.

Existen muchas relaciones bien logradas de los complementarios en la que aparece un color dominante, uno subordinado con uno neutro. Hay que tener presente que un color cálido resalta más con negro o gris oscuro, mientras que el frío lo hace con blanco o gris ligero. La armonía se puede lograr también al resaltar los contrastes entre claros y obscuros.
Al usar los pares de colores complementarios, la mayor parte de los casos, se aplican balanceandolos asimétricamente, es decir que uno de ellos tiene una intervención menor, de manera que  se enriquezca y refuerce a su oponente y se logre una armonización con él.